En las entra?as de la secta
Will Allen estuvo dos d¨¦cadas grabando su d¨ªa a d¨ªa en un 'grupo' espiritual hasta que descubri¨® los abusos que le rodeaban
Will Allen hab¨ªa acabado sus estudios en una escuela de cine cuando su madre le ech¨® de casa por ser gay. En su desesperaci¨®n emocional se convirti¨® en perfecta carne de ca?¨®n para cualquier desaprensivo... lo que efectivamente ocurri¨® cuando conoci¨® en 1985 a Michael, el gur¨² de una comunidad espiritual, The Buddha Field, en California, que le adopt¨® como su mano derecha y le dej¨® filmar con total libertad para dar testimonio de sus ense?anzas a sus, en los mejores momentos, 150 disc¨ªpulos.
El gur¨² exprimi¨® econ¨®micamente a sus ac¨®litos para pagarse sus operaciones de cirug¨ªa est¨¦tica, abus¨® sexualmente de los chicos y oblig¨® a algunas de sus seguidoras a que abortaran
Lo que siguieron fueron 20 a?os de abusos sexuales, hipnosis y lavados de cerebros hasta que en 2007 algunos integrantes de la secta, entre ellos Allen, sacaron a la luz todos sus sufrimientos. En cambio en pantalla se ven las im¨¢genes na?ves que filmaba Allen, en las que Michael ¡ªsu aut¨¦ntico nombre es Jaime G¨®mez, nacido en Venezuela, exestrella del cine porno que fracas¨® al querer hacer otro tipo de cine¡ª, m¨¢s tarde autobautizado como Andreas, se ba?a con el resto de sus acompa?antes (solo dejaba que se unieran al culto chicos y chicas atractivos), baila con ellos, acaricia animales... ¡°Yo no ten¨ªa claro qu¨¦ hacer con todo mi material, hasta que fui al festival de Sundance en 2015 y descubr¨ª que hab¨ªa otros documentales con material muy personal que emocionaban al p¨²blico¡±. Y as¨ª naci¨® su primer filme: Holy Hell (Infierno sagrado), que se estren¨® en la ¨²ltima edici¨®n de Sundance.
¡°Mi primera idea era contar la historia a trav¨¦s de otros, porque as¨ª me sent¨ªa m¨¢s c¨®modo como cineasta¡±, cuenta Allen delante de una botella de agua en Matadero, el centro cultural madrile?o, sede del certamen DocumentaMadrid, donde su pel¨ªcula ha cerrado la secci¨®n oficial. De ah¨ª que ante la c¨¢mara aparezcan varios de sus exhermanos y hermanas narrando sus propias vivencias: ¡°Yo viv¨ª pegado a ¨¦l 18 a?os. Y he sabido y he sufrido muchas m¨¢s cosas de las que se ven en pantalla. No he querido contar eso ¡ªo solo eso¡ª, sino mostrar lo que vivieron mis amigos, que tuvieron experiencias similares, aunque al final he a?adido apuntes de mi odisea¡±.
?Qu¨¦ siente ahora por Michael, que tambi¨¦n se hac¨ªa llamar El Maestro? "Intento no pensar mucho en ¨¦l, porque mi vida va por otros derroteros. ?l sigue activo, con una nueva secta con cien miembros, aunque su actividad la realiza a escondidas, por la repercusi¨®n que ha tenido la pel¨ªcula. Eso me enfada mucho. A cambio, con el documental he podido finalizar mi historia... pero no la suya. Por lo que s¨¦ y por lo que he o¨ªdo, ahora es a¨²n peor¡±. Michael exprimi¨® econ¨®micamente a sus ac¨®litos para pagarse sus operaciones de cirug¨ªa est¨¦tica, abus¨® sexualmente de los chicos y oblig¨® a algunas de sus seguidoras a que abortaran. Ha sido denunciado por varios de sus exseguidores por las diversas violaciones, hechos que durante a?os Allen y sus amigos callaron por miedo, por el lavado de cerebro recibido, hasta que empezaron a compartir sus sufrimientos.
Y sin embargo, Holy Hell no es un documental tenebroso. Allen muestra muchos momentos de felicidad, de crecimiento espiritual; sus excompa?eros hablan de aquella familia con cari?o. ¡°Tiene que ver mucho con la condici¨®n humana, con sentirse parte de un grupo, con la necesidad espiritual, con las relaciones emocionales que se crearon en aquel grupo. Creo que solo puede entenderlo quien estuvo all¨ª¡±. En el filme, se ve a Michael re¨ªrse de que alguien califique de secta a su comunidad... antes de ense?ar a sus disc¨ªpulos a c¨®mo comportarse en un posible interrogatorio del FBI. ¡°Por eso en el coraz¨®n de Holy Hell se reflexiona sobre las m¨¢scaras, algo sobre lo que filosofaba mucho ¨¦l [a Allen le cuesta mucho decir Michael o Andreas]. Todos nos escondemos detr¨¢s de ellas, de por s¨ª no son malas; lo que pueden ocultar es lo pernicioso¡±.
Nadie ha contado el d¨ªa a d¨ªa de una secta, una inmersi¨®n as¨ª, como Will Allen. ¡°Porque yo no quiero explicar lo que nos pasaba o por qu¨¦ nos pas¨®. Este es un viaje personal, una muestra de lo que yo viv¨ª all¨ª¡±.
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