Tres preguntas alrededor del hombre Miguel de Cervantes (un personaje en construcci¨®n)
La falta de noticias reales, de documentaci¨®n, es la que ha permitido ir creando toda una serie de leyendas, de mitos, alrededor de su persona
Miguel de Cervantes Saavedra, que, con el tiempo, llegar¨ªa a ser considerado como uno de los escritores m¨¢s influyentes de la cultura occidental, vivi¨® durante los Siglos de Oro como uno m¨¢s de los cientos de escritores que intentaban medrar en una corte, Madrid, que era el centro del mundo por aquel entonces. Desde la perspectiva actual, desde la del monumento de m¨¢rmol y de las estatuas de bronce en tantas plazas y museos, desde el triunfo del mito Cervantes como ¡°genio creador¡±, ¡°regocijo de las musas¡±, es dif¨ªcil entender que sepamos tan poco de Miguel de Cervantes hombre, que no se llevara casi un registro diario de su vida. Y esta falta de noticias reales, de documentaci¨®n, es la que ha permitido ir creando toda una serie de leyendas y de mitos alrededor de su persona; ha puesto las bases para el triunfo del Cervantes personaje, que el propio autor complutense comenz¨® a forjar con decenas de referencias dentro de sus obras.
1. ?Conocemos realmente algo de la vida de Miguel de Cervantes?
?Es cierto que sabemos bien poco de la vida de Cervantes? ?C¨®mo podemos afirmarlo cuando los repertorios de documentos alrededor de su persona y de su familia suman m¨¢s de 1500 entradas?
De Miguel de Cervantes, como de la mayor¨ªa de los escritores de los Siglos de Oro que no fueron nobles o eclesi¨¢sticos, solo conocemos su partida de bautismo (naci¨® en Alcal¨¢ de Henares), los documentos legales de transacciones econ¨®micas (cobro de la soldada, poderes para realizar actividades, contratos de alquiler, documentaci¨®n relacionada con su puesto de cobrador de impuestos en Andaluc¨ªa¡), y todos aquellos que tienen que ver con su vida literaria (contratos de escritura de comedias, peticiones de aprobaciones y privilegios, poderes para litigar contra ediciones piratas¡), el libro de difuntos... y poco m¨¢s.
En cambio, de Cervantes sabemos mucho (o bastante) de su participaci¨®n en la batalla de Lepanto (octubre de 1571) aunque estuviera en ella como un soldado raso, as¨ª como de su vida heroica y ejemplar durante los cinco a?os que estuvo en Argel. ?De d¨®nde proceden estas noticias? De dos informaciones que conocemos con los t¨ªtulos de Informaci¨®n de Madrid e Informaci¨®n de Argel, que fueron escritos, respectivamente, por el padre y por el propio Miguel. En las informaciones, un notario da fe de lo que han declarado varios testigos al formulario de preguntas que se ha entregado previamente. El testigo, elegido por el propio impulsador de la informaci¨®n, tan solo ratifica y a?ade alg¨²n detalle m¨¢s sobre lo preguntado. Las informaciones siempre tienen la finalidad de apoyar alguna petici¨®n de quien las promueve. Siempre se ofrece una imagen ideal. Por este motivo, algunos investigadores defienden que la Informaci¨®n de Argel, escrita en septiembre de 1580, es la primera ¡°ficci¨®n narrativa¡± escrita por Cervantes.
2. ?Quiso realmente Miguel de Cervantes ser escritor?
?So?¨® o luch¨®, como otros escritores de la ¨¦poca, en poder vivir de lo que era capaz de escribir, estrenar o imprimir, como, por ejemplo, Lope de Vega o William Shakespeare? El mito de Miguel de Cervantes como ¡°genio creador¡±, el que triunfa a partir del siglo XVIII, ha distorsionado el modo de conocer y acercarnos a su obra, escrita a lo largo de toda una vida, pero publicada, en su casi totalidad, en sus ¨²ltimos a?os. ?Con qu¨¦ finalidad o con qu¨¦ finalidades se acerc¨® Cervantes a la literatura?
En Cervantes, al margen de los primeros poemas de circunstancias escritos cuando contaba 20 y 21 a?os y difundidos en los actos madrile?os para celebrar el nacimiento de la princesa Micaela (1567) o para llorar la muerte de la reina Isabel de Valois (1568), o de la ep¨ªstola que le env¨ªa al secretario Mateo V¨¢zquez desde Argel en 1577, podemos distinguir dos momentos literarios bien diferenciados.
Un primer momento literario, que se extiende m¨¢s all¨¢ de treinta a?os, va desde La Galatea (publicada en 1585, pero ya muy avanzada en 1582) al primer Quijote (1605), en que tambi¨¦n conseguir¨¢ un cierto renombre como dramaturgo y como romancista.
Y un segundo, de tan solo tres a?os, en que ultima y publica la mayor parte de las obras que hab¨ªa escrito en los a?os anteriores: desde las Novelas ejemplares (1613) al segundo Quijote (1615), al que habr¨ªa que a?adir el Persiles, publicado en 1617, un a?o despu¨¦s de su muerte.
En el primero de estos momentos, la literatura se concibe como un instrumento, ya sea para conseguir el prestigio que le permita obtener la ¡°merced¡± que anhela desde su vuelta del cautiverio en 1580 (ocupar uno de los puestos vacantes en la administraci¨®n de Am¨¦rica), o ya sea como un medio de obtener un beneficio econ¨®mico inmediato (el contrato con autores de comedias para escribir comedias; o el contrato con Francisco de Robles para escribir un libro de caballer¨ªas, el primer Quijote). Este momento es el que m¨¢s le vincula con otras decenas de escritores magn¨ªficos que viven tambi¨¦n dentro y fuera de Madrid en estos a?os, los conocidos como Siglos de Oro.
Ser¨¢ el segundo momento, la ¡°vida en papel¡± de sus ¨²ltimos a?os, donde Cervantes va a volcarse en un proyecto literario que no tiene tanto la pretensi¨®n de conseguir un beneficio en su tiempo como de proyectarse en el futuro¡ Un proyecto editorial que toca todos los g¨¦neros, en que quer¨ªa dejar huella: por un lado, la novela, comenzando como su ¡°tabla de trucos¡±, las Novelas ejemplares, su verdadero muestrario de genialidades; y terminando por la novela bizantina El Persiles, la forma m¨¢s culta y prestigiosa de novelar del momento; por otro, la poes¨ªa narrativa (Viaje del Parnaso) y la poes¨ªa dram¨¢tica (Comedias); y por ¨²ltimo, el teatro (los Entremeses). Este momento es el que le hace ¨²nico¡ aunque ser¨¢ en la frontera de los dos, en la mezcla de ambos gracias a las dos partes del Quijote, donde se pondr¨¢n las bases de su genialidad, de aquello que le hace ¨²nico en relaci¨®n al resto de los escritores de su tiempo.
Este proyecto editorial, que deber¨ªa completarse con la segunda parte de La Galatea, un poema ¨¦pico como el Bernardo, o las Semanas del Jard¨ªn, como anuncia en los pr¨®logos y dedicatorias de sus obras, tuvo que ser interrumpido en 1614 para dar fin a la segunda parte del Quijote, despu¨¦s de la aparici¨®n del Quijote ap¨®crifo firmada por Alonso Fern¨¢ndez de Avellaneda. ?Curiosidades del destino! La obra que estaba fuera del proyecto es la que le ha dado, al final, la fama de ¡°escritor genial¡±, ¡°regocijo de las musas¡±.
3. ?Hasta qu¨¦ punto el personaje Cervantes es m¨¢s real que el hombre Cervantes?
El Quijote triunf¨® por toda Europa como un particular libro de caballer¨ªas a lo largo y ancho del siglo XVII. En el XVIII, la obra comienza a transitar nuevas lecturas, hasta imponerse la lectura seria que lo interpreta como una s¨¢tira moral en la Inglaterra que est¨¢ buscando nuevos modelos de narrativa; y as¨ª hasta llegar a las cientos de traducciones a casi 150 variedades ling¨¹¨ªsticas desde 1612 (ingl¨¦s) hasta nuestros d¨ªas. De la mano del Quijote, Cervantes se va alzando como un personaje que tiene que estar a la altura de la grandeza del mito que no deja de conquistar espacios, lectores y definiciones acad¨¦micas. La iconograf¨ªa de Dor¨¦ en 1863 impone un imaginario quijotesco que, en m¨¢s de una ocasi¨®n, se confunde con el cervantino. La representaci¨®n de la muerte les iguala: el uno redactando su testamento, el otro escribiendo su carta dedicatoria al conde de Lemos¡
?Es m¨¢s real Miguel de Cervantes, el personaje Miguel de Cervantes que Don Quijote de La Mancha, un estallido de voluntad creado por ese otro personaje genial que es Alonso Quijano el Bueno, a su vez, confundido con su creaci¨®n? ?Muere Alonso Quijano en su lugar de La Mancha o es Don Quijote, ya imposible de arrancarse la m¨¢scara genial de su personaje, el que nos abandona al final de la segunda parte? ?Es Cervantes quien muere en la calle Francos el 22 de abril de 1616, o quiz¨¢s Cervantes, como personaje, sigue vivo en tantas historias y leyendas como se han ido escribiendo de ¨¦l, dada la falta de datos sobre su persona? ?D¨®nde est¨¢n los l¨ªmites entre la ficci¨®n y la realidad? ?Qu¨¦ es real en la vida de Cervantes, que es invenci¨®n? ?Hasta qu¨¦ punto la invenci¨®n no termina por convertirse en un dato biogr¨¢fico m¨¢s cuando se recuerda, cuando se escribe, cuando se interpreta?
El hombre Miguel de Cervantes es como la arena. Se nos escapa de las manos cuando le queremos limitar a una ¨²nica interpretaci¨®n. Su vida es compleja porque es una vida de voluntades y de construcci¨®n. ¡°Yo s¨¦ quien soy¡± gritar¨¢ Don Quijote al final del cap¨ªtulo 5 de la primera parte. Y Miguel de Cervantes tambi¨¦n lo sab¨ªa, o cre¨ªa que lo sab¨ªa, o parece que cre¨ªa que lo sab¨ªa a lo largo de su vida¡ Ahora, a los 400 a?os de su muerte ha llegado el momento de preguntarnos: ?Y qu¨¦ sabemos nosotros?
Jos¨¦ Manuel Luc¨ªa Meg¨ªas (Ibiza, 1967) es catedr¨¢tico en la Universidad Complutense de Madrid, presidente de honor de la Asociaci¨®n de Cervantistas, autor del libro La juventud de Cervantes (Edaf, 2016). comisario de la exposici¨®n Miguel de Cervantes: de la vida al mito (en la BNE) y de la exposici¨®n Quijotes por el mundo, que se inaugur¨® en el congreso de la Lengua en Puerto Rico el pasado 10 de marzo.
Babelia
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