La trascendencia del trazo
Es pel¨ªcula de despedida del veterano animador Isao Takahata, puntal del estudio Ghibli junto a Hayao Miyazaki
La importancia del espacio en blanco en la obra del pintor chino del siglo XII Ma Yuan le serv¨ªa a Paul Schrader para ilustrar, en su ensayo?El estilo trascendental en el cine, esa aparente paradoja (a ojos occidentales) que convierte la ausencia en presencia tangible en el contexto del arte zen: ¡°La nada, el silencio y la inmovilidad en el arte zen son elementos positivos y, m¨¢s que la ausencia de algo, lo que representan es una presencia (¡). El vac¨ªo era parte de la pintura y no s¨®lo un contexto en el que no se hab¨ªa pintado. La simple presencia de un bote de pesca en una esquina aporta el significado a todo el espacio¡±. El cuento de la princesa Kaguya, pel¨ªcula de despedida de Isao Takahata, puntal del estudio Ghibli junto a Hayao Miyazaki, es, probablemente, el largometraje de animaci¨®n que mayor importancia ha concedido al espacio en blanco: sus im¨¢genes son, as¨ª, presencia fr¨¢gil brotando en el centro de un vac¨ªo, reforzando su condici¨®n de aut¨¦ntico milagro ¨Cel milagro de la creaci¨®n de vida y sentido- protegido por una nada tan inabarcable como acogedora.
EL CUENTO DE LA PRINCESA KAGUYA
Direcci¨®n: Isao Takahata.
Animaci¨®n.
G¨¦nero: drama. Jap¨®n, 2013.
Duraci¨®n: 137 minutos.
Takahata corona con esta pel¨ªcula maestra una trayectoria que, desde su ¨®pera prima ¨CLa princesa encantada (1968)-, ha perseverado en el empe?o de ampliar los l¨ªmites expresivos del anime a trav¨¦s de la sutileza gestual de los personajes ¨CRecuerdos del ayer (1991)-, la alta ambici¨®n narrativa ¨CLa tumba de las luci¨¦rnagas (1988)- y la radical experimentaci¨®n gr¨¢fica ¨CMis vecinos los Yamada (1999)-. El cuento de la princesa Kaguya reivindica la extrema simplicidad como el depurado final del camino del viejo maestro.
Coloreada con delicad¨ªsimas y evanescentes acuarelas, la pel¨ªcula, con su trazo din¨¢mico que emula el arte y la elocuencia de la caligraf¨ªa tradicional japonesa, ilustra esa c¨¦lebre frase de Norman McLaren: la animaci¨®n no es el arte del dibujo en movimiento, sino el arte del movimiento que est¨¢ dibujado. Adaptaci¨®n de un cuento tradicional del siglo X (La historia del cortador de bamb¨²), el testamento de Takahata cuenta la historia de una criatura m¨¢gica educada, a su pesar, para ser princesa mientras a?ora la libertad de una infancia irrecuperable. En una secuencia portentosa, Kaguya emprende una ilusoria fuga que fuerza el c¨®digo est¨¦tico de la pel¨ªcula y desemboca en un en¨¦rgico recital de animaci¨®n impresionista, que sublima el grado de libertad y excelencia que recorre esta pel¨ªcula de principio a fin.
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