Inocentes
Existen muchos pol¨ªticos presuntamente corruptos que se niegan a despojarse de sus cargos, esos que vitaliciamente les han hecho gordos y felices
En la seguridad de que si abren su boquita y cuentan una ¨ªnfima parte de lo que saben sobre el funcionamiento del s¨®rdido e insaciable negocio que hab¨ªan montado sus partidos y la gran tajada que se llevaban los jefes de la manada, existen muchos pol¨ªticos presuntamente corruptos (el t¨¦rmino es insultante por repetitivo, alguien deber¨ªa creer que todo el mundo es culpable, incluido ¨¦l, mientras que no se demuestre lo contrario) que se niegan a despojarse de sus cargos, esos que vitaliciamente les han hecho gordos y felices.
Y si el esc¨¢ndalo que ha provocado su ancestral robo puede amenazar con el tambaleo al partido de su alma y de su fortuna, haciendo que los votantes otorguen su confianza a otra empresa que tambi¨¦n es o acabar¨¢ actuando delictivamente, despu¨¦s de pactar con el boss de la organizaci¨®n que el castigo ser¨¢ inexistente o irrisorio y que ninguna ley humana o divina va a condenarles a devolver lo que trincaron, abandonar¨¢n el cargo afirmando su inocencia, que nadie les ha obligado a la dimisi¨®n y que su decisi¨®n es personal, libre y responsable, que se van para no perjudicar a su partido y que todo forma parte de una conjura contra ellos, de linchamientos medi¨¢ticos, de calumnias perversas. Y su sacrificio pretende resultar conmovedor. Seguro que consiguen ese efecto entre sus familiares y paisanos a los que enchufaron en la cosa p¨²blica. Pero solo la risa en colegas m¨¢s listos que han sabido borrar sus huellas del saqueo.
El problema es universal. Qu¨¦ verg¨¹enza ver al antiguo revolucionario Lula pidi¨¦ndole a su entra?able colega Rousseff que le haga ministro para que no puedan juzgarle por haber metido la mano. Debe de ser la hostia de adictivo y de pringoso eso del poder, convertirse en esclavo satisfecho de la tentaci¨®n. Menos mal que a¨²n queda un partido que encarna la belleza, la pureza, el amor entre sus miembros. Han tenido que pasar miles de a?os para que se produjera el milagro.
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