El discurso de su vida
Antonio Rivera re¨²ne una atractiva selecci¨®n de arengas pol¨ªticas de todos los tiempos: de Tuc¨ªdides a Obama, pasando por Robespierre, Churchill, Gandhi o Adolfo Su¨¢rez
En la Convenci¨®n Nacional Dem¨®crata, Claire Underwood es elegida por aclamaci¨®n candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos, haciendo t¨¢ndem con su marido, Francis, el entonces presidente. As¨ª termina el d¨¦cimo episodio de la cuarta temporada de la magn¨ªfica serie televisiva House of Cards. La maquiav¨¦lica pareja protagonista es plenamente consciente de que para imponerse en la asamblea, adem¨¢s de maniobrar pol¨ªticamente a peque?a y gran escala, va a resultar imprescindible pronunciar un gran discurso. Mientras que Francis J. Frank Underwood se ocupa de negociaciones, tretas y enga?os, le recomienda a su esposa centrarse en esa oraci¨®n, que debe ser, en palabras del escritor ¡°negro¡± Tom, un discurso que supere a cualquier otro discurso. El discurso de tu vida, como le comenta Francis a Claire. Tras haber corregido y reescrito durante d¨ªas el texto, ensayado su puesta en escena y con el camino liberado de obst¨¢culos, Claire pronuncia un emotivo parlamento, en el que no deja de aprovechar la muerte el d¨ªa anterior de su madre, que encandila a los asistentes a la convenci¨®n. El discurso de su vida le abre las puertas de una nueva vida, la de la pol¨ªtica ¡ªm¨¢s all¨¢ de su singular papel como primera dama o de una corta experiencia de embajadora¡ª.
Aunque los discursos pol¨ªticos tengan una larga tradici¨®n, que se remonta a los griegos en la cultura occidental, no siempre han tenido el mismo sentido, factura, audiencia o difusi¨®n. La palabra ha estado siempre, en cualquier caso, en el centro. Las formas pol¨ªticas, as¨ª como las de hacer pol¨ªtica, han mudado sustancialmente. Pero lo han hecho tambi¨¦n de manera muy destacada los medios. En el siglo XX, la radio y la televisi¨®n ejercieron una decisiva influencia sobre las intervenciones p¨²blicas en la pol¨ªtica. La era digital ha introducido nuevas claves, en las que la simplicidad y la reiteraci¨®n se han impuesto. Los grandes discursos dejan ya solamente titulares, las m¨¢s de las veces ef¨ªmeros.
De las piezas oratorias antiguas tenemos frecuentemente pocos rastros, mientras que conocemos muy bien las que siguieron a la introducci¨®n de la pol¨ªtica moderna, con la independencia norteamericana y 1789. Durante m¨¢s de un siglo, la prensa las reprodujo integralmente y muchas fueron editadas. La irrupci¨®n de la sociedad de masas introdujo nuevos cambios. El p¨²blico y el espacio, desde la tribuna parlamentaria hasta el mitin callejero, determinan unos discursos que, en muchos casos, han sido elaborados por una persona o por una legi¨®n de colaboradores ligados al orador.
El profesor de la Universidad del Pa¨ªs Vasco y exdiputado Antonio Rivera acaba de reunir en un interesante volumen 130 de esos discursos pol¨ªticos, desde los atribuidos a Zh?u G?ngd¨¤n o Tuc¨ªdides hasta los pronunciados en los ¨²ltimos tiempos por Obama, Putin y Merkel. En algunos casos, el curador ha abreviado los textos. Cada uno est¨¢ precedido de una peque?a introducci¨®n que permite situar al autor, el momento y las circunstancias en las que el parlamento fue preparado y expuesto. Las piezas magistrales comparten espacio con alguna que otra perorata, aunque significativa por su repercusi¨®n u oportunidad. Se privilegia la ¨²ltima centuria y el marco europeo y americano, sin olvidar otros mundos y ¨¦pocas. No faltan los oradores griegos, ni Carlos V y Luis XIV, ni mucho menos los tribunos revolucionarios como Robespierre o Saint-Just. Bol¨ªvar, Marx, Cavour, Disraeli o Lincoln destacan en el siglo XIX. En la tribuna espa?ola lo hac¨ªa por aquel entonces Castelar, tantas veces comparado con los oradores cl¨¢sicos.
El siglo XX concentra l¨®gicamente la mayor parte de los textos escogidos. A trav¨¦s de ellos resulta posible reconstruir una historia del mundo contempor¨¢neo, con sus revoluciones (Lenin, Zapata, Mao), experiencias totalitarias (Hitler, Mussolini, Stalin) y democr¨¢ticas (Churchill, De Gaulle, Schuman, Kennedy, Su¨¢rez) o luchas anticoloniales y sociales (Gandhi, Lumumba, Luther King). La guerra civil espa?ola y el r¨¦gimen dictatorial aparecen en la boca de Mola, Aza?a y Franco. No se olvida a intelectuales y pensadores como Tagore, Ortega y Gasset, Juan XXIII u Octavio Paz. Entre las piezas de los ¨²ltimos decenios pueden ser destacadas las de Reagan y Thatcher, Alfons¨ªn y Mandela, Sarkozy y Gonz¨¢lez, Morales y Obama. Como todo repertorio, es parcialmente discutible. A pesar de ello, Rivera ha conseguido construir una atractiva selecci¨®n que ?re¨²ne los discursos de su vida de muchos hombres y mujeres, que han pasado a ser, tambi¨¦n en parte, los de la nuestra. Antolog¨ªa del discurso pol¨ªtico constituye, a fin de cuentas, una obra altamente recomendable en tiempos algo aciagos en el campo pol¨ªtico.
Antolog¨ªa del discurso pol¨ªtico. Antonio Rivera. Los Libros de la Catarata. Madrid, 2016. 445 p¨¢ginas. 23 euros
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