¡°Hay gente con varias carreras que no sabe respirar ni comer¡±
El cineasta gallego Oliver Laxe regresa a Cannes con ¡®Mimosas¡¯, un western religioso ambientado en el Atlas marroqu¨ª
Antes de que se apaguen las luces, Oliver Laxe sale al escenario y lanza un mensaje a sus espectadores. ¡°Esta pel¨ªcula no me pertenece. Es solo un espejo: que cada uno se mire en ¨¦l como le plazca¡±, recomienda. Un rato m¨¢s tarde, en una de esas playas privadas que bordean la Croisette, el director gallego precisa que se vio dividido ¡°entre la exigencia de ser claro y la tentaci¨®n de resultar oscuro¡±, retomando el c¨¦lebre adagio de Cioran. ¡°Hacer una pel¨ªcula no es un acto de onanismo: tengo una responsabilidad con el espectador. Y, a la vez, s¨¦ que la mejor manera de comunicar es dejar una puerta abierta a la estupefacci¨®n y a la sombra¡±, aclara Laxe. Se considera ¡°un gran controlador¡±, pero sabe que el cine solo se vuelve interesante cuando supera a quien maneja la c¨¢mara.
Laxe acaba de regresar al certamen que le revel¨® hace seis a?os con su debut, Todos v¨®s sodes capit¨¢ns, para presentar su segundo filme, Mimosas, estrenado este lunes en la Semana de la Cr¨ªtica del Festival de Cannes. La pel¨ªcula narra la traves¨ªa emprendida por tres personajes que quieren dar sepultura al cuerpo de un maestro religioso. Para alcanzar Sijilmasa, ciudad bereber en ruinas que en otro tiempo fue una escala caravanera en las rutas que cruzaban este rinc¨®n de la geograf¨ªa norteafricana, deber¨¢n cruzar las monta?as del Atlas y superar numerosos obst¨¢culos, que se presentar¨¢n en forma de accidentes geogr¨¢ficos, fen¨®menos meteorol¨®gicos y diversos trances individuales. El resultado es algo parecido a una epopeya m¨ªstica impregnada de cultura suf¨ª. El director, reacio a hablar de misticismo, prefiere definir Mimosas como ¡°un western religioso¡±. ¡°La etimolog¨ªa de la palabra religi¨®n viene de religar, de reunir. Si esta pel¨ªcula es religiosa, lo es en ese sentido: intenta buscar un v¨ªnculo acudiendo a la esencia de todo. Cualquier persona de cualquier tradici¨®n se puede identificar con ella¡±, sostiene el cineasta.
En Mimosas se detecta una voluntad de retratar la religi¨®n musulmana, tan sometida a la caricatura y la estigmatizaci¨®n, de una manera respetuosa y fidedigna. ¡°Es decepcionante el desconocimiento que existe en Espa?a, y eso que fue el pa¨ªs de las tres culturas. Reconocer esas tres herencias me parece un asunto clave para nuestra evoluci¨®n¡±, opina el director. Nacido en 1982 en Par¨ªs, hijo de gallegos que regresar¨ªan a A Coru?a pocos a?os despu¨¦s, Laxe vive parte del a?o en Marruecos desde hace cerca de una d¨¦cada. No observa entre sus dos hogares ninguna diferencia mayor. ¡°Siento una continuidad. En Marruecos he reencontrado los valores de mis abuelos campesinos gallegos: humildad, sumisi¨®n, aceptaci¨®n, desapego, contentamiento en la simplicidad y agradecimiento por vivir en este mundo¡±, afirma.
Para el director, asistimos al fracaso de los valores de la Ilustraci¨®n. ¡°Basta con fijarse en los miedos que sentimos hoy. Falta conocimiento, sabidur¨ªa y trabajo sobre uno mismo. Toda la educaci¨®n que recibimos es exterior. Hay gente con varias carreras que no sabe sentarse, respirar o comer¡±, afirma Laxe, quien se incluye en esa cr¨ªtica. A su entender, tampoco encontramos utilidad a la fe. ¡°La secularizaci¨®n nos ha dejado sin alma. Hemos intentado vivir sin mitos y nos hemos muerto de fr¨ªo. Hemos entendido que el hombre tiene tendencia a aspirar a algo que lo supera¡±, sostiene el director. Para Laxe, su generaci¨®n est¨¢ ¡°m¨¢s desacomplejada¡± y sabe separar la fe religiosa de la instituci¨®n que la promueve: ¡°Asistimos a un retorno de lo sagrado, a ratos perverso y contradictorio, pero en general esperanzador¡±.
Laxe dice practicar ¡°un pica-pica¡± de creencias. ¡°Un poco de aqu¨ª y de all¨¢¡ desgraciadamente¡±, apostilla. ?Qu¨¦ desdicha encuentra en ello? ¡°Ya no tenemos relaci¨®n con un maestro, que es la ¨²nica manera de llegar a la cumbre de la monta?a¡±, responde. La fe es una cuesti¨®n sobre la que se interroga a diario. ¡°La pongo a prueba todos los d¨ªas. Intento cultivar la conciencia de que existe algo que vive tras las cosas, una inteligencia y una vibraci¨®n. Ese es tambi¨¦n el trabajo del cineasta: demostrar que detr¨¢s de lo aparente existe una puerta que te lleva a otro sitio, un eco de otro lugar que no es geogr¨¢fico ni temporal. No hace falta hablar de Dios para transmitir el misterio, el extra?amiento o el milagro¡±, afirma el cineasta.
Laxe tiene la intenci¨®n de rodar su pr¨®xima pel¨ªcula en Galicia, aunque el viejo continente ya no le haga so?ar. ¡°Las religiones entraron en crisis cuando la secularizaci¨®n las despoj¨® de lo esot¨¦rico y se terminaron convirtiendo en caricaturas de s¨ª mismas. Cuando una cultura se cierra en banda, dejan de moverse las ideas y termina por morir¡±, sostiene. A su entender, eso es lo que le sucede hoy a esta Europa que cierra sus fronteras. ¡°El horizonte de Europa est¨¢ muy claro: la putrefacci¨®n. Pero en esa podredumbre tambi¨¦n nace la flor y la luz¡±, concluye el director.
Fe de errores:
Una primera versi¨®n del texto daba a entender que el Instituto de la Cinematograf¨ªa y de las Artes Audiovisuales (ICAA) no contribuy¨® a la financiaci¨®n de la pel¨ªcula. En realidad, aport¨® 220.714,29 euros. El director se refer¨ªa a las dificultades para conseguir la financiaci¨®n, y no a una ausencia de ayuda. Por otra parte, su financiaci¨®n no es principalmente francesa, como sosten¨ªa el primer texto, sino espa?ola.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.