Que se maten
El ¨²nico consuelo que le queda a la gente normal, e incluso decente, es que los dragones se devoren entre ellos
¡°Omar est¨¢ en la calle, ha llegado Omar con su recortada¡±, vocean enfervorizados los ni?os negros del ghetto cuando aparece el homosexual m¨¢s varonil, chulo y valiente de Baltimore. Es un atracador temible. Y posee principios y estilo, es un t¨ªo legal a su manera. Con una caracter¨ªstica ins¨®lita. Le roba la droga y la pasta a los grandes capos del tr¨¢fico esquinero, es el enemigo n¨²mero uno de la mafia. Su cabeza tiene un precio elevado pero no logran cort¨¢rsela, aunque sabemos que su final solo puede ser tr¨¢gico. Es mi personaje favorito en The Wire, serie plagada de tipos apasionantes. Tambi¨¦n sabemos de la existencia de Robin Hood, un bandido proscrito que le mangaba sus tesoros a los mayores chorizos del reino, al sheriff de Nottingham y a Juan sin Tierra.
Pero eso de que lobo bueno come lobo malo solo ocurre en las ficciones. Me asalta el regocijo cuando informan de que a los g¨¢ngsteres que dirig¨ªan Manos Limpias (hay que tener mucho morro para arrogarte limpieza en medio de la generalizada suciedad) y Ausbanc han tenido que trasladarles de la c¨¢rcel de Soto a la de Navalcarnero porque dos de los moradores m¨¢s insignes de la primera, el empresario D¨ªaz Ferr¨¢n (autor de aquella frase impagable de: ¡°En Espa?a hay que trabajar m¨¢s y cobrar menos¡±) y el transparente Mario Conde quer¨ªan zamparse a sus nuevos vecinos. Imagino que estos profesionales del chantaje les habr¨ªan exigido hace tiempo la tarifa para no ejercer la acusaci¨®n popular contra sus movidas financieras.
El ¨²nico consuelo que le queda a la gente normal, e incluso decente, es que los dragones se devoren entre ellos, ya que el sistema legal siempre tendr¨¢ piedad de sus tribulaciones carcelarias y jam¨¢s les quitar¨¢ lo robado. ?Alguna mente alucinada puede pensar que el s¨®rdido chantaje entre delincuentes se ha descubierto ahora con la intenci¨®n de que una dama de sangre real quede libre? C¨®mo desvar¨ªan los malpensados.
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