Una antolog¨ªa salda cuentas con el olvido a las poetas en castellano
Ana Merino y Raquel Lanseros seleccionan a 82 autoras relevantes del siglo XX de todos los pa¨ªses hispanohablantes "Hemos querido ensanchar el canon", destacan
Ante todo, se trata de una pesada deuda generacional pendiente. Y de algo m¨¢s¡ Aun a riesgo de exponerse a las pol¨¦micas ¡ªprimero can¨®nicas, despu¨¦s de sexo¡ª Ana Merino y Raquel Lanseros como ant¨®logas y Chus Visor como editor se han atrevido a reunir en Poes¨ªa soy yola obra de 82 mujeres, nacidas entre 1886 y 1960, nombres relevantes en la l¨ªrica en espa?ol del siglo XX.
Ellas cambiaron de alguna manera la un¨ªvoca (y masculina) manera de ver el mundo. Quisieron dejar de ser musas para convertirse en sujeto activo con palabras tan tiernas como mordientes. De la exploraci¨®n ecl¨¦ctica de g¨¦neros y tendencias al hallazgo de las voces propias, estos nombres parten de la uruguaya Delmira Agustini (Montevideo, 1886-1914), asesinada por su exmarido a los 30 a?os, y terminan en Ana Istar¨² (San Jos¨¦ de Costa Rica, 1960). Abarcan todo un mapa de testimonios convulsos y desgarrados, introspectivos y plagados de exquisitas sensibilidades muy diversas.
¡°Comenzamos a trabajar en esta antolog¨ªa hace dos a?os. Muchos pensar¨¢n que la sacamos ahora a ra¨ªz de la pol¨¦mica creada, pero no es as¨ª¡±, asegura Chus Visor
Merino (Madrid, 1971) y Lanseros (Jerez de la Frontera, C¨¢diz, 1973) son, a su vez, poetas en activo en este presente en el que el g¨¦nero vive un momento de eclosi¨®n. Y como notario de las idas y venidas de la poes¨ªa ejerce Chus Visor desde que cre¨® su editorial en 1969. No solo en las voces masculinas. Su cat¨¢logo rebosa con los nombres de las mejores poetisas de su tiempo y del pasado.
A¨²n resuenan los ecos de la controversia que desataron hace unos meses unas declaraciones de Visor que incendiaron las redes sociales. ¡°Si vas a coger a las poetas desde 1898 para ac¨¢, es decir, todo el siglo XX, no ves ninguna gran poeta, ninguna, comparable a lo que suponen en la novela Ana Mar¨ªa Matute o Mart¨ªn Gaite¡±, dijo entonces el editor y librero. ¡°Comenzamos a trabajar en esta antolog¨ªa hace dos a?os. Muchos pensar¨¢n que la sacamos a ra¨ªz de la pol¨¦mica creada, pero no es as¨ª¡±, precisa ahora.
Han incluido a poetisas de todos los pa¨ªses de habla castellana. ¡°El hispanismo del siglo XXI debe tener vocaci¨®n transatl¨¢ntica si quiere crecer. Ser inclusivo y aportar un abanico de posibilidades que nos enriquezcan a todos¡±, afirma Ana Merino, adem¨¢s de poeta, experta en c¨®mic y dramaturga. ¡°Entiendo la poes¨ªa siempre desde un territorio plural que abarque a todos los pa¨ªses hispanoparlantes. Siento innecesaria y ficticia cualquier barrera literaria que separe nuestro idioma¡±, tercia Raquel Lanseros.
Las palabras de Visor que incendiaron las redes sociales
No quiere acordarse de la fecha, pero en junio de 2015 el editor Jes¨²s Garc¨ªa S¨¢nchez, m¨¢s conocido como Chus Visor, declar¨® al suplemento El Cultural que la poes¨ªa femenina espa?ola ¡ªque no la hispanoamericana¡ª de la pasada centuria no hab¨ªa estado a la altura de la masculina. "Si vas a coger a las poetas desde 1898 para ac¨¢, es decir, todo el siglo XX, no ves ninguna gran poeta, ninguna, comparable a lo que suponen en la novela Ana Mar¨ªa Matute o Mart¨ªn Gaite", dijo. "No hay una poeta importante ni en el 98, ni en el 27, ni en los 50, ni hoy. Hay muchas que est¨¢n bien, como Elena Medel, pero no se la puede considerar; por una Medel hay cinco hombres equivalentes", a?adi¨®.
Unas 400 firmas apoyando una reclamaci¨®n en la web change.org le censuraron y ardieron las redes sociales contra quien ha armado el cat¨¢logo po¨¦tico m¨¢s importante de una editorial en castellano desde hace cinco d¨¦cadas. No ha existido ning¨²n poeta importante en el mundo moderno y contempor¨¢neo al que no haya estado atento.
Visor sali¨® escaldado, pero su nueva antolog¨ªa, Poes¨ªa soy yo, reunida para su colecci¨®n por Raquel Lanseros y Ana Merino en un proyecto que lleva fragu¨¢ndose dos a?os, vuelve a certificar el apoyo constante de su editorial a las mejores poetisas que dio la lengua espa?ola en el siglo XX. Y por no hablar del XXI, porque las generaciones nacidas entre 1960 y 1990 ¡ªLanseros y Merino son buena prueba de ello¡ª han tenido en los ¨²ltimos a?os un hueco m¨¢s que estelar en su ¨ªndice.
La discriminaci¨®n, tanto en los grupos po¨¦ticos como en los c¨ªrculos acad¨¦micos, se revela como una lacra que persiste, con menos intensidad en el presente, pero con similares efectos perniciosos. ¡°En nuestra generaci¨®n, las cosas han cambiado algo, pero no lo suficiente como para que una antolog¨ªa as¨ª haya dejado de ser necesaria¡±, defiende Lanseros. ¡°A¨²n no hemos llegado al momento en que las caracter¨ªsticas personales y extraliterarias de quien escribe dejen de influir, para bien o para mal, en la recepci¨®n de la obra, su reconocimiento y su categorizaci¨®n. Ojal¨¢ este libro sea otro peque?o paso en esa direcci¨®n. Solo del conocimiento puede nacer la normalizaci¨®n¡±, a?ade.
Merino ahonda en ciertas transformaciones que se han registrado: ¡°Nuestra generaci¨®n ha vivido importantes aportaciones en el espacio te¨®rico de la identidad femenina, los estudios de g¨¦nero y el concepto de igualdad. Occidente ha construido discursos culturales donde la mujer ha adquirido un poder intelectual. Sin embargo, creo que existen grandes matices dependiendo de los pa¨ªses y de sus problem¨¢ticas. Hay muchas regiones en las que la producci¨®n femenina sigue siendo un hecho social¡±.
A la hora de abordar una antolog¨ªa as¨ª, algunas poetas vivas reculan. No quieren figurar bajo un sesgo de g¨¦nero, sino medirse en un canon similar, m¨¢s de tendencia o generacional, junto a hombres y mujeres.
L¨®gica de la compensaci¨®n
Ello ha supuesto dificultades y que algunas no hayan querido figurar en la lista. Es lo que Carmen Conde, la primera escritora que ingres¨® en la Real Academia, llam¨® en su antolog¨ªa Poes¨ªa femenina espa?ola viviente, publicada en 1954, l¨®gica de la compensaci¨®n.
¡°Aquello no dejaba de ser una reacci¨®n paralela y necesaria ante un canon de ortodoxia estrecha e injusta que requiere construir opciones alternativas. La mirada de la compensaci¨®n fue un avance en los estudios literarios que permiti¨® abrir y fijar nuevos marcos de conocimiento¡±, incide Lanseros.
¡°Cada canon es una construcci¨®n intelectual que depende de muchos factores. Refleja la realidad cultural de su ¨¦poca. Nosotras hemos querido ensancharlo, promover nuevas b¨²squedas y sorprender gratamente a los lectores¡±, remata Merino.
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