El aut¨®grafo m¨¢s bello de Fernando Pessoa
Un poema del escritor lisboeta es descubierto en la ¨²ltima p¨¢gina del diario de un intelectual viajero
En el ba¨²l de Fernando Pessoa no cabe todo Pessoa. Un poema escrito en 1918, cuando el escritor ten¨ªa 30 a?os, ha sido descubierto en Brasil, seg¨²n ha publicado la Folha de Sao Paulo. Como ocurre a menudo con las historias del escritor, el breve poema interesa m¨¢s por sus circunstancias que por el texto literario, ya publicado, aunque en una versi¨®n, como se prueba ahora, menos definida.
Al mayor coleccionista de objetos y textos de Pessoa, el abogado brasile?o Jos¨¦ Paulo Cavalcanti, le lleg¨® de un anticuario la oferta de un cuaderno de viaje que, en su ¨²ltima p¨¢gina, inclu¨ªa un poema de Pessoa. Cavalcanti, autor de Fernando Pessoa, casi una autobiograf¨ªa (Porto Editora, 2012), lo adquiri¨® para su colecci¨®n, sin valorar la trascendencia del poema y si la letra manuscrita era o no del genial escritor.
"Cada palabra dicha es la voz de un muerto", comienza Pessoa. ¡°La verdad es que ese poema es como un gui?o del destino, un disparo en la conciencia¡±, cuenta Antonio S¨¢ez Delgado, catedr¨¢tico de la Universidad de ?vora y experto en el escritor.
En 1913, con 13 a?os, el futuro intelectual portugu¨¦s Jos¨¦ Os¨®rio de Castro i Oliveira viajaba en el trasatl¨¢ntico K?nig Wilhelm II, de R¨ªo de Janeiro a Lisboa. Para entretener la traves¨ªa ped¨ªa a los viajeros que le escribieran en su cuaderno de aut¨®grafos. Era 1913, pero la ¨²ltima p¨¢gina, la manuscrita por Pessoa, data de 1918.
En aquellos tiempos, los mares no los cruzaban tantos barcos; de hecho, en 1901, Pessoa hab¨ªa embarcado en el mismo K?nig Wilhelm II, para trasladarse de Sud¨¢frica a Portugal. As¨ª que ese barco y tiempos m¨¢s reposados hicieron posible que en un cuaderno se juntaran testimonios de a?os. Tampoco abundaban las tertulias de intelectuales, por lo que Os¨®rio y Pessoa coincidieron en muchas de ellas, descubrieron que hab¨ªan viajado juntos en el K?nig, y acabaron siendo buenos amigos.
Cada palabra dicha es la voz de un muerto...
Cada palabra dicha es la voz de un muerto.
Se abati¨® quien no se ocult¨®
Quien en la voz, no en s¨ª, vivi¨® absorto.
Si ser Hombre es poco, y grande solo
En dar voz al valor de nuestras penas
Y a lo que de sue?o y nuestro en nosotros queda
Del universo que nos roz¨®
Si es m¨¢s grande ser un Dios, que dice apenas
Con la vida lo que el Hombre con la voz:
M¨¢s grande a¨²n es ser como el Destino
Que tiene el silencio por himno
Y cuyo rostro nunca se mostr¨®.
Traducci¨®n de Antonio S¨¢ez Delgado
S¨¢ez a?ade una coincidencia m¨¢s: ¡°Os¨®rio era hijo de Ana de Castro, republicana y feminista, y uno de los contactos m¨¢s estrechos en Lisboa de Carmen de Burgos, Colombine, y de Ram¨®n G¨®mez de la Serna. De hecho, Colombine tambi¨¦n aparece en el cuaderno. Carmen de Burgos public¨® una serie de art¨ªculos en 1920 y 1921 en la revista de Madrid Cosm¨®polis dedicados a la nueva literatura portuguesa, y escribe en, Las escritoras, sobre Ana de Castro Os¨®rio en 1921. Un nuevo hilo que sit¨²a a Pessoa y a los escritores espa?oles en un mismo contexto¡±.
¡°Hay tres o cuatro versiones, pero este verso es m¨¢s hermoso, m¨¢s definitivo¡±, se?ala el experto Joaqu¨ªn Pizarro
Desenredada la historia del cuaderno de aut¨®grafos, queda por ver la importancia literaria. Jer¨®nimo Pizarro, autor de la ¨²ltima versi¨®n de El libro del desasosiego, ordenado cronol¨®gicamente, refrenda la autenticidad del texto y la caligraf¨ªa del escritor, pero aclara que no es in¨¦dito.
El poema estaba publicado desde 2005 por la Casa de la Moneda en Volumen de poes¨ªa 1915-1920, que recoge 300 poes¨ªas. ¡°Es una nueva versi¨®n diferente, m¨¢s completa, que resuelve problemas de lectura, y eso para m¨ª tiene importancia¡±, se?ala Pizarro, que se encuentra en Lisboa para impartir un seminario en la fundaci¨®n del escritor. ¡°Hay tres o cuatro versiones, pero este verso es m¨¢s hermoso, m¨¢s definitivo¡±.
Los dos primeros versos del texto descubierto son iguales a los ya publicados, pero los 10 restantes han sufrido una gran mutaci¨®n, hasta alterar el sentido global del poema.
¡°Habr¨¢ m¨¢s in¨¦ditos. La familia sigue teniendo mucho material; no todo se subast¨® en 2008, estimo que tiene unos 800 documentos, y algunos se est¨¢n vendiendo bajo cuerda¡±.
Pizarro se?ala que no es inusual que Pessoa escribiera en objetos de otras personas. ¡°Entonces se hac¨ªa mucho con los cuadernos de aut¨®grafos. Tenemos ya dos o tres casos, como el libro de firmas de Moutinho-Almeida, donde trabaj¨®, o en billetes con los que pagaba en los bares sus aguardientes¡±.
El colombiano es uno de los grandes expertos en pessoalog¨ªa, actualizando ediciones en funci¨®n de nuevos descubrimientos en ese ba¨²l de originales de Pessoa, que parece infinito. Pizarro revolucion¨® la investigaci¨®n sobre el escritor al ordenar sus textos cronol¨®gicamente y no por temas o pseudoautores. En estos d¨ªas, Pizarro presenta en las librer¨ªas lisboetas su versi¨®n de la Obra completa de Alberto Caeiro, uno de los heter¨®nimos en los que transfiguraba Pessoa.
¡°Yo veo el descubrimiento con otro tama?o", se?ala Pizarro, "porque in¨¦ditos hay a¨²n miles". "Se podr¨ªa publicar uno cada d¨ªa; pero, desde luego, es interesante este al pertenecer a una ¨¦poca en que Pessoa escrib¨ªa mucho¡±.
Pizarro augura m¨¢s novedades sobre Pessoa: ¡°Habr¨¢ m¨¢s in¨¦ditos. La familia sigue teniendo mucho material; no todo se subast¨® en 2008, aunque recientemente don¨® 80 vol¨²menes, estimo que tiene unos 800 m¨¢s, y algunos se est¨¢n vendiendo bajo cuerda¡±.
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