Un prolijo testamento sonoro
Cervantes es, con Lorca, el autor espa?ol que m¨¢s partituras ha inspirado en todo el mundo
Las referencias musicales est¨¢n presentes en casi toda la obra de Cervantes, y la exactitud de sus descripciones sugiere que tuvo conocimientos de m¨²sica, al menos b¨¢sicos. En sus piezas teatrales indica con precisi¨®n los momentos en que aparece la m¨²sica y en qu¨¦ consisten sus intervenciones, y en sus novelas evoca canciones, romances, danzas, bailes e instrumentos con tal precisi¨®n que logra transmitirnos verdaderas im¨¢genes sonoras. Las obras cervantinas suenan y la inspiraci¨®n auditiva y musical se percibe constantemente: ¡°Oyeron asimismo confusos y suaves sonidos de diversos instrumentos, como de flautas, tamborinos, salterios, albogues, panderos y sonajas (¡). Los m¨²sicos eran los regocijadores de la boda, que en diversas cuadrillas por aquel agradable sitio andaban, unos bailando, y otros cantando, y otros tocando la diversidad de los referidos instrumentos¡± (Quijote II, cap¨ªtulo XIX).
La universalidad de su obra, su vida aventurera y el papel destacado de la m¨²sica en sus textos explican por qu¨¦ Cervantes ha suscitado una extraordinaria cantidad de obras musicales de todos los g¨¦neros y estilos, tanto instrumentales como vocales, desde canciones ¡ªpor ejemplo, Don Quijote de Augusto Alguer¨®¡ª hasta grandes ¨®peras, como la tragedia l¨ªrica Numance, de Henry Barraud, o Don Quijote de Crist¨®bal Halffter, desde obras para piano solo como Le C?ur de Don Quichotte (el coraz¨®n de don Quijote), de Nicolas Nabokov, hasta poemas sinf¨®nicos como Don Quijote velando las armas, de ?scar Espl¨¢.
Impresiona saber que en 1614, a?o en el que se public¨® la traducci¨®n francesa de la primera parte del Quijote, se estren¨® el 3 de febrero en Par¨ªs un Ballet de Dom Guichot et des chats et des rats (ballet de don Quijote y de los gatos y de las ratas). Y a lo largo de m¨¢s de cuatro siglos, cientos de compositores pondr¨¢n m¨²sica a los textos cervantinos o se inspirar¨¢n en ellos. De esta ingente lista de m¨²sicos, podemos citar, entre muchos posibles, a los alemanes Telemann, Mendelssohn y Richard Strauss; al brit¨¢nico Purcell; a los espa?oles Barbieri, Bret¨®n, Chap¨ª, Falla, Espl¨¢ y Guridi; a los italianos Caldara, Paisiello, Salieri, Mercadante y Donizetti; a los franceses Boismortier, Massenet, Ravel e Ibert. M¨¢s cerca de nosotros, aparecen nombres como los de Gerhard, Rodrigo, Ernesto y Rodolfo Halffter, Petrassi, Ohana, Henze, Bernaola, Crist¨®bal Halffter, Garc¨ªa Abril, Zender, Tom¨¢s Marco, Garc¨ªa Rom¨¢n, F¨¦nelon, Fern¨¢ndez Guerra, Jos¨¦ Luis Turina y Sotelo.
No resulta exagerado afirmar que la obra musical cervantina m¨¢s universalmente admirada y difundida es El retablo de maese Pedro (1919-23), ¨®pera de c¨¢mara de Manuel de Falla ¡°compuesta como homenaje devoto a la gloria de Miguel de Cervantes¡±. Esta obra marca un hito, no solo en la m¨²sica del siglo XX, sino tambi¨¦n en la recreaci¨®n musical del Quijote. Falla logra una amalgama ¨²nica de materiales procedentes de las fuentes antiguas de la m¨²sica hispana y de elementos plenamente vanguardistas. Para elaborar el libreto, se inspir¨® fundamentalmente en el episodio narrado en el cap¨ªtulo XXVI de la segunda parte del Quijote, pero tom¨® tambi¨¦n frases y sintagmas extra¨ªdos de otros cap¨ªtulos de la novela, hil¨¢ndolos con un gran respeto al texto cervantino. En 2003, Tom¨¢s Marco elabor¨® tambi¨¦n el libreto de su ¨®pera de c¨¢mara El caballero de la triste figura utilizando ¨²nicamente palabras de Cervantes. Pero el espectro de interpretaciones l¨ªrico-teatrales de los textos cervantinos es muy amplio, desde la m¨¢xima fidelidad hasta las versiones m¨¢s libres, en las que se reinterpretan personajes y situaciones, aparecen nuevos protagonistas o incluso se modifican las coordenadas de espacio y tiempo. Acerqu¨¦monos a tres de los casos m¨¢s curiosos.
En Don Chisciotte in Venecia (1748-1752), intermezzo de Giovanni Antonio Giay, don Quijote vive las aventuras correspondientes a los episodios del encantamiento de Dulcinea y del retablo de maese Pedro en Venecia, durante el carnaval. En la ¨®pera Le Chevalier imaginaire (el caballero imaginario) (1984-1986), el compositor franc¨¦s Philippe F¨¦nelon realiza una s¨ªntesis entre el Quijote y un cuento de Franz Kafka titulado La verdad sobre Sancho Panza. La originalidad de esta obra reside en el hecho de que don Quijote se convierte en una ficci¨®n surgida de la imaginaci¨®n de su escudero. En D. Q. (Don Quijote en Barcelona) (1998-1999), ¨®pera en tres actos de Jos¨¦ Luis Turina sobre libreto de Justo Navarro, el primer acto transcurre en una casa de subastas en Ginebra, en el a?o 3014; el segundo acto se desarrolla en el apartamento de un rascacielos de Hong Kong, en 3016, y en el tercer acto surge don Quijote en Barcelona, en 2005, en el marco de un congreso dedicado al Quijote.
Con toda seguridad, los pr¨®ximos cuatro siglos aportar¨¢n nuevos niveles de interpretaci¨®n y sorprendentes lecturas musicales de la obra de Cervantes.
Yvan Nommick es catedr¨¢tico de Musicolog¨ªa en la Universidad Paul-Val¨¦ry Montpellier 3.
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