Los Rolling Stones como piezas de museo
Londres cuenta con dos exposiciones retrospectivas que invitan a sumergirse en la obra y vida de la banda brit¨¢nica
Es un 25 de enero de 1963. Un joven Keith Richards tiene el d¨ªa libre y lo apunta con letras may¨²sculas en su diario de bolsillo. Est¨¢ feliz y ha decidido comprarse una nueva guitarra, una Harmony Meteor. A Mick Jagger le fastidia ir a cortarse el pelo y Brian Jones s¨®lo quiere que le dejen dormir. Bill Wyman odia viajar y Charlie Watts no tiene nada en particular que le desagrade. O eso dice en un formulario para el club de fans de los Rolling Stones. ¡°?ramos los que m¨¢s lo romp¨ªamos a excepci¨®n de los Beatles¡±, recuerda Richards.
Muy cerca de la plaza Sloane en el barrio londinense de Chelsea, casi 300 personas enfilan la entrada de la Galer¨ªa Saatchi. El p¨²blico aguarda pacientemente para acceder a Exhibitionism?, la nueva exposici¨®n sobre los Rolling Stones que ha abarrotado las nueve salas con m¨¢s de 500 objetos de la ic¨®nica banda.
La muestra, que ha contado con la participaci¨®n activa de Jagger, Richards, Watts y Wood, es un viaje por los m¨¢s de 50 a?os de historia de los Rolling Stones y es una oportunidad para leer el primer contrato firmado por Brian Jones en mayo de 1963 o ser testigos del apartamento que la banda compart¨ªa no muy lejos de la Saatchi.
¡°Esto absolutamente asqueroso pero es fant¨¢stico. ?Imagina cu¨¢nto se divirtieron aqu¨ª!¡±, dice una asistente entusiasmada al ver la recreaci¨®n del n¨²mero 102 de Edith Groove. Botellas de cerveza desperdigadas, platos apilados en la fregadero, colillas y mucho blues. Vinilos de Muddy Waters y Chuck Berry, instant¨¢neas de la primera gira estadounidense, carteles de conciertos donde compartieron escenario con The Beach Boys y James Brown se suceden en las primeras salas de una exposici¨®n donde los instrumentos tambi¨¦n juegan un papel esencial.
Richards y Wood son los que m¨¢s han aportado a la colecci¨®n de guitarras pero tambi¨¦n se pueden ver algunas reliquias como el dulcimer el¨¦ctrico de que Brian Jones us¨® para grabar algunos temas en Aftermath, la bater¨ªa Ludwig Sky Blue Pearl de Watts o la Gibson Hummingbird de Jagger con la que compuso temas como Can?t Always Get What I Want o Sympathy for the Devil.
La sala n¨²mero cuatro escenifica el proceso de grabaci¨®n resaltando la importancia del londinense Olympic Studios o el Path¨¦ Marconi en Paris donde ¡°se tocaba un tema veinte veces y se dejaba marinar otras veinte. Se trabajaba con los tiempos de Keith¡±, resalta Charlie Watts.
La simbolog¨ªa de la emblem¨¢tica banda se evidencia en varios espacios dedicados al dise?o y al estilo de los Rolling Stones. ¡°Siempre ha sido un gusto verlos¡±, dice el director estadounidense Martin Scorsese en un repaso a los documentales basados en el grupo y que incluyen t¨ªtulos como el Sympathy for the Devil de Jean Luc Goddard o el Gimme Shelter de Albert y David Moysles y que cubre la gira estadounidense de 1969 donde se produjo el tr¨¢gico concierto de Altamont.
¡°Sacar la lengua es algo antiautoritario y de protesta¡±, expres¨® el dise?ador del logo de los Rolling Stones, John Pasche. La banda siempre cuid¨® la imagen que desprend¨ªa y nunca se interesaron por los trajes y las corbatas. Muestra de ello es la colecci¨®n de vestimentas que forma parte de esta exposici¨®n en la que Jagger ha sido el principal contribuidor. Su m¨ªtica chaqueta roja militar utilizada en el 1966 o su terno a cuadros negros y blancos son recuerdos de una King?s Road, junto a la galer¨ªa, que ahora es un colmado de boutiques de precios estratosf¨¦ricos.
La importancia de su iconograf¨ªa, la evoluci¨®n a la hora de hacer videoclips y el cuidado en el dise?o de sus discos va de la mano de la maquinaria que se despliega en cada gira de los Rolling Stones. En la exposici¨®n se pueden observar los detalles del despliegue de sonido, luz y color que se ensambla para cada actuaci¨®n. Bocetos y planos acompa?an a las maquetas de los escenarios elaborados para las giras Steel Wheels Stage de 1989 o la Bridges to Babylon de 1996. ¡°El truco est¨¢ en que el escenario no se apodere de la m¨²sica¡±, confiesa Jagger
La muestra tambi¨¦n acoge una sala con distintas rarezas que los miembros de la banda han coleccionado durante estos a?os y se reserva un final electrizante. Tras m¨¢s de cincuenta pa¨ªses visitados, a los que recientemente se le ha sumado Cuba, m¨¢s de cuarenta giras y superados los dos mil conciertos, Exhibitionism es una ocasi¨®n para disfrutar de una mirada hol¨ªstica a la historia de los Rolling Stones. ¡°Nada est¨¢ acabado porque estemos haciendo una exposici¨®n retrospectiva¡±, apunta Mick Jagger mientras que otro Stone, Ronnie Wood, confirm¨® el lanzamiento de un nuevo ¨¢lbum a finales de a?o.
1965 ¨C 1967, ¨ªntimos Rolling Stones
Cerca de Piccadilly Circus hay un pasaje comercial para clientela ostentosa. Entre una bisuter¨ªa y una peluquer¨ªa de caballeros se encuentra un peque?o espacio convertido en un retazo de la cultura rock de Londres. Snap Galleries, especialista en exposiciones fotogr¨¢ficas ligadas al rocanrol, cuenta hasta finales de mayo con una muestra de los Rolling Stones a trav¨¦s del objetivo del fot¨®grafo ingl¨¦s Gered Mankowitz.
La exposici¨®n, Off the Hook, recopila im¨¢genes tomadas entre 1965 y 1967 y es una vuelta a los inicios de la banda, a la grabaci¨®n en los estudios RCA de Hollywood, a la gira estadounidense de 1965 y los momentos c¨®mplices en el camerino. "La llamamos la cruz", dice el periodista italiano Roberto Calabr¨° en referencia a la composici¨®n de seis im¨¢genes que resaltan en esta muestra. Son los retratos de Jagger, Richards, Jones, Wyman y Watts que bordean un posado de la banda. Estas tomas fueron encargadas a Mankowitz como fotos de carn¨¦ para los visados de los Rolling Stones. Una vez recuperadas del olvido y gracias a la t¨¦cnica del chromaluxe, Mankowitz ha logrado una gran vivacidad en las fotograf¨ªas que presiden hoy la galer¨ªa dirigida por Guy White.
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