Nuevos rapsodas de la ¨¦pica de Homero

Cuerpos sudados, en¨¦rgicos, poderosos. Lo que se respira en esa madriguera casi clandestina en un barrio perif¨¦rico de Madrid es un disfrute total. En esa nave de alt¨ªsimos y fr¨ªos techos se desprende un estado cercano a la felicidad. En la calle hace mucho fr¨ªo, pero dentro sobra hasta el calefactor. Se est¨¢ rodeado de guerreros y dioses, de seductoras ninfas, de esa mujer, Helena, partida en dos por el amor, y otras, como Pen¨¦lope, que ha vigilado durante a?os las nubes y el vuelo de los p¨¢jaros, la forma de las olas, intentando encontrar alguna se?al que anunciase el regreso de su esposo de la guerra.

La Joven Compa?¨ªa da el salto definitivo en su andadura quijotesca para enfrentarse a los cantos m¨¢s heroicos y po¨¦ticos de Homero. Han dejado a un lado los artificios, tan necesarios hasta ahora, y se enfrentan como colectivo a obras cumbre de la literatura universal, dos historias ¨¦picas que nos trasladan al origen de Europa. 15 actores, de entre 18 y 25 a?os, abordan la?Iliada y la Odisea, en la versi¨®n de dos j¨®venes y ya consolidados autores contempor¨¢neos, Guillem Clua y Alberto Conejero. Es el Proyecto Homero, que se estrenar¨¢ en Madrid, en el Centro Cultural Conde Duque, el pr¨®ximo d¨ªa 5 de abril, con las entradas pr¨¢cticamente vendidas en todas las sesiones matinales y vespertinas de jueves a s¨¢bados, para luego salir de gira. Con este s¨¦ptimo montaje teatral desde su creaci¨®n en 2012, primero de un cl¨¢sico griego, los integrantes de la Joven Compa?¨ªa se convierten en los nuevos rapsodas de la guerra de Troya, los amores prohibidos de Paris y Helena, la ira de Aquiles o los sue?os de Agamen¨®n, del viaje del n¨¢ufrago Ulises a ?taca, donde le aguarda Pen¨¦lope que, tras 20 a?os de espera, no sabe si es viuda o esposa, si est¨¢ viva o muerta, y su hijo, Tel¨¦maco, que busca desesperado un lugar en la historia.

La guerra atroz que narra la Il¨ªada, en un paisaje dominado por dioses y h¨¦roes, da paso en la Odisea a la celebraci¨®n del ser humano que busca olvidar esa guerra y celebrar la vida. La ¨¦pica de Homero se ha trasladado a ese escenario y ha impregnado no solo a los entusiastas int¨¦rpretes, sino a todos los que por all¨ª tienen la suerte de caer. Su director, Jos¨¦ Luis Arellano, acepta con ilusi¨®n y miedo este gran reto que aborda la compa?¨ªa que cre¨® junto a David Peralto.

¡°Es un salto ambicioso desde el punto de vista dramat¨²rgico pero tambi¨¦n personal. Nos encontramos ante unas obras que est¨¢n en el origen de nuestra propia historia como seres humanos y como europeos. Es importante escarbar y escuchar la voz de la poes¨ªa en medio de tanta violencia. Los cantos de Homero nos sirven para reflexionar juntos sobre quienes somos en esta Europa que no admite emigrantes, que es belicosa, pero que al mismo tiempo parece que busca su propia ?taca personal. Me emociona poder escuchar las palabras de Homero a trav¨¦s de la po¨¦tica de Conejero y Clua, me emociona pensar que los j¨®venes de esta compa?¨ªa van a compartir con otros miles de j¨®venes que van a venir a las funciones, las peripecias de qui¨¦nes son, de qui¨¦nes somos, les van a poder contar que m¨¢s all¨¢ de su mundo hay unas nieves que se deshacen, que detr¨¢s de tantos odios hay un mont¨®n de luces que existen en el alma", explica un entusiasmado Arellano, convencido de que, a pesar de que se dejar¨¢n cosas en el tintero de estas dos obras inabarcables, los actores manejan muchos dolores y circunstancias para enfrentarse con honestidad a este viaje de aventuras poblado de mitos.

"?Hay algo que nos une a esa ¨¦pica escrita hace m¨¢s de 3.000 a?os?". Clua se plante¨® esta pregunta cuando le encargaron la versi¨®n de la Il¨ªada, que acept¨® enseguida, a¨²n a sabiendas que se enfrentaba a una locura, ¨¦l que es un autor de textos contempor¨¢neos. "Es una obra de una magnitud enorme, no solo por la extensi¨®n, sino por la importancia de estos cantos de Homero en cuanto a la identidad y cultura como sociedad occidental¡±. La respuesta a la pregunta le lleg¨® de inmediato: "El horror de la guerra ha cambiado poco. Los versos de Homero sobre las pasiones humanas son completamente identificables". Clua, colaborador desde un principio en la andadura de la compa?¨ªa, no ha querido que la emoci¨®n y la pasi¨®n de la Il¨ªada fueran la ¨²nica conexi¨®n con los j¨®venes y, m¨¢s all¨¢ de esa espada de Aquiles que atraviesa el coraz¨®n de H¨¦ctor, m¨¢s all¨¢ de hacer bajar a los dioses del Olimpo para que pisen el fango de la guerra, ha rastreado en las muertes y venganzas para encontrar las motivaciones pol¨ªticas a tanto desastre.

Y si la Il¨ªada est¨¢ poblada de horror, la Odisea es un vuelo plagado de aventuras y poes¨ªa. Es lo que ha combinado Alberto Conejero en la escritura de la versi¨®n del viaje a ?taca de Ulises, en su primera colaboraci¨®n con La Joven Compa?¨ªa. ¡°Es un texto infinito que le¨ª durante mi juventud. Cuando me lo ofrecieron, pens¨¦ que iba a naufragar como Ulises, pero en la relectura me encontr¨¦ con la contemporaneidad de Homero, el sentido de no temer el viaje, de no temer lanzarse a la aventura. Hoy, con todos los j¨®venes atenazados por un futuro incierto, esos monstruos amenazantes que les salen tambi¨¦n por el camino, es importante resaltar la valent¨ªa del viaje¡±, explica el autor de La piedra oscura, que en este viaje hom¨¦rico le ha dado un protagonismo especial a Tel¨¦maco, el hijo de Ulises. ¡°La Odisea es, ante todo, un libro de aventuras pero no he querido perder el lenguaje po¨¦tico, porque la poes¨ªa es algo que no debemos regatear a los j¨®venes".

Homero ser¨¢ esta vez el espejo de una compa?¨ªa que naci¨® como un proyecto ut¨®pico, pero que ha hallado su ?taca particular en esas salas llenas de gente joven que va encontrando en el teatro, como dice Arellano, un ocio m¨¢s all¨¢ del vino y la cerveza.