Ana y los ¡®seniors¡¯
Ana Bel¨¦n, V¨ªctor Manuel, Serrat y Miguel R¨ªos emocionan a un entregad¨ªsimo p¨²blico en los 20 a?os de ¡®El gusto es nuestro¡¯
De rojo pasi¨®n, con un escote por la cintura solo apto para las muy divinas, Ana Bel¨¦n apareci¨® como una llamarada en medio de tres se?ores de terno negro y cabelleras blancas en distinto grado de retirada y se hizo due?a del cotarro. Atacaron los cuatro Hoy puede ser un gran d¨ªa, y ya todo dio lo mismo. Cantaran lo que cantaran, dijeran lo que dijeran, qued¨® meridiano que iba a ser una gran noche. La del reencuentro de Ana Bel¨¦n, V¨ªctor Manuel, Joan Manuel Serrat y Miguel R¨ªos con su p¨²blico en el vig¨¦simo aniversario de la gira El gusto es nuestro, en un concierto patrocinado por EL PA?S y la Cadena SER. Un fiest¨®n de veteranos arriba y abajo del escenario. Silbidos, bravos, ?guapos!, atronaba la grada tras cada himno. Si no volaron sostenes ni gafas progresivas del p¨²blico a los artistas no fue por falta de ganas.
Silbidos, bravos, ?guapos!, atronaba la grada tras cada himno
Daba gloria ver al respetable entrar al recinto. Legiones de se?ores y se?oras de espl¨¦ndido ver a sus 50, 60, 70 y m¨¢s a?os emocionados como adolescentes en trance de ver a Justin Beaver. Parejas, padres e hijos, pandas de compa?eros de universidad, de oficina, de f¨¢brica yendo a ver a ¡°Ana y los chicos¡±, como defin¨ªa una desatada, Emilia, de 65 a?os, a sus coet¨¢neos. Ellas, con vaqueros, bailarinas, bolsos en bandolera y fular al cuello. Ellos, con vaqueros de pata ancha, camisas pastel y cazadorilla de gamuza a la chepa por si refrescaba. Todos, puede que con la frente marchita, pero con el coraz¨®n dispuesto a celebrar el hecho de estar vivos y disfrutando.
Los propios artistas -278 a?os sobre el escenario, sin contar los m¨²sicos- bromearon sobre la edad de la parroquia. ¡°Me confunden con Ca?ita Brava¡±, lloraba Serrat tras lamentar que ya no le dan mesa en los restaurantes. ¡°Sentaos, que estamos mayores para estar de pie¡±, aconsejaba R¨ªos despu¨¦s de levantar a los muertos con su Bienvenidos. Tambi¨¦n hubo intensidad. V¨ªctor Manuel evoc¨® la herida de la memoria hist¨®rica. R¨ªos llam¨® a ¡°votar de una puta vez bien¡±. Y, si se pon¨ªa atenci¨®n, se ve¨ªa flotar entre esos rebeldes con canas, cierta nostalgia de la juventud perdida revolucionaria. Quiz¨¢ por el hecho de que, ah¨ª fuera, en estos 20 a?os, se ha pasado de la ¡°dulce derrota¡± de Felipe Gonz¨¢lez por Aznar en 1996, al posible sorpasso de Pablo Iglesias a Pedro S¨¢nchez en las del pr¨®ximo domingo.
No hubo sangre, sin embargo. Entre otras cosas porque los que ¡°votan mal¡±, pueden ser sus hijos, o sus nietos. Bodas, bautizos, comuniones, divorcios, c¨¢nceres, nubes blancas y negras, ilusiones y desencantos. De todo y por su orden ha pasado por el personal arriba y debajo del estrado. Los artistas acreditan,y eso es el evangelio, al menos media docena de cl¨¢sicos absolutos cada uno en el curr¨ªculo. Canciones grabadas en el cerebelo de varias generaciones, quiz¨¢ por el hecho de que muchos han sido concebidos con ellas de fondo. Ana sigue siendo Ana. Aunque los chicos sean ya seniors.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.