Literatura sin domesticar
Rafael Reig concilia en Se?ales de humo su faceta de narrador y polemista. El resultado es un viaje vital e hipn¨®tico a los or¨ªgenes de la literatura espa?ola
Diez a?os despu¨¦s de su Manual de literatura para can¨ªbales, ensayo novelado sobre la literatura espa?ola contempor¨¢nea, aparece su precuela, Se?ales de humo, casi una historia ¨ªntima y social de los or¨ªgenes de la literatura en castellano. Es decir, de la Edad Media, las jarchas, el mester de juglar¨ªa¡ y as¨ª hasta el Siglo de Oro y la ¡°querella¡± entre Cervantes y Lope de Vega. Conviene comparar ambos manuales: si hace 10 a?os Rafael Reig (Cangas de On¨ªs, 1963) se val¨ªa de una saga familiar que llegaba tarde a todos los movimientos literarios (los Belinchones, neocl¨¢sicos cuando triunfaba Espronceda, rom¨¢nticos en tiempos de Gald¨®s), ahora el hilo de la trama le pertenece a un solo personaje extempor¨¢neo, Mart¨ªn, catedr¨¢tico de literatura de un instituto de Manoteras que viaja en el tiempo y mantiene su mente disociada entre cada ¨¦poca que visita y los alumnos del instituto donde imparte.
La elecci¨®n de esta impostura narrativa no es gratuita: al evitar una lectura naturalizada de la historia (una simplificaci¨®n que har¨ªa de Se?ales de humo candidata al best seller divulgativo, tanto por lo audaz de la interpretaci¨®n como por su erudici¨®n), es decir, al introducir a Mart¨ªn en cada ¨¦poca que visita, Reig est¨¢ obligado a crear varios estilos y hacer convivir extra?amente diversas lenguas (de juglares o de humanistas como Aldana, por ejemplo). Ah¨ª es manifiesta su maestr¨ªa y la hondura del proyecto. Frente a la ¡°traducci¨®n¡± de los cl¨¢sicos para una comprensi¨®n actual, Reig practica un desvelamiento de los prejuicios con los que el presente domestica la historia. ¡°?Para qu¨¦ podr¨ªa necesitar imaginaci¨®n el novelista?¡±, se pregunta Mart¨ªn. ¡°La necesita para tres cosas, gente del porvenir: tiene que inventarse a s¨ª mismo, inventar a sus lectores e inventar la tradici¨®n literaria¡±. Es la pol¨ªtica de la literatura: ¡°Ganar la guerra de las representaciones imaginativas¡±, democratizarlas. Reig lo consigue con las armas del humor y la compasi¨®n, como en el excelente cap¨ªtulo dedicado al Lazarillo. Reivindica una ¡°l¨ªnea de continuidad en la cultura popular (¡) reprimida, (¡) oculta¡±. Y no es necesario estar de acuerdo en todo con el narrador de esta batalla contra la cursiler¨ªa oficial. Lo esencial es su punto de vista: literatura tambi¨¦n es ¡°una historia de lucha de clases¡±. En un bando: Clerec¨ªa, Juan de Mena, Garcilaso, Petrarca¡ Intelectuales que lo mismo difunden ¡°el mort¨ªfero bacilo del petrarquismo bub¨®nico¡± (su idea ¡°privada¡± del amor es la avanzadilla del capitalismo, seg¨²n Mart¨ªn) que ¡°firman un manifiesto de apoyo a la OTAN¡±. En el bando del pueblo: Juan Ruiz, Fran?ois Villon, Fernando de Rojas, adem¨¢s de brujas y celestinas, en una vindicaci¨®n feminista de la Edad Media cercana a las tesis de Silvia Federici.
Reig ha conciliado en Se?ales de humo su faceta de narrador, de polemista y de profesor. El resultado es un libro vital e hipn¨®tico, m¨¢s duradero que su primer Manual de literatura para can¨ªbales. En un mundo ideal, este libro, que construye tradici¨®n a la vez que desmonta la dictadura de la actualidad, ser¨ªa lectura obligatoria en institutos y universidades.
Se?ales de humo. Manual de literatura para can¨ªbales I. Rafael Reig. Tusquets. Barcelona, 2016. 384 p¨¢ginas. 19,50 euros
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.