Clara Jan¨¦s abre la serie de v¨ªdeos ¡®Las voces del libro¡¯
Desde el escritor hasta el lector, diez de las personas que intervienen en la cadena del libro cuentan, desde sus lugares de trabajo, la manera en que contribuyen al resultado final
Clara Jan¨¦s, poeta, novelista, ensayista y traductora, nos abre las puertas de los lugares donde escribe para compartir con los lectores de EL PA?S la manera como se acerca a su creaci¨®n literaria. Con ella abrimos la serie de v¨ªdeos Las voces del libro como una aportaci¨®n a la 75? Feria del Libro de Madrid
Un libro no es solo un soplo de inspiraci¨®n. Ni solo el rapto de una idea que va creciendo como un ¨¢rbol o como una enredadera en la cabeza de una persona. Cada libro guarda una historia en s¨ª mismo. Su creaci¨®n es un relato con varios cap¨ªtulos, una historia llena de coraz¨®n y muchas razones. Es un universo desconocido, a veces para el propio autor, y, claro, para la mayor¨ªa de la gente. Pero con la complicidad de sus creadores les vamos a mostrar una parte de ¨¦l, a trav¨¦s de la serie de 10 v¨ªdeos Las voces del libro.
La concepci¨®n y la elaboraci¨®n de una obra, hasta que llega a manos del lector est¨¢ llena de secretos, de alegr¨ªas, de frustraciones, de esperanzas, de esfuerzos, de ilusiones. De r¨¢fagas de dudas y desaf¨ªos y felicidades. Detr¨¢s y dentro del proceso de cada obra interviene una serie de personas cuyos nombres no suelen ser conocidos por el gran p¨²blico. Con la idea de alumbrar ese proceso hemos creado esta serie con algunos de los principales eslabones de la cadena del libro. Y son sus protagonistas quienes nos contar¨¢n cu¨¢l es su papel, qu¨¦ hacen y c¨®mo hacen su trabajo, desde el mismo lugar en el que lo hacen. El orden de la serie, la metamorfosis del libro, a grandes rasgos, ser¨¢ la siguiente: el escritor, el agente literario, el editor, el corrector de pruebas, el dise?ador de maquetas o diagramador, el dise?ador de portadas, el impresor, el distribuidor, el librero y el lector.
Por eso hemos titulado Las voces del libro esta serie que ayudar¨¢ a conocer mejor ese universo y a valorar m¨¢s cada libro que se lee. Y, de paso, rendimos un peque?o homenaje al follet¨ªn, a la publicaci¨®n por entregas que hizo tan popular a los libros en el siglo XIX. Esto significa que aunque cada v¨ªdeo es aut¨®nomo y con una narraci¨®n propia, todos tienen un comienzo y un final que los encadena para mostrar la evoluci¨®n de la obra.
Las voces del libro se abre con El Escritor, en este caso con una escritora: Clara Jan¨¦s. La poeta, novelista, ensayista y traductora barcelonesa que vive en Madrid y que el ¨²ltimo d¨ªa de la feria, 12 de junio, entrar¨¢ en la Real Academia de Espa?ola (RAE).
A la espera de la luz
La luz de la ma?ana ha tomado la casa de Clara Jan¨¦s que mira al oriente. Pero antes de que lo haga, antes, incluso, de que el sol asome por su ventana, la poeta ya suele esperarlo. Sentada en su cama, Clara Jan¨¦s coge su cuaderno y escribe algo, o repasa sus p¨¢ginas, o piensa, imagina, medita, mientras aguarda las primeras luces del d¨ªa. Las ve llegar, las ve tomar posesi¨®n de su casa, de su mundo. Al poco rato, una peque?a bandada de p¨¢jaros se pone sobre el borde de su terraza. Quietos. Silenciosos. Ajenos a la comida que hay en el suelo. Desde su ventana, la poeta los observa en su largo reposo, apenas mueven sus cabezas, hasta que casi todos a la vez descienden sin prisa a comer; luego, luego vuelan veloces.
"Es admirable la invitaci¨®n que hacen a la calma. Al momento de reposo que necesitamos", dice la escritora, que empieza a contar la manera como vive su vida y su creaci¨®n literaria. En poco m¨¢s de una hora, Clara Jan¨¦s, nacida en Barcelona en 1940, hablar¨¢, reir¨¢, mostrar¨¢ algunos de los libros que ella misma ha hecho con su hija y leer¨¢ un poema de Vladimir Holan en checo, y se despedir¨¢ con uno suyo, in¨¦dito. Entremedias, habr¨¢ ense?ado una parte peque?a de su universo con frases como:
¡°Lo que m¨¢s me emociona es cuando, de repente, te pones a escribir y no sabes por qu¨¦¡ y luego te das cuenta de que todo era un di¨¢logo contigo mismo¡±.
¡°Siempre escribo a mano. La poes¨ªa la hago en cuadernos. Aparte de lo que hago en la calle, porque yo empec¨¦ a escribir por la calle, memorizando, al ritmo de los pasos¡±.
¡°Traduzco porque siempre he tenido af¨¢n de dar a conocer. Muchas veces he tenido que aprender una lengua como es el caso del checo y del persa¡±.
¡°La literatura nos sirve, entre otras cosas, para aplacar nuestra soledad. Ayuda al desarrollo de la persona y eso es lo que tenemos que hacer, crecer, hasta donde podamos¡±.
Al final, muy amablemente, baja a la calle para mostrar c¨®mo es eso de que tambi¨¦n escribe por la calle, de que siempre va con un cuaderno de notas y un bol¨ªgrafo por si en cualquier momento llega a un verso, una idea.
Ma?ana: 2. El agente literario: Luis Miguel Palomares Balcells, de la Agencia Carmen Balcells.
Babelia
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