Cervantes es la estrella
Tras la inauguraci¨®n oficial, el Congreso del Espa?ol dedic¨® todo el d¨ªa al autor del Quijote
Cuando Jean-Marie Le Cl¨¦zio ley¨® el Quijote por primera vez en casa de su bisabuelo, pens¨® que era un libro perfecto para ni?os. Quiz¨¢s, ¨¦l a¨²n no hab¨ªa sentido la llamada que le conducir¨ªa a?os despu¨¦s ¨Cen 2008- al Nobel de Literatura. Pero ya vislumbraba dentro una curiosa afici¨®n por la bibliofilia. ¡°Lo le¨ª en una edici¨®n ilustrada de 1857¡±. Despu¨¦s ha sido una obra que le ha acompa?ado a lo largo de su vida en distintas relecturas: una para cada etapa de su insaciable inquietud antisedentaria o para cada estado de ¨¢nimo¡
Miguel de Cervantes fue la estrella secular, viva y reluciente del Congreso Internacional de la Lengua (CILE), que se ha inaugurado en San Juan de Puerto Rico. Ya todos hicieron menci¨®n de su trascendencia en la sesi¨®n de apertura, pero fue por la tarde, cuando el autor franc¨¦s le dedic¨® una conferencia y despu¨¦s tuvo lugar una mesa redonda de s¨®lidos y apasionados expertos en su obra, moderados por la acad¨¦mica Aurora Egido.
Le Cl¨¦zio ahond¨® en esa eternidad nada sumergida, sino palpitante, que encuentra en las p¨¢ginas del Quijote: ¡°Me revel¨® toda la ferocidad de un mundo. Es justo lo que cada uno de nosotros esperamos nos sea desvelado¡±. M¨¢s en tiempos de penuria, como le ocurri¨® a ¨¦l: ¡°Yo fui un ni?o de la guerra, nac¨ª en 1940. Experiment¨¦ el hambre, el miedo y la crueldad, algo que me ayud¨® a comprender Cervantes, pero tambi¨¦n el Lazarillo de Tormes¡±, comenta el escritor.
No fue sin embargo una crueldad gratuita la que le atrajo hacia sus p¨¢ginas, sino delicada, en opini¨®n del chileno Jorge Edwards. ¡°Labrada y construida mediante una trascendente compasi¨®n que le lleva a inventar el realismo m¨¢gico antes de que lo hici¨¦ramos de nuevo aqu¨ª, en Am¨¦rica Latina. Aquel movimiento, naci¨® en la Cueva de Montesinos, con la segunda parte del Quijote¡±.
Eduardo Mendoza, tambi¨¦n presente en el Congreso, no ha sentido nunca mayor placer ante una imposici¨®n: ¡°Yo tuve la suerte de que cambi¨® mi vida al tenerlo que leer obligatoriamente. Qued¨¦ rendido desde el principio. Qu¨¦ t¨ªo m¨¢s simp¨¢tico Cervantes, para m¨ª es el buen rollo personificado. Posee un talento especial para reflejar lo peor del ser humano, pero en ning¨²n momento lo hace con resentimiento. Pese a haber sido cautivo, herido de guerra, haber padecido c¨¢rcel y no ser considerado digno de favores por parte del reino, no destila en ning¨²n momento rencor¡±.
Risa es lo que le viene a la cabeza a Sergio Ram¨ªrez cuando recuerda el primer impacto que sinti¨® al enfrentarse a Cervantes. ¡°Hoy lo releo y siento la misma carcajada ante los mejores pasajes, me r¨ªo much¨ªsimo, tanto que me parecen siempre nuevos¡±. Pero a ese estallido, Ram¨ªrez une otro ingrediente: ¡°La melancol¨ªa. Esa mezcla es para m¨ª, la clave de su maestr¨ªa. Un humor que en consonancia con la melancol¨ªa y un trato natural de la vida, lo convierten en irresistible¡±.
A todo ello une Antonio Sk¨¢rmeta, la amistad: ¡°Esa fue mi primera revelaci¨®n¡±, comenta el autor chileno. ¡°El golpe emocional de descubrir que ese enorme v¨ªnculo puede darse entre dos seres tan dispares, de tan diferente densidad cultural, como son Quijote y Sancho. Si te fijas, con ello encontr¨¦ un tema que despu¨¦s he desarrollado en toda mi obra. No hay m¨¢s que fijarse en El cartero y Pablo Neruda¡±.
No fueron esos dos personajes los que marcaron sin embargo de principio a ?lvaro Pombo. Alumno d¨ªscolo y refunfu?ante, uno puede imaginar al joven disc¨ªpulo de los padres Escolapios en Santander, obligado a leer la obra maestra de Cervantes: ¡°No era una buena idea, est¨¢ llena de palabras que a ciertas edades entorpecen la lectura. As¨ª que fue El licenciado Vidriera la primera obra que realmente me impact¨®. Yo tambi¨¦n me considero, como ¨¦l, hecho de un vidrio fr¨¢gil y quebradizo¡±.
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