Pollock se mide con Picasso en M¨¢laga
El gran ¡®Mural¡¯ del artista norteamericano se exhibe por primera vez en Espa?a
Una de las sorpresas que dej¨® la restauraci¨®n de Mural, la m¨ªtica obra de Jackson Pollock (Cody, Wyoming, 1912 ¨C Long Island 1956) que introdujo al artista en el expresionismo abstracto, fue la explosi¨®n de rojos intensos, amarillos y rosas que atesoraba el lienzo, escondidos durante d¨¦cadas por la suciedad y una especie de capa de barniz que un equipo del Getty Conservation Institute de Los ?ngeles se encarg¨® de retirar durante 18 meses. La reci¨¦n remozada pintura se embarc¨® despu¨¦s en una gira europea que la ha llevado por Venecia y Berl¨ªn antes de recalar en el Museo Picasso M¨¢laga (MPM), donde se exhibe por primera vez en Espa?a hasta el pr¨®ximo 11 de septiembre.
Mural, pintado en 1943, cuando Pollock no era nadie, es su obra m¨¢s grande (seis metros de ancho y casi dos y medio de alto). Que se muestre ahora en la pinacoteca dedicada al genio malague?o en su ciudad natal, puede tener una curiosidad especial, porque Pollock siempre admir¨® a Picasso, pese a que ve¨ªa en ¨¦l a un rival al que superar constantemente. El norteamericano contempl¨® el Guernica en dos ocasiones, en 1939, en Nueva York: en la galer¨ªa Valentine y en el MoMA, durante la retrospectiva dedicada al pintor espa?ol.
¡°Si hubiera podido, hubiera usado una varita m¨¢gica para traer el Guernica aqu¨ª tambi¨¦n¡±, ha subrayado este mi¨¦rcoles el comisario de la muestra, David Anfam, para quien Mural muestra perfectamente ¡°la fascinaci¨®n¡± de Pollock por esta obra magna de Picasso. Por ejemplo, en los ¡°movimientos violentos¡±. Tambi¨¦n ha recordado el a?o en que se crea, en plena Segunda Guerra Mundial.
La obra fue un encargo de la coleccionista Peggy Guggenheim, en el verano de 1943, para decorar la entrada de su apartamento de Nueva York. La pintura se entreg¨® a principios de noviembre. Las caracter¨ªsticas de la estancia, alargada y estrecha, proporcionaron una forma de contemplarla, sin distancia, que al final persiguieron todos los artistas expresionistas. ¡°Los invitados que iban a la casa de Peggy Guggenheim se encontraban inmersos en la obra, como dentro del lienzo, y eso se convirti¨® en un objetivo¡±, ha explicado Sean O¡¯Harrow, director del Museo de Arte de la Universidad de Iowa, propietario del cuadro.
La colosal tela (es lino belga) est¨¢ acompa?ada en la exposici¨®n Mural. Jackson Pollock. La energ¨ªa hecha visible, abierta al p¨²blico desde este jueves, por 41 obras que dan contexto a la gran protagonista, adem¨¢s de una serie de instant¨¢neas que indagan en la relaci¨®n del artista con la fotograf¨ªa de acci¨®n, centrada en los mismos temas que lo obsesionaron a ¨¦l: la energ¨ªa y el movimiento.
El montaje incluye otras seis pinturas de Pollock, como una pintura que a¨²n muestra al creador algo m¨¢s atento a la figuraci¨®n pict¨®rica (Hombre desnudo, 1938-1941) y su obra Circuncisi¨®n (1946), de menor dimensi¨®n que Mural, pero con sus mismos trazos de colores. Enfrentada al gran cuadro del artista se expone Otra tormenta (1963), pintada por su mujer, Lee Krasner, autora tambi¨¦n de Promenade (1947).
Otros grandes lienzos que se pueden contemplar en las salas del MPM son Hilo/Yarn, de Andy Warhol (1983); Eleg¨ªa a la Rep¨²blica Espa?ola n? 126, de Robert Motherwell (1965-1975); So?¨¦ que revelabas XV, de Juan Usl¨¦ (2002); y La grande foule, de Antonio Saura (1963), adem¨¢s de la escultura de David Smith Tanktotem III (1953).
La casa de Picasso en M¨¢laga se ha abierto para acoger este icono del expresionismo abstracto y origen de la t¨¦cnica dripping (gotear pintura sobre un lienzo, normalmente de grandes dimensiones, extendido sobre el suelo). Anfam ha destacado de ambos artistas que se trata de los dos grandes del siglo XX, uno de la primera mitad y el otro de la segunda, pero ha resaltado una diferencia notable entre ellos. ¡°El arte de Pollock era muy continuista, su preocupaci¨®n fueron la energ¨ªa y el movimiento, de principio a fin; y Picasso tuvo m¨²ltiples formas de expresi¨®n¡±, ha analizado. El s¨ªmil elegido para argumentar esta idea ha sido sencillo: la ¡°tortuga¡± Pollock, m¨¢s lento y con un objetivo fijo; y la ¡°liebre¡± Picasso, m¨¢s r¨¢pido y ¡°yendo en numerosas direcciones¡±.
Lo que no se ha desvelado en la presentaci¨®n de la exposici¨®n, a la que han asistido el director del MPM, Jos¨¦ Lebrero, y el presidente del Consejo Ejecutivo del museo, Bernard Ruiz-Picasso, es la tasaci¨®n econ¨®mica de Mural ni el coste de los seguros para su transporte. Solo ha quedado clara la ¡°dificultad¡± de mover una pieza de este formato. La gira europea, seg¨²n O¡¯Harrow, persigue resaltar la importancia de la obra y del proceso de restauraci¨®n al que se ha sometido. Tras exhibirse en la Peggy Guggenheim Collection de Venecia, en la Deutsche Bank Kunsthalle de Berl¨ªn y en el Museo Picasso M¨¢laga, el cuadro viajar¨¢ a la Royal Academy of Arts de Londres para la muestra Abstract Expressionism.
Pollock coment¨® unos a?os despu¨¦s de crear Mural que representaba una estampida de animales en el oeste americano. Anfam ha visto la obra m¨¢s de una docena de veces, en ciudades y contenedores diferentes, y en cada ocasi¨®n le ha parecido ¡°diferente¡±.
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