Muere Garry Marshall, el director de ¡®Pretty woman¡¯
El cineasta fallece a los 81 tras dejar un gran legado en la comedia rom¨¢ntica
Cuando hoy Estados Unidos se despierte, se sentir¨¢ un poco m¨¢s triste. Y afligido. Como cualquier aficionado a la comedia rom¨¢ntica, el ¨²nico g¨¦nero que sobrevive frente al bulldozer de los filmes de superh¨¦roes en Hollywood. El martes, Garry Marshall falleci¨® en Burbank (California) a los 81 a?os tras una serie de ataques al coraz¨®n. Y con ¨¦l se va el director que durante medio siglo sent¨® c¨¢tedra -para bien y para mal- en el cuento de hadas cinematogr¨¢fico. En su pa¨ªs natal, adem¨¢s, fue un referente televisivo, medio en el que empez¨® su carrera antes de que Pretty woman lo convirtiera en un director de serie A. Solo en taquilla, este c¨®ctel de los mitos de Pigmali¨®n y de Cenicienta gan¨® 463 millones de d¨®lares en 1990, catapult¨® a Julia Roberts y confirm¨® a Richard Gere como gal¨¢n maduro.
Algo deb¨ªan de desayunar especial en casa de los Marshall, porque a Garry le sobreviven sus hermanas, tambi¨¦n realizadoras, Ronny Hallin, y la m¨¢s talentosa Penny Marshall, la de Big, Ellas dan el golpe, Despertares o Los chicos de mi vida. Tanto Garry como Penny disfrutaban haciendo cameos en las pel¨ªculas del otro: en el ¨²ltimo filme de Garry, Feliz d¨ªa de la madre, estrenado este mismo a?o, Penny es la narradora del inicio. A Garry siempre le gust¨® actuar -no hay m¨¢s que recordarlo como el jefe tocapelotas de Murphy Brown, su personaje de director de casino en Perdidos en ?merica o descubrir que aparec¨ªa en Goldfinger-, pero obviamente la fama le lleg¨® como director de t¨ªtulos como?Frankie y Johnny (1991),?Novia a la fuga (1999), Princesa por sorpresa (2001), Historias de San Valent¨ªn (2010), Noche de fin de a?o (2011) y la mencionada El d¨ªa de la madre, estrenada en abril. Estas ¨²ltimas se mov¨ªan en el mismo esquema de historias romanticonas corales de consumo f¨¢cil y en la que los actores se daban de tortas por aparecer: Marshall siempre tuvo fama de ser encantador y saber tratar a los int¨¦rpretes.
"Nadie es mejor, ni m¨¢s divertido que ¨¦l, a la hora de plasmar lo que son las amistades", recalc¨® sobre su obra el presidente del Sindicato de Guionistas de EE UU, Christopher Keyser, cuando en 2014 se rindi¨® homenaje a la carrera televisiva de Garry Marshall. "Sus series son espejos gentiles, generosos y c¨®micos donde se refleja la Am¨¦rica de mediados de siglo", apostill¨® el representante del colectivo sobre un director que tambi¨¦n cre¨® 14 series y produjo m¨¢s de 1.000 episodios de televisi¨®n, en series como The Lucy show (para Lucille Ball), The Dick Van Dyke Show, La extra?a pareja -convirti¨® en serie la obra de teatro de Neil Simon-, Mork y Mindy (primer gran papel para Robin Williams, que encarnaba a un extraterrestre) y, sobre todo, Happy Days, que en los setenta arras¨® en Estados Unidos y convirti¨® en estrellas al entonces actor infantil, hoy director, Ron Marshall, y al c¨®mico Henry Winkler. Por ellas logr¨® cinco nominaciones a los Emmy e ingres¨® en el Sal¨®n de la Fama de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Televisi¨®n en 1997.?
Remembering the Movies and TV Shows of Garry Marshall: 1934 to 2016 https://t.co/adTE96o4VO pic.twitter.com/pxdCchS4A4
— IMDb (@IMDb) July 20, 2016
En el cine debut¨® m¨¢s tarde, en 1982, con una infravalorada Los locos del bistur¨ª. Despu¨¦s llegaron Nada en com¨²n (una de las comedias de Tom Hanks de los ochenta que ahora nadie parece recordar), Un mar de l¨ªos (para el entonces matrimonio Kurt Russell y Goldie Hawn) y Eternamente amigas. Y en 1990, Pretty Woman: "Julia era joven, pero no ten¨ªa miedo. Obviamente, se com¨ªa la pantalla. Verla crecer ha sido uno de mis grandes placeres", afirm¨® sobre Julia Roberts, a la que junt¨® de nuevo con Richard Gere en Novia a la fuga (1999). En el estreno de Pretty Woman, con gran humor, declar¨® a The New York Times: "Me gusta hacer esta clase de trabajo tan sentimental y rom¨¢ntico. Es una labor sucia, pero alguien debe de hacerla". Curiosamente, ¨¦l, que hab¨ªa escrito tantas series de televisi¨®n, no escribi¨® un guion de cine desde The Flamingo Kid en 1984, pero sus pel¨ªculas siempre tienen un tono unitario que las hace inconfundibles.
"Me gusta hacer esta clase de trabajo tan sentimental y rom¨¢ntico. Es una labor sucia, pero alguien debe de hacerla"
Nacido en el Bronx en 1934, el padre de los Marshall era un director de documentales industriales encargados por empresas y lobbies llamado Anthony Masciarelli (se cambi¨® el nombre cuando empez¨® a dirigir). Su madre, profesora de danza, le inculc¨® a sus hijos su pasi¨®n por el humor sard¨®nico y algo autoflagelante. Estudi¨® periodismo, fue a la guerra de Corea y despu¨¦s de actuar en algunos locales de mon¨®logos c¨®micos y escribir para otros como Joey Bishop (uno de los amigotes, del Rat Pack, de Frank Sinatra), se mud¨® a Los ?ngeles en los a?os sesenta, donde inici¨® su carrera televisiva.
Jugador de b¨¦isbol y baloncesto en su adolescencia, mantuvo su pasi¨®n por el basket a lo largo de su vida y as¨ª en los ochenta, en una cancha de baloncesto, conoci¨® al actor, y desde entonces amigo del alma, H¨¦ctor Elizondo, que aparece en todas sus pel¨ªculas. Por cierto, por contrato en sus rodajes se instalaban al lado de los plat¨®s canchas de baloncesto.
Por sus manos no solo pasaron Julia Robert y Richard Gere, sino que tambi¨¦n lanz¨® a Anne Hathaway (en las dos partes de Princesa por sorpresa), recuper¨® para las nuevas generaciones a Julie Andrews, y ense?¨® a quintas y quintas de actores y actrices a hacer los mejores pucheros cuando las cosas del coraz¨®n iban mal dadas. Hoy en las redes sociales, se lo han agradecido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.