Selva
La serie 'Braquo' es el resultado del caldo de cultivo cultural franc¨¦s que, adem¨¢s, se potencia con la lectura cotidiana de los diarios
Tiempos intensos en los que series de televisi¨®n intensas encajan a la perfecci¨®n. Cuando un avi¨®n con destino a El Cairo salta en pedazos en el aire y con un punto de partida, Par¨ªs, probablemente uno de los aeropuertos con mayores medidas de seguridad, algo falla en el sistema, o cuando estalla una bomba en el metro de Bruselas. Cuando de un plumazo, es decir, de una decisi¨®n ministerial, se blanquean cerca de 40.000 millones de euros sin apenas coste para los defraudadores, es que algo falla en el sistema. Cuando las mafias del Este se han enraizado en el Oeste captando para sus intereses a sectores de la polic¨ªa, es que algo falla en el sistema. Pues bien, cuando todo esto ocurre se forma un magma propicio para que surjan series de televisi¨®n como Braquo, producci¨®n francesa que exhibe Movistar Series y que, de momento, no ha encontrado cadena generalista que la proyecte.
La calidad del producto no surge de la nada. Francia ¡ªsu literatura y su cine¡ª hace tiempo que manifest¨® su inter¨¦s y admiraci¨®n por la novela negra y los thrillers. Desde Andr¨¦ Bret¨®n, la serie negra goza de una estima cr¨ªtica y popular indiscutibles. Cineastas como Jean-Pierre Melville demostraron su destreza en la narraci¨®n polic¨ªaca. Braquo es el resultado de ese caldo de cultivo cultural que, adem¨¢s, se potencia con la lectura cotidiana de los diarios.
Pocas veces resulta m¨¢s in¨²til la distinci¨®n entre realidad y ficci¨®n que en esta extensa e intensa cr¨®nica de los submundos del hampa y de quienes deben combatirlos creada por Olivier Marchal. Criminales y polic¨ªas hace tiempo que desdibujaron sus lindes, como tambi¨¦n lo hicieron los codiciosos empresarios y los gestores del dinero p¨²blico. Unos trafican con drogas o trata de blancas y otros lo hacen con recalificaciones urban¨ªsticas, burbujas inmobiliarias, cuentas en para¨ªsos fiscales, chantajes o privatizaciones injustificadas. Es la ley de la selva, y Braquo uno de sus cronistas.
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