Los familiares de un asesinado con Lorca reactivan su b¨²squeda
Los descendientes del maestro Di¨®scoro Galindo ofrecen una muestra de ADN para identificar a su abuelo
A media ma?ana de hoy, viernes, Javier Navarro, arque¨®logo encargado de la nueva b¨²squeda de la fosa donde se supone est¨¢ enterrado Federico Garc¨ªa Lorca, se dirig¨ªa junto a Nieves Garc¨ªa ¡ªnieta de Di¨®scoro Galindo, asesinado el mismo d¨ªa¡ª a Labgenetics, en Madrid. Portaban una muestra de ADN de su abuelo y un permiso. La muestra pasar¨¢ a los informes que esperan reactivar una b¨²squeda bloqueada desde hace meses por la Junta de Andaluc¨ªa. El permiso es la petici¨®n de dos de las nietas del maestro republicano hacia la Direcci¨®n General de Memoria Democr¨¢tica Andaluza de que la familia desea expresamente hallar los huesos de su antepasado.
Se trata de un paso importante en la b¨²squeda de los restos lorquianos. ¡°Esperamos que con esto, se ayude a resolver todo¡±, comentaba a EL PA?S Nieves Garc¨ªa. ¡°Deseamos que la historia se escriba como fue, sino, las heridas, seguir¨¢n abiertas¡±.
Tras el intento fallido de la primera excavaci¨®n, que segu¨ªa las tesis de Ian Gibson, el historiador Miguel Caballero y Javier Navarro, se apoyaron en la versi¨®n del general Fernando Nestares para buscar los cad¨¢veres en un enclave alejado 400 metros de donde empez¨® todo. El militar, hijo del jefe de los guardias de asalto encargados de la ejecuci¨®n, se basa en los testimonios que le dieron en 1977 tres de los participantes en la matanza. ¡°Es un testimonio muy fiable. No creo que aquellos implicados a las ¨®rdenes de un militar hubieran mentido a?os m¨¢s tarde a otro militar, m¨¢s cuando este es hijo de aquel¡±.
La versi¨®n que manejan fue expuesta en un principio por el falangista Eduardo Molina Fajardo, que investig¨® los hechos y fueron publicados p¨®stumamente, en 1983. Esta difer¨ªa en unos 400 metros de la que le dio a Gibson en los a?os sesenta Manuel Castilla Blanco, Manolillo el comunista. All¨ª se construy¨® un parque conmemorativo, donde la figura de Lorca sirve de s¨ªmbolo, aunque la familia se encarga en recalcar que fue uno m¨¢s de los cientos de asesinados que cayeron por los alrededores de Alfacar y el barranco de V¨ªznar.
El terreno donde va a reanudarse la b¨²squeda tiene sus dificultades. ¡°Pero hemos hecho un estudio t¨¦cnico y pormenorizado del mismo¡±, anuncia Navarro. Ha sido removido durante los a?os posteriores a las matanzas. Queda a 24 pasos del cortijo que llaman del Pepino, junto al camino del Obispo. Primero, los nacionales sublevados lo utilizaron como campo de pr¨¢cticas de tiro. Posteriormente, sirvi¨® como circuito de motocross y campo de f¨²tbol, con su correspondiente relleno.
Cuando Juan Caballero Leyva, entonces alcalde de Alfacar quiso removerlo, Isabel Garc¨ªa Lorca, hermana del poeta, protest¨® ante ¨¦l y la Junta se?alando por carta que ah¨ª pod¨ªan encontrarse los restos de su hermano. ¡°Distinguido amigo. Ha llegado a mis o¨ªdos el plan que tiene el ayuntamiento de Alfacar, que usted preside, de hacer un campo de f¨²tbol justo donde fueron a caer miles de hombres asesinados, muchos de ellos, supongo, correligionarios suyos, socialistas. Tambi¨¦n est¨¢ ah¨ª mi hermano, Federico Garc¨ªa Lorca¡±.
Basados en un an¨¢lisis cient¨ªfico del terreno, Navarro, Caballero y su equipo iniciaron a petici¨®n de un organismo de la Junta ¡ªentonces ocupado por Izquierda Unida¡ª, las excavaciones sin que pudieran finalizarlas por cuestiones meteorol¨®gicas. La pala excavadora que realizaba los trabajos necesitaba ser utilizada en labores de limpieza de carreteras. Cuando quisieron reanudarlas, el nuevo responsable de Memoria Democr¨¢tica, Javier Gir¨¢ldez (PSOE), les comunic¨® que no promover¨ªan el proyecto y que presentaran una solicitud para subvenciones. Los encargados de la excavaci¨®n le comunicaron que ya dispon¨ªan de unos fondos recaudados por donaciones privadas. Aun as¨ª, a espera de un informe jur¨ªdico desde el pasado mes de agosto que les d¨¦ v¨ªa libre para cumplir con los requisitos legales que quiere poner en marcha el Gobierno de Andaluc¨ªa ¡ªpese a que a¨²n no han entrado en vigor¡ª, no han recibido noticias oficiales.
¡°En sus declaraciones p¨²blicas, los miembros de la Junta alegan que puede haber defectos de forma. Si entre esos defectos est¨¢ que no cont¨¢bamos con el apoyo de las familias, a partir de hoy ya no existen¡±, asegura Navarro. ¡°Nos pondremos en contacto con la familia Galad¨ª ¡ªel banderillero, otro de los asesinados junto a Lorca y Galindo¡ª, pero con la voluntad expl¨ªcita de los descendientes del maestro, hemos dado un paso importante¡±.
La familia Lorca ha manifestado en diversas ocasiones que no quiere recuperar los restos. Su posici¨®n, a d¨ªa de hoy, es la misma. Pero Nieves Garc¨ªa y su hermana Julia, han accedido a ello. Con ese paso, se puede activar el protocolo de exhumaciones. ¡°La actitud de la Junta es muy extra?a¡±, comenta Navarro, experto en recuperar fosas de v¨ªctimas por toda Espa?a. ¡°En Arag¨®n, por ejemplo, los permisos tardan una semana. Aqu¨ª llevamos esperando desde agosto¡±.
Aun as¨ª, Navarro se alegra ahora de que la iniciativa se reactive con el apoyo de la familia Galindo. ¡°Perteneci¨® a un colectivo especialmente noble y duramente represaliado por los vencedores, el de los maestros de escuela republicanos. Su importancia debe ser reivindicada. De prosperar todo, este ser¨ªa el segundo cuerpo de un profesor que recupero. El primero fue el de Jos¨¦ Arregui Vicen, en Murillo de Gallego (Zaragoza)¡±.
Un error de c¨¢lculo le llev¨® a la muerte
Fue un error de c¨¢lculo. El miedo. Reci¨¦n asestado el golpe militar del 18 de julio, Federico Garc¨ªa Lorca, en vez de quedarse en Madrid, se traslad¨® a Granada convencido de que all¨ª se encontrar¨ªa m¨¢s seguro. Pero la ciudad fue tomada por los nacionales y qued¨® aislada, bajo el control de radicales exaltados ¡ªentre otras cosas pos las salvajes arengas del general Queipo de Llano¡ª con ganas de sangre. Que una de las familias falangistas m¨¢s reconocidas de la ciudad, los Rosales, escondiera al poeta en su casa, no fren¨® a quienes lo persegu¨ªan para dejarlo bajo tierra. Tras ser detenido, en la madrugada del 17 de agosto fue conducido junto a otros dos aprisionados, el maestro de Publiana Di¨®scoro Galindo, y el banderillero anarquista Francisco Galad¨ª. El escuadr¨®n negro formado por Antonio Benavides, Mariano Ajenjo, Salvador Varo y los campeones de tiro Juan Jim¨¦nez Cascales y Fernando Correa Carrasco, armados con sus pistolas Astra modelo 902 calibre 7,65 mil¨ªmetros y sus fusiles Mauser, los acribillaron, tal como el general Fernando Nestares cuenta que le confesaron tres de los implicados a?os despu¨¦s. Fue en una visita al paraje donde dijeron matarlos. El mismo que espera ahora la pala excavadora.
Excavaciones en dos lugares pr¨®ximos
Las primeras excavaciones en busca del cad¨¢ver de Lorca y los otros asesinados junto al poeta comenz¨® en 2009 y no dio resultado. Se basaba en la versi¨®n que el escritor Ian Gibson investig¨® sobre el asesinato, en la que utiliz¨® el testimonio de Manuel Castillo Blanco, testigo de los hechos. En 2014, apoyados por otra l¨ªnea, la de Molina Fajardo, corroborada por el general Fernando Nestares en 1977 y apoyada por el historiador Miguel Caballero, empez¨® la siguiente a 400 metros de la primera, fuera del parque conmemorativo. No fue concluida entonces por motivos t¨¦cnicos y ahora busca ser reactivada con los permisos oportunos.
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