Visualizaci¨®n de la risa

Quiz¨¢ sea el momento de preguntarse por qu¨¦ hay comedias espa?olas que han trascendido a su tiempo y se han instalado en la categor¨ªa de cl¨¢sicos. ?Por su guion, sus r¨¦plicas, su iron¨ªa, sus chanzas, sus situaciones, su retrato de personajes y del tiempo que les toc¨® vivir? Desde luego. ?Por la categor¨ªa de sus int¨¦rpretes, por su vis c¨®mica? Clar¨ªsimo. Pero sobre todo porque todo eso lo filmaba un director con ideas de puesta en escena, que no se limitaba a plantar la c¨¢mara en cualquier sitio, que planificaba una coreograf¨ªa de movimientos, en el interior del encuadre y desde el objetivo que los rodaba, que pensaba en el tempo de la comedia, en cu¨¢ndo se debe (o no) cambiar de plano o continuar con el mismo para no enturbiar el gag, en cu¨¢nto tarda un actor en dar la r¨¦plica, en la pausa y en la velocidad, en no gritarlo todo, sino en gritar lo imprescindible y en decir como si nada lo dem¨¢s.

El preg¨®n no es la pel¨ªcula que vaya a cambiar la historia de la comedia espa?ola en antes y despu¨¦s. Pero detr¨¢s de ella hay un profesional de la imagen, un director que se preocupa no solo por la risa sino tambi¨¦n por la imagen, que engrandece lo que hay en el gui¨®n. La gran diferencia entre algunas pel¨ªculas escritas por Pedro Mas¨® y su equipo de guionistas, pero dirigidas por cualquiera, y Atraco a las tres es que ¨¦sta ten¨ªa la puesta en escena de Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦. La gran diferencia entre Tenemos que hablar, obra de posibilidades malogradas estrenada hace apenas cuatro semanas, y El preg¨®n, aunque ambas est¨¦n escritas por los mismos guionistas, David Serrano y Diego San Jos¨¦, es que esta la dirige Dani de la Orden, el creador de la saga Barcelona, noche de..., t¨¦cnica y narrativamente impecable. Una pel¨ªcula, en la l¨ªnea de ahondamiento en el estereotipo espa?ol de la saga 8 apellidos, en la que San Jos¨¦ tanto tiene que ver, aqu¨ª con un par de juguetes rotos de la m¨²sica que vuelven a su pueblo para recitar el discurso de las fiestas y toparse con una serie de situaciones bien reconocibles y graduadas, a la que quiz¨¢ solo se pueda acusar, como a la mayor¨ªa de las comedias espa?olas actuales, de demasiado amable.

Con Berto Romero y Andreu Buenafuente como perfectos anfitriones, casi a lo Stan Laurel y Oliver Hardy en sus composiciones gestuales, El preg¨®n es comedia popular que apunta un camino a seguir: el de la artesan¨ªa de la c¨¢mara.