Muere Virgilio Pe?a, combatiente republicano, preso 40.843 en Buchenwald
El fallecido, de 102 a?os, comparti¨® barrac¨®n con Sempr¨²n en el campo de concentraci¨®n tras luchar en la guerra civil espa?ola y en la Resistencia francesa
A sus 102 a?os, al combatiente republicano espa?ol Virgilio Pe?a le lleg¨® el reconocimiento de Francia a finales del mes pasado, solo dos semanas antes de morir. Nombrado caballero de la Orden Nacional de la Legi¨®n el pasado 24 de junio, falleci¨® este mi¨¦rcoles en Bill¨¨re (Pau). Comunista desde su adolescencia, combati¨® en la guerra civil espa?ola y luego en la Resistencia francesa hasta que fue deportado al campo de concentraci¨®n de Buchenwald. All¨ª comparti¨® el barrac¨®n n¨²mero 40 con Jorge Sempr¨²n, el pol¨ªtico y escritor espa?ol muerto hace cinco a?os.
Hijo de la churrera del pueblo y de un campesino, Virgilio Pe?a naci¨® en enero de 1914 en Espejo (C¨®rdoba). A los diez a?os perdi¨® a su padre, pero de ¨¦l le qued¨® grabado su activismo sindical en el medio rural y su ideolog¨ªa comunista. A los 17 ya militaba en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), de tendencia marxista y revolucionaria.
Los primeros vientos de guerra le llegaron con 22 a?os y, pese al peligro que implicaba, colg¨® del balc¨®n de su casa la bandera republicana. De all¨ª la arrancaron los fascistas que tomaron su pueblo el primer d¨ªa del golpe de Estado, el 18 de julio de 1936. Como miliciano, Pe?a combati¨® para que en los pueblos pr¨®ximos como Villa del R¨ªo o Bujalance no ocurriera lo mismo.
Dos meses despu¨¦s y cientos de muertos ante sus ojos, el 25 de septiembre recuper¨® con otros milicianos y militares republicanos el control de su pueblo. Enrolado en el Ej¨¦rcito regular en una unidad de transmisiones, particip¨® en decenas de batallas, incluidas las de Teruel y el Ebro, y fue herido en dos ocasiones.
Perdida la guerra, Pe?a fue uno de los 500.000 espa?oles de La Retirada, la columna de derrotados que entre enero y febrero de 1939 llen¨® en p¨¦simas condiciones las playas del sureste franc¨¦s de combatientes leales a la Rep¨²blica. Mientras muchos compatriotas se quedaban en campos construidos para los llamados ¡°Indeseables¡± ¨Cespa?oles, gitanos, jud¨ªos...-, como el de Rivesaltes, Virgilio Pe?a se enrol¨® en la Resistencia, convencido de que, si Alemania perd¨ªa la guerra, tambi¨¦n en Espa?a caer¨ªa la dictadura del general Franco.
Guardaba su pistola bajo las tejas de la pensi¨®n en la que viv¨ªa cerca de Pau y ayudaba a los patriotas franceses a vigilar a los alemanes, fijar objetivos o castigar a colaboracionistas. Un compatriota lo delat¨®. ¡°Creo que era de Ja¨¦n¡±, contaba en la que quiz¨¢s haya sido su ¨²ltima entrevista publicada que la difundi¨® EL PA?S el pasado 10 de junio.
Bajo la supervisi¨®n del sanguinario comisario Pierre Poinsot, Pe?a fue torturado antes de ser entregado a los nazis. Su dram¨¢tico traslado al campo de exterminio de Buchenwald, contado al detalle en esa entrevista, lo convirti¨® en el preso 40.843 en el barrac¨®n donde ya estaba Sempr¨²n, tambi¨¦n entonces del Partido Comunista.
En Buchenwald, a Pe?a le llamaban El Campesino porque era el ¨²nico agricultor. Cosido a su uniforme a rayas, el tri¨¢ngulo rojo de ¡°terrorista¡± con la S de Spanien. ¡°Siempre me ha tocado lo peor en la vida¡±. All¨ª vio trasladar a miles de personas a los hornos crematorios. Y a Sempr¨²n salvar a algunos al modificar nombres en las fichas de los presos.
El alcalde de Bill¨¨re puso en el balc¨®n la bandera republicana el d¨ªa de la condecoraci¨®n a Pe?a
Pesaba 42 kilos cuando el campo fue liberado por tropas estadounidenses en abril de 1945. ?l se qued¨® dentro dos meses m¨¢s porque no ten¨ªa a d¨®nde ir. Regres¨® a Pau. Su pistola ya no estaba bajo las tejas. Empez¨® a trabajar en el campo y, despu¨¦s, como alpargatero y alba?il.
En los ¨²ltimos a?os, aquejado de una enfermedad renal pero en perfectas condiciones mentales, viv¨ªa acompa?ado temporalmente por alguna de sus tres hijas o su hijo. Evelyn fue la que le acompa?¨® en los ¨²ltimos d¨ªas. Y el activista y cineasta Jean Ortiz, asiduo visitante. ¡°Se apag¨® su coraz¨®n, pero no su cabeza¡±, cuenta Ortiz, autor, junto con Dominique Gautier, de la pel¨ªcula ¡°Espejo Rojo¡±, que en 2005 dio a conocer la figura de Pe?a. ¡°Nunca hab¨ªa querido contar nada hasta entonces¡±, recuerda Ortiz.
Cuando hace dos semanas le impusieron la legi¨®n de honor en el ayuntamiento de Bill¨¨re, el alcalde, el socialista Jean-Yves Lalanne, coloc¨® en el balc¨®n del consistorio la bandera republicana espa?ola y la mantuvo pese a las protestas del c¨®nsul espa?ol, Fernando Riquelme. ¡°Arriesg¨® su vida por salvar a la Rep¨²blica espa?ola y luego se alist¨® en la Resistencia francesa. Milagrosamente sobrevivi¨® al campo de exterminio de Buchenwald¡±, resumi¨® el regidor. "No retir¨¦ la bandera porque no era un ceremonia franco-espa?ol, sino un homenaje a un combatiente que lo merec¨ªa", ha declarado este jueves.
En Espejo hay una calle con el nombre de Virgilio Pe?a. "Eso me emocion¨® m¨¢s que nada", recordaba el luchador espa?ol. Muri¨® en la cl¨ªnica Marzet de Pau. El ¨²ltimo adi¨®s de su familia ser¨¢ este jueves en esa ciudad, en el crematorio de la calle dedicada a Pierre Brosolette, periodista y resistente socialista torturado hasta la muerte por la Gestapo en Par¨ªs el 22 de marzo de 1944.
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