Annual: horror, masacre y olvido
El desastre acontecido durante la guerra de Marruecos acab¨® con la vida de 4.000 espa?oles. Un episodio que, a punto de cumplir un siglo, solo recuerdan unos pocos
Desde lo alto del desfiladero de Izzumar, los cerros de Annual, Igueriben o Abarr¨¢n son luminarias que recuerdan la muerte. En este escenario perdieron la vida en dos d¨ªas, masacrados, 4.000 espa?oles, sin saber por qu¨¦. Todo lo que se alcanza a ver hasta m¨¢s all¨¢ del horizonte es campo yermo, reseco y desnudo de vegetaci¨®n. El Rif es pobre, muy pobre; pero la locura del rey Alfonso XIII, militares y Gobierno de entonces quiso, a principios del siglo pasado, convertir a esta regi¨®n en la recreaci¨®n del viejo Imperio; aquel en el que "no se pon¨ªa nunca el sol". Al final, Espa?a llam¨® a esta conquista Protectorado de Marruecos. Un eufemismo que oculta varias guerras, un holocausto, traiciones y uno de los episodios m¨¢s tristes de la pr¨¢ctica militar: el Desastre de Annual. Un desastre que Espa?a entierra en el olvido desde hace 94 a?os bajo el m¨¢s abominable y ominoso de los silencios.
Recorrer estas tierras es disponerse a llorar. El recuerdo paraliza y a cada paso se intuye un escenario en el que se consum¨® la tragedia: aqu¨ª el fuerte de la traici¨®n, m¨¢s all¨¢ la emboscada, ah¨ª el cerro sobre el que masacraron decenas de soldados. El 21 de julio de 1921, el asedio de las harkas rife?as a la posici¨®n de Annual presagiaba lo peor. El general Silvestre, jefe de la Comandancia General de Melilla y principal responsable de la aventura de haberse adentrado en territorio enemigo, hab¨ªa visto desde su puesto de mando en Annual, como ard¨ªan los ¨²ltimos rescoldos de la posici¨®n de Igueriben. Murieron todos. Perecieron despu¨¦s de soportar el asedio hasta llegar a beber sus propios orines. Y si alg¨²n superviviente hubo fue degollado.
El progreso es el gran cementerio
En las llanuras que rodean a Melilla, Marruecos ha levantado un emporio. Ni rastro de aquellos pueblos. Existen los nombres, s¨ª, pero Nador, Selouane, Monte Arruit, Tiztoutine o Driuch, son ahora urbes pr¨®speras. El fuerte de Monte Arruit, ubicado en un cerro, alberga ahora un dep¨®sito de agua; alrededor, calles y edificios modernos. Nadie recuerda las fotograf¨ªas de esa cuesta ¨C¨Crue al Moujahidine, actualmente¨C sembrada de cad¨¢veres?; hoy es una calle dedicada al comercio. La gente se encoge de hombros cuando se le comenta que en la tierra que pisan se consum¨® la tragedia. Tras 10 d¨ªas de asedio, sin agua y sin alimentos, fueron asesinadas 3.000 personas. "Fue un holocausto", escribe el historiador Juan Pando en Historia secreta de Annual.
A partir de aqu¨ª, la desbandada es general. Silvestre da orden de retirada y la tropa emprende una carrera hacia Izzumar. Hoy el desfiladero es un p¨¢ramo inh¨®spito. Desde la estrecha carretera que zigzaguea por ¨¦l cuesta imaginar que alguien pudiera pensar en salvarse. Cientos de soldados hu¨ªan en desbandada, abandon¨¢ndolo todo. Y los rife?os, ubicados en posiciones estrat¨¦gicas, les cazaban como conejos. Ni un m¨ªsero avi¨®n que les cubriese en la retirada. A¨²n as¨ª se salvaron algunos¡ que llegaron a Ben Tieb, donde tambi¨¦n hubo desbandada a Dar Drius, a Monte Arruit...
Por el camino s¨®lo quedaba decenas, cientos de muertos, hasta sumar 4.000 en dos d¨ªas. El general Manuel Fern¨¢ndez Silvestre, trastornado, se cree que se peg¨® un tiro, aunque nadie ha podido confirmarlo.
Ese mismo d¨ªa fat¨ªdico, Alfonso XIII y su Corte, el Gobierno en pleno y los m¨¢s altos mandos militares celebraban, en Burgos, el traslado de los restos del Cid a la catedral. Por el aire desfilaban escuadrillas de aviones. Unos aviones que el Alto Comisario espa?ol en Marruecos, el general D¨¢maso Berenguer, le hab¨ªa negado a Silvestre, evidenciando su enemistad.
El Desastre de Annual re¨²ne tal c¨²mulo de desprop¨®sitos, episodios de crueldad e incompetencias que se convierte en un caso ¨²nico en las derrotas militares. Y si no fuera porque el balance es la muerte ¡ª10.000 espa?oles fallecidos en apenas 15 d¨ªas y varios miles m¨¢s de rife?os¡ª bien podr¨ªa escribirse este negro episodio de la historia de Espa?a como la m¨¢s ignominiosa de las tragedias.Ni siquiera el impecable Expediente Picasso (9 meses de arduas indagaciones y 2.433 de testimonios), en el que se recoge detalladamente la realidad de lo acontecido ha sido capaz de mantener vivo el recuerdo.
Hay episodios tan viles que si no fuera porque est¨¢n documentados no se creer¨ªan. En el fuerte de Dar Quebdani, al mando del coronel Araujo, despu¨¦s de pactar la rendici¨®n y la entrega de armas con el enemigo, y tras la conspiraci¨®n de algunos de los mandos para salvarse, el coronel incluido, 900 hombres fueron asesinados a sangre fr¨ªa con sus propias armas, las que acababan de entregar.
Annual es ya un mito; el recuerdo de algunos espa?oles que a¨²n evocan la tragedia. Ahora que el siglo camina hacia el centenario de aquel d¨ªa, puedan rescatarse los hechos del olvido y rendirles justicia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.