Mowgli y la extra?a familia

Estrenada diez meses despu¨¦s del fallecimiento de Walt Disney, El libro de la selva (1967) de Wolfgang Reitherman fue la ¨²ltima pel¨ªcula de animaci¨®n concebida por el padre de Mickey Mouse. En ella perviv¨ªan las esencias de la animaci¨®n disneyana ¨Cel arte animado como ilusi¨®n de vida; el personaje como ente dotado de alma- y se consolidaban elementos de renovaci¨®n est¨¦tica abiertos en?101 d¨¢lmatas (1961) ¨Cla posibilidad de preservar la energ¨ªa gr¨¢fica de los esbozos gracias al sistema Xerox-. Era una pel¨ªcula cargada de encanto, con personajes carism¨¢ticos ¨CBaloo, el rey Louie, Ka- y canciones muy seductoras ¨Cdebidas a los imbatibles hermanos Sherman, a excepci¨®n de la nominada al Oscar?The Bare Necessities de Terry Gilkison, uno de los coautores de ¡°Memories Are Made of This-. La pel¨ªcula fue un hito ¨Ccomercial y cr¨ªtico- y marc¨® el fin de la primera edad de oro en Disney: las inmediatas pel¨ªculas animadas tras la muerte del fundador estuvieron marcadas por un empe?o poco f¨¦rtil en no arriesgar m¨¢s all¨¢ de lo ya probado.

El libro de la selva de Jon Favreau no es tanto una nueva adaptaci¨®n de las fuentes literarias de Rudyard Kipling como una muy particular reescritura de la pel¨ªcula del 67. No hay que considerarla como su versi¨®n en imagen real, pues aqu¨ª lo ¨²nico real es el ni?o que encarna a Mowgli y el resto, animaci¨®n hiperrealista que s¨®lo recurre al atajo t¨¦cnico de la captura de movimiento de manera muy ocasional. As¨ª, la pel¨ªcula no s¨®lo parece dialogar con el cl¨¢sico de Reitherman, sino tambi¨¦n con la serie de las True-Life Adventures, que, entre 1948 y 1960, aplic¨® una ¨®ptica disneyana al g¨¦nero del documental naturalista a trav¨¦s de locuciones que suavizaban, y ba?aban con aire de f¨¢bula, virtuosas im¨¢genes de la vida natural.

Favreau renuncia a las ideas m¨¢s locas del original ¨Cla militarizaci¨®n de los elefantes, los buitres con peinado Beatle-, pero hay novedades muy afortunadas: convertir el rey Louie en una suerte de simiesco coronel Kurtz y canalizar con precisi¨®n las interpretaciones vocales de Bill Murray y Scarlett Johansson en la meditada gestualidad de los personajes de Baloo y Ka, respectivamente. La figuraci¨®n ¨Cel puercoesp¨ªn, los ratones- compone un efervescente recital de ideas c¨®micas y un Shere Khan con voz de Idris Elba se convierte en el coraz¨®n negro de esta pel¨ªcula tan en¨¦rgica, efervescente, eficaz e imaginativa como respetuosa con sus fuentes.