Peladilla con almendra amarga marca De Filippo

¡°Como una dulce peladilla de colores, de las de bautizo, que dentro tiene una almendra amarga¡±. As¨ª defini¨® ayer Llu¨ªs Pasqual Grande Magia, una de las dos comedias de Eduardo de Filippo, la de m¨¢s sustancia, que estrena en el Teatre Lliure de Montju?c el mi¨¦rcoles que viene, con un reparto de campanillas en el que figuran Jordi Bosch, Ramon Madaula, Mercedes Sampietro, Teresa Lozano y Francesca Pi?¨®n. La otra obra, que completa el programa doble en una sola sesi¨®n, y que lo abre, es un trozo de Uomo e galantuomo. Con ambas Pasqual invita a pasar una gran velada esc¨¦nica de dos horas que incluye m¨²sica en directo.

Home/senyor y La gran il.lusi¨®, que es como se han traducido las dos obras al catal¨¢n (versi¨®n del propio Pasqual), son dos piezas muy diferentes. De la primera, obra de juventud, se ofrece el sketch original que constituy¨® el arranque luego, a?os m¨¢s tarde, de la comedia completa, y muestra a una compa?¨ªa itinerante de c¨®micos de medio pelo (La Ecl¨¦ctica) que se hospedan en un hostal y se ponen a ensayar de nuevo la obra que representaron con resultado nefasto la noche anterior. La segunda, mucho m¨¢s trascendente, y de hecho casi ¡°Pirandelliana¡±, en opini¨®n de Pasqual (De Filippo adoraba a Pirandello), arranca con un mago, apedillado Marvuglia (Bosch) que hace desaparecer a una mujer en una funci¨®n (ella marcha a reunirse con su amante) y luego se queda al servicio del marido, enred¨¢ndolo con un discurso sobre la realidad y la ilusi¨®n.

El director, que acomete por primera vez (y por duplicado) el teatro de De Filippo (al que conoci¨® personalmete), destac¨® ayer al presentar la doble sesi¨®n, que se ofrece sin pausa ¡ªmientras los actores se cambian se interpreta, c¨®mo no, una tarantela¡ª, la ¡°iron¨ªa ben¨¦fica¡± que destilan, tan caracter¨ªstica de los napolitanos, destac¨®, y tan necesaria para su supervivencia. Record¨® que De Filippo siempre mira a sus personajes con gran ternura y reflexion¨® que una dificultad ¡°no peque?a¡± para represantar su teatro es que es ¡°falsamente naturalista¡±. Indic¨® que los napolitanos son ¡°barrocos por definici¨®n¡± y que, entonces, su naturalismo es ¡°a partir de un barroquismo exacerbado, que no va con nosotros¡±. Se?al¨® lo dif¨ªcil que ha sido, por tanto, encontrar un tono adecuado para trasladar ese mundo al teatro catal¨¢n.

Explic¨® que Home/senyor se centra especialmente en el conflicto entre el apuntador y el capo comico (personaje caracter¨ªstico mezcla de empresario, primer actor y director) y record¨® que De Filippo escrib¨ªa sus obras ¡°a medida¡± para su propia compa?¨ªa y para ¨¦l mismo, lo que contribuye tambi¨¦n a la dificultad de montarlas. En La gran il.lusi¨®, el autor hizo sucesivamente los dos papeles, el mago y el marido. De esa obra, que no tuvo ning¨²n ¨¦xito al estrenarse (luego Strehler, por ejemplo, la mont¨® cambi¨¢ndola mucho ¡ª¡±haz lo que quieras, a m¨ª no me ha salido¡±, le dijo el propio De Filippo¡ª), recalc¨® el final, con su pregunta de si es mejor afrontar la realidad o fabricarse una ilusi¨®n.

Del personaje del mago, que se queda varios a?os como coach del marido enga?ado tras escamotear a su mujer en un sarc¨®fago egipcio, Bosch brome¨® que no tiene nada que ver con el Mag Lari (¡°?ya me gustar¨ªa!¡±). Sampietro, que debuta como actriz en el Lliure, reflexion¨® que sobre la relaci¨®n de la gran il.lusi¨® con Cervantes (por la mezcla de realidad e imaginaci¨®n) y y dijo que se ha pasado la vida buscando comedias y le encanta aprender a hacerlas (¡°ya sabes¡±, apostill¨® Pasqual). Lozano agradeci¨® que despu¨¦s de su papel de buf¨®n en El Rei Lear con caperuza de pl¨¢stico la hagan salir elegante aqu¨ª. Madaula destac¨® que han buscado el tono De Filippo, ¡°cargado de melancol¨ªa y tristeza¡±, interpretando ¡°como si fueramos dibujos animados y no personas¡±.

Pasqual destac¨® la buena marcha del teatro en Barcelona, con ocupaciones medias del 70 % y obras que cuelgan el cartel de agotadas las localidades antes de estrenar, como ha pasado con el Hamlet del propio Lliure y el Don Joan del Teatre Nacional de Catalunya.