La clave
'La clave' era un esp¨ªritu. La pipa de Balb¨ªn, los largos parlamentos, las discusiones serias, el trasiego de personajes mundiales
La clave era un esp¨ªritu. La pipa de Balb¨ªn, los largos parlamentos, las discusiones serias, el trasiego de personajes mundiales, el buen cine, las met¨¢foras de lo que hab¨ªa pasado: la guerra, la dictadura, el dolor, la incertidumbre, el futuro de Espa?a, esas antiguallas.
La clave no le ten¨ªa miedo a nada, pero sobre todo no le ten¨ªa miedo al paso del tiempo. Era como una cu?a de eternidad en el espacio peligroso de la Transici¨®n, y Televisi¨®n Espa?ola la aliment¨® y la mantuvo como si estuviera haciendo una cruzada al rev¨¦s: hacia la paciencia de hablar, hacia la posibilidad de comunicar, hacia la urgencia serena de debatir.
Estaban unos y otros, los propios y los contrarios, los conservadores, los comunistas, los socialistas; se sentaban en butacas c¨®modas, como para respirar el humo de Balb¨ªn, y se sent¨ªan tan dignos de atenci¨®n que a ninguno se le quitaba la voz si estaba hablando. Era, por decirlo as¨ª, un remanso de paz despu¨¦s de la batalla, pues entonces, aunque la juventud que aguarda lo quiera ignorar, el pa¨ªs corr¨ªa riesgos innumerables y hab¨ªa que ponerse de acuerdo entre desiguales porque si no Espa?a se iba otra vez por la barranquera.
Es un buen recuerdo La clave pero, ay, es un recuerdo. Habr¨ªa que ver, a la luz de esa descripci¨®n (que no es m¨ªa), lo que sucede hoy en los plat¨®s de las grandes exclusivas y de las discusiones avasalladoras en las que pol¨ªticos y periodistas se indignan si le soplas que abrevien. Todo esto lo dec¨ªa, de otro modo, pero con igual melancol¨ªa civil, el escritor Antonio Soler, el autor de El paseo de los ingleses y de la reciente Ap¨®stoles y asesinos; hablaba el s¨¢bado ¨²ltimo en Perugia, Italia, en un encuentro sobre la historia (y la literatura) espa?ola. Y habl¨® de los tiempos perdidos, de los buenos tiempos perdidos. Para ¨¦l esa met¨¢fora que fue La clave (y lo que hay ahora) define el origen y la naturaleza de lo que nos ha terminado pasando.
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