?C¨®mo suena un c¨®mic?
Dos dibujantes espa?oles lanzan sus ¨²ltimas novelas gr¨¢ficas junto con sendos discos, para crear otra experiencia narrativa
Desde su terraza, Colo miraba los tejados de Madrid. A su amiga Bea, al otro lado del tel¨¦fono, ese privilegio le hab¨ªa sido arrebatado. Tan solo pod¨ªa esperar, encerrada en una habitaci¨®n. Desde que contrajera la gripe-A, sus d¨ªas rimaban con cuarentena. Siempre le quedaba, eso s¨ª, el tel¨¦fono como ventana hacia el mundo. Hab¨ªa llegado a la conclusi¨®n de que, cuando la vida acelera demasiado, el cuerpo se encarga de detenerla. As¨ª explicaba su enfermedad y as¨ª se lo contaba a Colo. Pero su amigo hab¨ªa dejado de escucharla.
Es lo que tienen los artistas: de repente, su mente se va de viaje. La del dibujante y escritor, en ese momento, puso rumbo a una sociedad con el mismo problema que Bea: un virus que detuviera nuestra existencia cada vez m¨¢s neur¨®tica. El Mal de la Tristeza. Pocos d¨ªas despu¨¦s, propuso a su grupo musical que se sumara a la odisea. El resultado, seis a?os despu¨¦s, se llama Hoy es un buen d¨ªa para morir (Dib-Buks) y es doble: una novela gr¨¢fica que incluye un disco. Y tambi¨¦n, c¨®mo no, una p¨¢gina de disculpas a Bea por no hacerle demasiado caso ese d¨ªa.
Mientras Colo ¨C su nombre real es Jes¨²s Colomina Orgaz, autor del aplaudido tebeo De perros y huesos- preparaba el c¨®mic y su banda sonora, otro dibujante a la caza de originalidad hac¨ªa lo mismo. Felipe Almendros ultimaba VIP (Reservoir Books), una reflexi¨®n en vi?etas y m¨²sica sobre qu¨¦ significa ser artista e intentar alejarse del camino que dictan las masas. De ah¨ª que ahora coincidan en las librer¨ªas dos tomos con sus respectivos ¨¢lbumes y dos maneras a la vez parecidas y muy distintas de emplear la narrativa transmedia, esa que tan de moda est¨¢ en la Cultura y que lleva a contar una historia en varios formatos.
¡°Ha sido un ejercicio de improvisaci¨®n de dos medios diferentes que se han ido cruzando e influyendo¡±, reflexiona Colo. Al principio, las reuniones con la banda, cada domingo por la tarde, serv¨ªan para acompa?ar lo que narraban las p¨¢ginas. Y su rock melanc¨®lico era reflejo de los trazos gris¨¢ceos y las sombras de un relato donde los hombres mueren de estr¨¦s y depresi¨®n con los ojos llenos de sangre. A medida que avanzaba la composici¨®n, sin embargo, la m¨²sica se atrevi¨® a tomar la delantera. Y las melod¨ªas le ense?aban a Colo por d¨®nde dirigir ciertos dibujos. Al fin y al cabo, como siempre improvisa desde la primera vi?eta hasta la ¨²ltima, el cambio de rumbo es su pan de cada d¨ªa.
Para Almendros, en cambio, el disco era una provocaci¨®n. Otra m¨¢s, ya que las p¨¢ginas de VIP y de su carrera est¨¢n repletas de riesgos. En RIP, su anterior obra, el creador ilustraba el drama de lidiar con la muerte de su padre y la enfermedad de su hermana. Ahora Almendros propone un tebeo en parte autobiogr¨¢fico sobre un tipo que malvive en un burdel, lucha por ser un artista aut¨¦ntico y acaba convertido en una copia malograda de David Bowie. El propio refleja la contradicci¨®n: sin apenas di¨¢logos, mezcla colores encendidos, dibujos m¨¢s elaborados con otros que parecen bocetos y est¨¢ editado como si fuera una revista de moda. Es decir, precisamente lo opuesto de lo que defiende el creador. De ah¨ª que tambi¨¦n incluya gafas 3D y un disco ¡°en edici¨®n limitada¡±.
¡°Ya que VIP habla sobre el proceso creativo me parec¨ªa genial que trascendiera a otras disciplinas y tal y como ten¨ªa planteado el concepto del libro me ven¨ªa de lujo que se editara con un CD en regalo. Tambi¨¦n me gustaba que el personaje hubiera hecho un disco no especialmente bueno¡±, relata Almendros. Su eufemismo describe un ¨¢lbum donde la letra mezcla adrede chistes malos y previsibles. Es decir, lo m¨¢ximo que el protagonista de VIP ser¨ªa capaz de conseguir.
Sea como fuere, ambos artistas comparten m¨¢s ideas que la de mezclar m¨²sica y c¨®mics. Los dos proponen c¨®mics alternativos, ya sea por sus tem¨¢ticas como por su larga y compleja elaboraci¨®n. ¡°Sin duda ser diferente es la gran lucha. E intentar no tener demasiadas referencias para no caer en la tentaci¨®n de seguir lo que es tendencia¡±, defiende Almendros.
Y Colo se lanza a un aut¨¦ntico manifiesto a favor de la pasi¨®n y la pausa, en tiempos de hiperactividad. La mayor¨ªa de sus ingresos los debe a ser un creador publicitario exitoso, pero su felicidad procede de las historietas: ¡°Vivo de la publicidad pero vivo para los c¨®mics. Es muy necesario hoy en d¨ªa dedicarte a lo que te apasiona. Ya que hay que apostar s¨ª o s¨ª, m¨¢s vale hacerlo por algo que te guste¡±. Tanto le importa la novela gr¨¢fica que se pasa a?os realizando tebeos que a menudo ni publica. En su estudio, hay varios ya terminados y abandonados. Lo mismo que un bajo, que yace en un rinc¨®n y que ¨²ltimamente Colo casi no toca. Tal vez alg¨²n d¨ªa tengan una oportunidad, juntos.
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