'The Larry Sanders Show', cuando Garry Shandling transform¨® la televisi¨®n
Garry Shandling estuvo a punto de ser el nuevo Letterman, tener el puesto de Conan O¡¯Brien y quitarle el trabajo a Jon Stewart. Era el c¨®mico mejor posicionado para brillar en una de las instituciones de la televisi¨®n estadounidense: los programas de entrevistas late night. ¡°Si hubiera aceptado esos trabajos, hoy seguir¨ªa detr¨¢s de una mesa y ser¨ªa miserable¡±, dec¨ªa Shandling al recordaraquellas tentativas en WTF con Marc Maron. El guionista acab¨® en una de esas mesas, aunque con un giro de guion: termin¨® en un talk-showficticio, sin necesidad de entrevistas aburridas y repetitivas.Shandling estaba obsesionado con el mundo del espect¨¢culo, pero lo estaba m¨¢s todav¨ªa con analizar la condici¨®n humana. Antes que presentar, prefer¨ªa estudiar ese fen¨®meno y hacer una comedia sobre el drama de vivir en la cabeza de uno de los hombres con los que se acostaba EE UU. Llegar a la esencia de un icono televisivo que cambia de cara tras salir por la cortina. "No era solo sobre el tipo que presenta, es sobre la humanidad". As¨ª naci¨® The Larry Sanders Show, una comedia cruel y real en las bambalinas de la industria. Una serie llamada a cambiar todo lo que vendr¨ªa despu¨¦s. Una pionera de la edad dorada de la televisi¨®n.
Shandling lleg¨® a HBO antes de que el canal de cable dejara de ser televisi¨®n, antes de que fuera prestigioso hacer una serie en la cadena que emit¨ªa pel¨ªculas y boxeo, aunque ya con la libertad de la que no habr¨ªa gozado en una cadena generalista. Era algo ¨²nico. ¡°Quer¨ªa crear un mundo que ni siquiera exist¨ªa. Un ambiente que ninguna otra serie hab¨ªa tenido. Era lo nunca visto. No era un poco de esto y un poco de aquello. Era original¡±, contaba Shandling. Erauna comedia ambientada en el lugar de trabajo, s¨ª, pero tambi¨¦n era tan realista y cruda que dol¨ªa un poco.
El Show de Larry Sanders tuvo desde el primer momento un nutrido seguimiento de culto, pero con el tiempo fue a m¨¢s, hasta gorjar un estilo televisivo. No ten¨ªa risas enlatadas, ni p¨²blico en directo y el ritmo de loschistes no estabacalculadopara crear un latiguillo en el momento ¨¢lgido de la frase. Eran, aparentemente casuales. En 2016 todas estas caracter¨ªsticas son normales en el humor estadounidense, pero a principios de los noventa, era toda una innovaci¨®n. Sin Larry Sanders la televisi¨®n no hubiera superado las cl¨¢sicas tres c¨¢maras, no habr¨ªa habido comedia inc¨®moda. 30 Rock, Arrested Development, The Office, Louie o Curb Your Enthusiasm son hijas de Sanders. "La serie se convirti¨® en un laboratorio de exploraci¨®n del ser humano. Cada cap¨ªtulo ten¨ªa un sentido, iba sobre algo". Despu¨¦s de Shandling, la comedia sobre la infelicidad nunca pasar¨ªa de moda. Despu¨¦s de Sanders, la sitcom pasar¨ªa a ser algo m¨¢s que el entretenimiento sin fondo al que no debes prestar atenci¨®n y que te invita a apagar tus pensamientos. La comedia televisiva vive hoy en el mundo de Larry Sanders.
El concepto, como en todas las grandes comedias estadounidenses, era, sin embargo, aparentemente simple: Larry Sanders era un infeliz e inseguro presentador en el epicentro de una loca redacci¨®n. ?l era la estrella. La serie, al contrario que por ejemplo 30 Rock, nunca dejaba de ser sobre la televisi¨®n en su m¨¢xima bajeza, con poderosos ejecutivos, guionistas inseguros y famosos de diversa alcurnia. Un d¨ªa, Shandling tendr¨ªa sue?os h¨²medos con David Duchovny y otro pondr¨ªa una ara?a en la cabeza de Carol Burnett (tras una confesi¨®n en directo). El Show de Larry Sanderstrataba de ser, adem¨¢s, un late night real. El programa de entrevistas funcionaba exactamente igual que uno de los espacios que comenzaron a multiplicarse en los noventa, con mon¨®logo, sketches, estrellas y actuaci¨®n musical. Era divertido por s¨ª solo, pero se disfrutaba m¨¢s cuando el espectador conoc¨ªa las penurias que acaec¨ªan tras la cortina, los silencios inc¨®modos y relaciones conflictivas que no pod¨ªan aparecer en pantalla. Detr¨¢s de las c¨¢maras, todo ten¨ªa una ambientaci¨®n casi documental. Y eso tambi¨¦n acab¨® influyendo en mucha de la comedia realista que vendr¨ªa m¨¢s tarde. No era todav¨ªa un falso documental (mockumentary) pero ya estaba rodada con ese aura tan reconocible hoy.
Shandling era un amante de los silencios, un tipo profundo, a menudo inc¨®modo e introspectivo, uno dede estos c¨®micos que solo parec¨ªa feliz cuando hac¨ªa re¨ªr a la gente. As¨ª era tambi¨¦n su Larry Sanders, un hombre infeliz, inconformista, hipocondr¨ªaco y que odiaba su trabajo, pero que se las apa?aba para cada noche salir de detr¨¢s de su cortina para contar unos cuantos chistes y entrevistar a un famoso. Horas despu¨¦s, se postraba en su cama para ver elprograma y fustigarsefrente al televisor, o hacerel amor mientras se miraba. Necesitaba amor y sentirse adorado, todo lo que precisamente Shandling rechaz¨® cuando dijo no al dinero que le hubiera concedido presentar un late-night. Las decisiones hab¨ªan llevado a la persona y el personaje por caminos distintos.
Su opuesto era 'Hey now' Hank Kingsley, elsidekick, el Ed McMahonde Johnny Carson, objetivo de las burlas y un personaje pat¨¦tico, eg¨®latra, inconsciente y con extra?as tendencias sexuales. Todos los episodiosempezaban con su voz calentando al p¨²blico: ¡°You folks see that flashing sign up there? Now, that sign says: "Applesauce." No, no, I'm kidding. It says "applause¡±. Detr¨¢s de ese bigote se escond¨ªaJeffrey Tambor, ese gran secundario al que a?os despu¨¦s redescubrir¨ªamos en Arrested Development y ahora en Transparent. Su frase, Hey now, se convirti¨®en el gran latiguillo de la serie, pero en realidadrepresentaba todo lo que Shandling odiaba de la antigua comedia. El elenco en estado de gloria inclu¨ªa, asimismo, al veterano Rip Torn y a los j¨®venes Janeane Garofalo, Sarah Silverman, Mary Lynn Rajskub, Bob Odenkirk (el genial representante de Sanders) o Jeremy Piven. Incluso Judd Apatow logr¨® all¨ª uno de sus primeros trabajos como guionista, director y show-runner. Todos sus ¨¦xitos en cine y televisi¨®n est¨¢n marcados por aquella experiencia.
El pasado 24 de marzo fue un d¨ªa que quedar¨¢ marcado en el mundo de la comedia estadounidense para siempre. Shandling muri¨®. Unos d¨ªas m¨¢s tarde, un grupo de c¨®micos liderados por Apatow, Silverman y Tambor jug¨® un partido de baloncesto en su casa. Un partido secreto que se ven¨ªa jugando desde hace d¨¦cadas. Se lo dedicaban a su amigoy maestro, el rey del chiste y los mon¨®logos, uno de los grandes invitados de los late-night...Shandling logr¨® revolucionar en dos d¨¦cadas distintas la comedia televisiva: con It¡¯s the Garry Shandling show (una sitcom tradicional con su particular humor y en la que los personajes se saltaban la cuarta pared) y TheLarry Sanders show (1992-1998). Y, sin embargo, para muchos, sigue siendo un desconocido.
Hoy su ¨²ltima entrevista en el imprescindible Comedians in Cars Getting Coffe es algo triste y casi parad¨®jica. Con su antiguo amigo Jerry Seinfeld habl¨® de su muerte, su funeral y de cuando se enter¨® que Robin Williams hab¨ªa fallecido: ¡°En CNN dijeron que ten¨ªa 63, 'era demasiado joven'. Y me sent¨ª relajado. Ten¨ªa mi misma edad y era considerado joven. Pero me di cuenta de que era para lo ¨²nico que uno es joven con 63¡±. Garry Shandling muri¨® con 66 a?os. Quiz¨¢s era demasiado joven. Quiz¨¢s nunca fue del todo feliz. Quiz¨¢s cambi¨® la televisi¨®n para siempre. No flipping
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.