Apoteosis de Roca Rey, en racha, vers¨¢til, luminoso y ca¨ªdo en gracia

Antes de romper el pase¨ªllo se guard¨® un minuto de silencio en memoria de V¨ªctor Barrio. Una voz an¨®nima grit¨® ¡®viva la tauromaquia¡¯, y se rompi¨® el silencio con una atronadora ovaci¨®n de la plaza entera. Y sali¨® el toro.

Y la tragedia rond¨® de nuevo. Una angustiosa cogida sufri¨® Roca Rey al entrar a matar a su primero. Dej¨® un pinchazo y el toro lo prendi¨® por el pecho, sin soltarlo, y lo suspendi¨® durante unos dram¨¢ticos segundos. Esta vez el milagro se produjo. Ileso sali¨® del trance. Este toro de El Pilar, de bajo trap¨ªo, sali¨® de f¨¢brica ya con las fuerzas justas. Aguant¨® como pudo, aunque siempre con un recorrido muy medido. Lo que m¨¢s lleg¨® a la gente de la faena de Roca fue la parte final: lo accesorio. Los parones, los arabescos, los circulares invertidos, los cambios por la espalda, y la arrucina, que ya entra en cualquier plan de faena. Antes de eso no hubo gran acople. Le costaba al toro, y tampoco Roca Rey encontr¨® una l¨ªnea de seguridad. Tras el pinchazo y la dram¨¢tica cogida, lleg¨® una entera que desat¨® el entusiasmo.

El sexto fue un buen toro, sobre todo por el pit¨®n izquierdo. Roca Rey lo aprovech¨® por ese lado, por donde carg¨® lo fundamental de la faena. Salieron series bellas de naturales, unas con m¨¢s continuidad que otras, pero con el toro embebido en los vuelos de la franela. A las medias embestidas del toro de El Pilar por la derecha respondi¨® Roca Rey con m¨¢s entusiasmo que mando. Pero siempre con una superioridad aplastante. Otra labor vers¨¢til. Luminosa. Esta vez, la traca final fueron varios muletazos cambiando de mano sin la espada en la mano, en los adentros, con el toro ya abandonado a su suerte. La espada qued¨® algo desprendida, pero de nuevo el p¨²blico explot¨® de gozo. El premio de las dos orejas pareci¨® excesivo, pero este torero ha ca¨ªdo en gracia en Valencia.

El primero de rejoneo no estuvo por la labor hasta que Hermoso logr¨® meterlo en cintura. Noble, con el son cl¨¢sico de los ¡°murubes¡±, pero sin una entrega total. Sali¨® Hermoso con ¡®Napole¨®n¡¯ en las farpas; dos de ejecuci¨®n y colocaci¨®n impecables. Luego, en banderillas, con ¡®Disparate¡¯ y ¡®Pirata¡¯, en un prodigio de monta y toreo a caballo, aunque el toro nunca acab¨® por rendirse. De nuevo, la colocaci¨®n y ejecuci¨®n fueron magn¨ªficas. Un pinchazo y un certero rejonazo dieron en la arena con el toro.

De mejor nota fue el cuarto, tambi¨¦n de excelente son, pero con mayor entrega. Hermoso regal¨® otra demostraci¨®n de monta, con quiebros, cabriolas, cambiando de costado sobre la marcha, un recital. Con las farpas brill¨® con ¡®?gora¡¯, y en banderillas con ¡®Beluga¡¯, ¡®Donateli¡¯ y ¡®Pirata¡¯. Con este ¨²ltimo cerr¨® el tercio de banderillas con un par de las cortas a dos manos. Pero la exhibici¨®n se derrumb¨® a la hora de matar, y tan incontestable actuaci¨®n qued¨® reducida a una ovaci¨®n.

El primero de Manzanares sali¨® tocado del ala tras las dos varas recibidas. Se dej¨® el imponente toro de El Pilar, pero el de turno se pas¨® de castigo. En banderillas esper¨® en ¨²ltima instancia y qued¨® marcado para los restos por sus medidas fuerzas. Perdi¨® varias veces el equilibrio y Manzanares, siempre sobre la derecha, no pas¨® de intentos. Sin una sola serie rematada. Por la izquierda, el toro se qued¨® corto, busc¨® y el torero desisti¨®. La faena acab¨® algo pesada, aunque Manzanares, sobre la derecha, rob¨® medios muletazos que no llegaron a la gente.

Muy irregular Manzanares con el quinto. Toro que tom¨® la muleta con aire cansino. Por la derecha nunca hubo acuerdo mutuo; alg¨²n muletazo suelto, pero m¨¢s al aire del toro que con mando en plaza. Por el lado izquierdo, tres naturales sueltos. Templados y con clase. Nada m¨¢s. Supo a poco. Cambiada de mano la muleta, la faena nunca encontr¨® vuelo. Con el toro al paso, con andares de resignaci¨®n, el final de esa labor result¨® borrosa.