Un acto de amor a la poes¨ªa

En la lista de los 10 libros m¨¢s vendidos de la librer¨ªa AC Libros de San Juan de Puerto Rico, tres son poemarios. No es algo excepcional en esta isla donde la tradici¨®n y el gusto por la poes¨ªa escapan los m¨¢rgenes minoritarios en los que a menudo queda colocado este g¨¦nero. Antolog¨ªas de versos italianos, nuevas voces, cl¨¢sicos; como apunta el novelista y librero Luis Negr¨®n, los versos aqu¨ª se venden en igualdad de condiciones frente a otros g¨¦neros considerados m¨¢s populares. ¡°Existe el mito de que lo poes¨ªa no vende¡±, afirma el colombiano Dar¨ªo Jaramillo. ¡°Pero no pienso que sea as¨ª. Lo ¨²nico que realmente creo es que la poes¨ªa no existe como profesi¨®n; salvando alg¨²n poeta profesional como Neruda. La mayor¨ªa se dedica a otras cosas y luego escribe poes¨ªa¡±.

Rub¨¦n Dar¨ªo, el gran modernizador de la poes¨ªa en castellano -que sembr¨® sus versos de referencias mitol¨®gicas, de lib¨¦lulas, cisnes y alabastros-, a lo largo de su errante vida trabaj¨® adem¨¢s como diplom¨¢tico y periodista. Tambi¨¦n el puertorrique?o Luis Pal¨¦s Matos escribi¨® en peri¨®dicos y revistas, y lleg¨® a trabajar como oficinista, actor y repartidor. Y Pedro Salinas trabaj¨® de traductor y gan¨® la c¨¢tedra en la Universidad de Sevilla en los a?os veinte, impartiendo clase el resto de su vida en el exilio. Estos tres poetas, a quienes se suma el Nobel espa?ol que vivi¨® en Puerto Rico, Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, articulan el nudo central -¡°el coraz¨®n¡±, seg¨²n el presidente de la Academia Puertorrique?a de la Lengua y tambi¨¦n poeta, Jos¨¦ Luis Vega- del VII Congreso Internacional de Lengua Espa?ola que se celebra esta semana en San Juan. Homenaje a la poes¨ªa se titula la caja que re¨²ne la edici¨®n de tres vol¨²menes conmemorativos (El contemplado, de Salinas; Perdida y ya por siempre conquistada, de Luis Pal¨¦s Matos, y Coloquio de los centauros, de Rub¨¦n Dar¨ªo), que han impulsado la Academia y la Universidad de Puerto Rico con motivo del congreso. Tambi¨¦n se presentan estos d¨ªas Rub¨¦n Dar¨ªo. Del s¨ªmbolo a la realidad. Obra selecta, el volumen conmemorativo de la RAE y Alfaguara, as¨ª como Isla destinada, el libro publicado por Planeta con los textos m¨¢s significativos -algunos de ellos in¨¦ditos, otros ya publicados en las ediciones p¨®stumas de Isla de simpat¨ªa, el libro en el que JRJ no lleg¨® a concluir- en los que el Nobel Jim¨¦nez aborda su relaci¨®n con la isla, su gente, su paisaje. ¡°Puerto Rico me cur¨® suficientemente para seguir mi vida creadora¡±, escribi¨® en los cincuenta cuando ya estaba instalado en la isla.

Ayer en el gran auditorio repleto de p¨²blico en la segunda sesi¨®n de la ma?ana se habl¨® del panhispanismo y el barroco caribe?o de Rub¨¦n Dar¨ªo; del trabajo del poemario El contemplado que Pedro Salinas compuso en Puerto Rico; del ¨²ltimo amor que inspir¨® los versos de Pal¨¦s Mato, el poeta que celebr¨® la belleza afrocaribe?a; y de la transformaci¨®n hacia una poes¨ªa ¨¦tica que experiment¨® JRJ en Puerto Rico. Las carcajadas acompa?aron la exposici¨®n de ?lvaro Pombo que arranc¨® recitando unos versos de Dar¨ªo (¡°Dios es azul¡±) antes de diseccionar los problemas y complicaciones de JRJ y su rompedora esposa, medio puertorrique?a, Zenobia Camprub¨ª.

En el cementerio de San Juan est¨¢ enterrado el poeta Salinas mirando al mar, y en las calles de Puerto Rico se mantiene la potente vena po¨¦tica que caracteriza el pa¨ªs. ¡°La poes¨ªa habla m¨¢s directamente y la conexi¨®n con la m¨²sica aqu¨ª, en el Caribe, es clara¡±, explica Luis Negr¨®n. El director de la Academia Puertorrique?a se refiere a la fuerte tradici¨®n y al cultiva grande de poetas que ha dado su pa¨ªs y del que sobresalen nombres presentes en la memoria colectiva como los del rom¨¢ntico Gautier Ben¨ªtez o Luis Lloren Torres, que convirti¨® la vida del j¨ªbaro del campo en poes¨ªa; Juan Antonio Correger o Julia de Burgos. Cap¨ªtulo aparte es Luis Pal¨¦s Matos, cuyos versos se estudian en la escuela y se contaban entre los m¨¢s populares del repertorio de los declamadores que actuaban en los a?os cuarenta y cincuenta en los teatros. En la poes¨ªa boricua m¨¢s reciente hay que incluir a los niuyorican, figuras como Pedro Pietri, que trasplantados en Nueva York convivieron tambi¨¦n po¨¦ticamente entre dos mundos. En la ¨²ltima hornada hay poetas como ?ngel Antonio Ruiz Laboy y Xavier Valc¨¢rcel. Pero m¨¢s all¨¢ de los libros o los nombres quiz¨¢ para entender el arraigo profundo de la poes¨ªa en Puerto Rico baste con encontrar a un grupo de trovadores, que en fiestas populares en plazas, en familia, improvisan d¨¦cimas de pie forzado. O como dice Dar¨ªo Jaramillo, solo hay que comprender que los versos son ¡°un bast¨®n para vivir¡±.