Virtuosos
No hay nada que se parezca m¨¢s a la propia entra?a de un 'talent show' que la composici¨®n de una orquesta: pruebas, jurados, admisiones y rechazos son la f¨®rmula habitual
La inercia de los talent show ha llegado tambi¨¦n a la m¨²sica cl¨¢sica. La 2 ha puesto en marcha Virtuosos, un programa que pretende formar una orquesta sinf¨®nica. Pocas veces la realidad se ha asemejado tanto a la mec¨¢nica de descartes que en los ¨²ltimos tiempos engancha a diferentes p¨²blicos.
No hay nada que se parezca m¨¢s a la propia entra?a de un espacio as¨ª que la misma composici¨®n de una orquesta: pruebas, jurados, admisiones y rechazos son la f¨®rmula habitual de Berl¨ªn a Pek¨ªn y de Madrid a Sidney a la hora de configurar ese extra?o grupo de artistas que debe respirar al un¨ªsono para llegar a los corazones de la gente.
No parece que Virtuosos vaya a desequilibrar presupuestos. Rezuma una factura discreta en la que debe imponerse, frente a la escasez de medios, su buena dosis de emoci¨®n y una generosa conciencia divulgativa. ?Para qu¨¦ emprender un programa as¨ª en este ¨¢mbito si no deseas transmitir conocimiento?
La primera parte debe venir dada por una concienzuda selecci¨®n previa de participantes, que no f¨¢cilmente se logra. Las historias y bagajes personales cuentan y no siempre resulta sencillo hallar talento fuera de lo com¨²n. Por eso, entre todo el humilde pero efectivo engranaje del programa, sobresale la figura del director: Ram¨®n Torrelled¨®.
Con una paciente y meritoria carrera, este m¨²sico dispone al frente de Virtuosos de una excelente oportunidad para demostrar a fondo de qu¨¦ se compone el ADN orquestal, su car¨¢cter de complejo puzle y cuidado del detalle. Torrelled¨® lo borda con una mezcla de compromiso f¨ªsico y emocional. Sabe volcar su experiencia en una efectiva garra comunicativa. Desprende carisma y pasi¨®n. Junto a ¨¦l resulta m¨¢s sencillo comprender el nivel de compromiso y la entrega requeridos para dedicar tu vida a la m¨²sica, esa c¨¢psula de emociones absorbente, demandante, din¨¢mica y constructiva. Ese nicho en el que sobresale, ante todo, algo muy caro de descubrir en el cargante surrealismo televisivo patrio: el arte del m¨¦rito.
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