Dinero y poder en torno al 11-S
El exanalista de la NSA Bill Binney ataca a la agencia y sus fallos en un documental 'A good american' se proyecta hoy en DocumentaMadrid
Cualquiera recuerda qu¨¦ estaba haciendo el 11 de septiembre de 2001. Bill Binney, por ejemplo, aguardaba en una sala de espera. Mientras su suegro era atendido por el oftalm¨®logo, ¨¦l vio en una televisi¨®n como dos aviones se estrellaban contra las Torres Gemelas. Lo que le distingue, sin embargo, del resto de la poblaci¨®n mundial fueron los instantes siguientes. Mientras todo el planeta experimentaba una mezcla de terror y desamparo, el pensamiento de Binney fue otro: ¡°Podr¨ªamos haberlo evitado¡±.
He aqu¨ª la tesis que este matem¨¢tico y exanalista de la NSA (la Agencia de Seguridad Nacional de EE UU) defiende desde entonces. Y una de las primeras frases que pronuncia en el documental A good american, de Friedrich Moser, que se proyecta hoy en el festival DocumentaMadrid. Aunque el filme se abre con otras palabras impactantes: ¡°Espero volver a ver tu rostro, cari?o¡±. Es la grabaci¨®n de la ¨²ltima llamada telef¨®nica que una pasajera de uno de los aviones secuestrados hizo a su pareja.
Como buen analista, Binney (DuBois, 1943) basa su tajante afirmaci¨®n en indicios concretos. En su carrera, ya descubri¨® d¨ªas antes de que se produjeran la invasi¨®n de Checoslovaquia por parte de la URSS o la guerra del Kippur. Como la adivina Casandra, sin embargo, nadie hac¨ªa caso de sus profec¨ªas. Para evitar el 11-S su principal baza se llamaba ThinThread, un programa que ¨¦l mismo cre¨®, capaz de filtrar e interpretar millones de datos en busca de informaci¨®n ¨²til para los servicios secretos. Tanto que hall¨® ¡°pistas clave¡± sobre los secuestradores, sus viajes, sus comunicaciones e incluso su encuentro en Kuala Lumpur en 2000, una de las reuniones donde se gest¨® el ataque. El software descubri¨® esto y m¨¢s, pero lo hizo cinco meses despu¨¦s del 11-S. El retraso no dependi¨® de ThinThread: fue solo entonces cuando por primera vez se decidi¨® emplearlo para analizar el archivo de datos que la NSA ya pose¨ªa antes del atentado.
?Por qu¨¦? ¡°Dinero y poder¡±, asegura Binney. La respuesta implica al entonces director de la NSA, Michael Hayden. Fue ¨¦l quien prefiri¨® apostar por Trailblazer, otro software con un coste de unos mil millones de euros, en lugar de ThinThread, que apenas costaba 265 millones. ?Qu¨¦ diferencias hab¨ªa entre ambos? ¡°Uno era un programa que ya estaba trabajando y hab¨ªa ordenado, hasta cierto punto, el proceso anal¨ªtico. El otro a la saz¨®n no era m¨¢s que un dise?o¡±, defiende Binney.
A?os despu¨¦s agentes de la NSA tacharon Trailblazer de "fracaso in¨²til", en la revista Newsweek. Pero en ese momento respond¨ªa mejor al objetivo de la agencia, seg¨²n Binney: no tanto descubrir amenazas, sino recibir m¨¢s fondos del Congreso y evitar que ThinThread sustituyera parte del personal. ¡°Nos mantienen con miedo. As¨ª pueden pedir m¨¢s dinero y m¨¢s analistas, para reforzar lo que ya est¨¢n haciendo y que sigue fracasando, lo que significa m¨¢s muertes, de ah¨ª que se cree m¨¢s miedo¡±, explica el c¨ªrculo vicioso el experto. O, como resumi¨® en 2001 la mism¨ªsima n¨²mero tres de la NSA, Maureen Baginski: ¡°El 11-S es una bendici¨®n para la agencia¡±. Tanto ella, como Hayden, rechazaron aparecer en A good american.
El analista sostiene que ThinThread era el ¨²nico remedio contra un flujo de datos que hoy en d¨ªa sigue igual de inabarcable. De hecho, cree que nada ha cambiado y los servicios secretos cometen errores id¨¦nticos a los de hace 15 a?os. Y cita documentos internos de la NSA donde sus analistas lamentan estar "sobrecargados" por la cantidad de informaci¨®n que estudian. Ante la imposibilidad de interceptar todas las comunicaciones del planeta, Binney decidi¨® fijarse en los metadatos: no importaba el contenido de llamadas, mails, etc¨¦tera, sino qui¨¦nes comunicaban, cu¨¢ndo o d¨®nde.
De paso, su programa eliminaba los datos superfluos e imped¨ªa as¨ª el control sobre los millones de ciudadanos que descubrieron gracias a otro sopl¨®n de la NSA, Edward Snowden, que estaban siendo espiados. De ¨¦l, por cierto, Binney opina que deber¨ªa "ir a juicio", pero que la ley es igual para todos y habr¨ªa de respetarse en orden cronol¨®gico: "Antes tendr¨ªan que juzgar a Cheney, Hayden, Bush y todos los altos cargos de CIA, FBI y NSA durante su administraci¨®n y la de Obama".
Parad¨®jicamente, tras el 11-S la NSA decidi¨® emplear precisamente ThinThread para su espionaje masivo, sin distinguir entre un civil cualquiera y un sospechoso. Era ¡°un abuso¡± para Binney, que dej¨® la agencia en octubre de 2001, tras 36 a?os de carrera. Enseguida empez¨® a acusar a la NSA de fraude y corrupci¨®n, as¨ª como de usar el espionaje para fines como el chantaje a opositores pol¨ªticos u operaciones comerciales: ¡°Nixon sufri¨® un impeachment por obstrucci¨®n de la justicia, del Congreso y violaci¨®n de la Constituci¨®n. Y eso que hizo solo una infinit¨¦sima parte de lo que se est¨¢ haciendo ahora¡±.
Cuando sus cr¨ªticas contra la NSA llegaron hasta el Congreso, Binney recibi¨® en 2007 la visita del FBI en su casa y la amenaza de un juicio finalmente cancelado. Mientras, el experto y sus colaboradores lograron que el Departamento de Defensa investigara el asunto, aunque el informe publicado dos a?os despu¨¦s apareci¨® ¡°censurado para el p¨²blico en un 95% de su contenido¡±. Tras los canales institucionales, Binney pas¨® as¨ª a los medios y, ahora, al documental. Dice que no ha sufrido ninguna represalia y tiene toda la intenci¨®n de seguir luchando: ¡°Somos la luz del sol que, cuando levantas una piedra, muestra todos los gusanos y bichos que corretean debajo¡±. No hacen falta metadatos para prever que la comparaci¨®n no gustar¨¢ en Washington.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.