El artista urbano JR ¡®borra¡¯ la pir¨¢mide del Louvre

Despu¨¦s de colgar sus im¨¢genes sobre el muro de Cisjordania y las fachadas de las favelas de R¨ªo de Janeiro, el artista franc¨¦s JR ha llegado esta semana al Louvre parisino. Una fotograf¨ªa gigante que reproduce el pabell¨®n Sully cubrir¨¢ una de las caras de la pir¨¢mide del museo parisino hasta el 27 de junio, provocando la ilusi¨®n de que la estructura de cristal erigida por el arquitecto I. M. Pei en 1989 ha desaparecido del lugar.

La obra surgi¨® cuando el museo invit¨® a JR a intervenir en el per¨ªmetro del museo m¨¢s visitado del mundo. El artista franc¨¦s, de 32 a?os, apost¨® por hacer un gui?o a los cientos de visitantes que cada d¨ªa toman selfies en las inmediaciones del museo. ¡°Me di cuenta de que ni siquiera observaban el monumento de cara: le daban la espalda para hacerse un autorretrato¡±, explicaba hoy JR frente a su obra. Su idea fue hacer desaparecer la pir¨¢mide para verla mejor. ?Se trata de una cr¨ªtica dirigida al selfie y hacia ese narcisismo que tanto potencian las redes sociales? El artista lo desmiente: ¡°Un selfie no es necesariamente egoc¨¦ntrico. En algunos lugares del mundo puede ser un gesto social y pol¨ªtico¡±, sostiene. A principios de esta d¨¦cada, mientras JR inmortalizaba a los visitantes del Centro Pompidou en una especie de fotomat¨®n gigante, ¡°otros arriesgaban sus vidas cubriendo las fotos de dictadores con sus propios retratos durante las revoluciones ¨¢rabes¡±, explica JR.

La mayor parte de su trayectoria ha consistido en reivindicar los rostros de an¨®nimos, coloc¨¢ndolos en lugares visibles en pa¨ªses como China hasta Cuba, pero tambi¨¦n en el Pante¨®n parisino ¨Cdonde expuso las fotos de 4.000 an¨®nimos junto a los grandes hombres y mujeres de la Rep¨²blica¨C y la Asamblea Nacional francesa, donde proyect¨® las im¨¢genes de centenares de ciudadanos durante la Conferencia del Clima del pasado diciembre, una manera de ¡°recordar a los l¨ªderes mundiales que el mundo les estaba mirando¡±. ?Qu¨¦ cambia su intervenci¨®n en el Louvre, donde no parece haber ninguna reivindicaci¨®n a la vista? ¡°No se distingue en nada de un poblado de chabolas en Kenia o de una peque?a ciudad suiza, por mencionar dos lugares donde he trabajado¡±, responde JR. ¡°En realidad, todo lo que me importa es la interacci¨®n con la gente. Quiero que se impliquen en la obra, que tengan una participaci¨®n activa y escojan un punto de vista¡±.

JR salt¨® a la fama durante la revuelta de las banlieues francesas de 2005, cuando empapel¨® un suburbio parisino con los rostros de sus habitantes. Una d¨¦cada m¨¢s tarde, se ha convertido en una solicitada estrella del street art. Lleva a?os instalado en Nueva York y se codea con estrellas como Robert de Niro, con quien rod¨® Ellis, documental sobre la isla neoyorquina que fue puerta de entrada de millones de inmigrantes durante el siglo pasado, o bien Madonna, con quien se le vio cantando Imagine en la Plaza de la Rep¨²blica tras los atentados de noviembre en Par¨ªs. Tambi¨¦n respondi¨® a un encargo del New York City Ballet en 2004, cuando orquest¨® una coreograf¨ªa con m¨²sica de Hans Zimmer y Pharrell Williams.

Su intervenci¨®n en el Louvre tambi¨¦n incluye un programa maratoniano de actividades previsto para este fin de semana, ininterrumpido durante 24 horas, en las que JR organizar¨¢ debates, conferencias y proyecciones a cargo de dos de los artistas que han inspirado sus intervenciones p¨²blicas: Felice Varini y Daniel Buren, quien acaba de colorear la fachada de cristal de la Fundaci¨®n Louis Vuitton, al oeste de Par¨ªs. Adem¨¢s, pasar¨¢n por el Louvre la cineasta Agn¨¨s Varda, con quien ha rodado un proyecto en el norte franc¨¦s, el m¨²sico ?lafur Arnalds y la modelo Cara Delevingne. La operaci¨®n ya ha cumplido su primer cometido: hacer ruido en las redes sociales y atraer a un p¨²blico joven que no siempre cruza la puerta del museo, una de las principales voluntades de su director, Jean-Luc Mart¨ªnez, desde que tom¨® posesi¨®n del cargo en 2013.