Muere Jos¨¦ Menese, el cantaor flamenco de la pureza comprometida
Uno de los referentes del flamenco espa?ol ha fallecido a los 74 a?os
A Jos¨¦ Menese le debi¨® de coger dormido la muerte en su casa de La Puebla de Cazalla, la localidad morisca donde hab¨ªa nacido en 1942. Su coraz¨®n cansado se par¨® pill¨¢ndolo en un descuido, que si no puede que se hubiese rebelado ante el destino, tal era su car¨¢cter ind¨®mito. ?l hab¨ªa sido cantaor por vocaci¨®n y por derecho propio y, conoci¨¦ndolo, uno piensa que no podr¨ªa haber sido otra cosa ni haber cantado de otra manera, de forma comprometida con el arte, con la sociedad y con el tiempo que le toc¨® vivir. Y eso fue as¨ª por circunstancias de la vida, s¨ª, pero tambi¨¦n por su car¨¢cter y determinaci¨®n, por su fuerte personalidad.
Menese cantaba en su pueblo por afici¨®n y entre amigos. Eran tiempos duros y su origen era humilde, como hijo de un zapatero remend¨®n. Pero paisano suyo era Francisco Moreno Galv¨¢n, poeta y pintor, gran aficionado y componente, junto a su hermano Jos¨¦ Mar¨ªa, cr¨ªtico de arte, y los escritores Fernando Qui?ones y Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald, de una avanzadilla de intelectuales que reivindicaba el flamenco y, adem¨¢s, lo viv¨ªa con intensidad. El empuje de Moreno Galv¨¢n ser¨ªa determinante para su marcha a Madrid con apenas 20 a?os, y lo acompa?ar¨ªa mientras vivi¨®: le compuso textos para sus cantes e ilustr¨® las carpetas de sus discos con una est¨¦tica que marcar¨ªa ¨¦poca.
Cae Menese en un Madrid tardofranquista y en ese c¨ªrculo de intelectuales con el que comparte noches de cante y fiesta sin fin en las que se echaban las persianas para retrasar la llegada de la ma?ana. Ese entorno es tambi¨¦n determinante de su orientaci¨®n, en la que juegan un papel fundamental las letras de car¨¢cter social y reivindicativo que le escribe Moreno Galv¨¢n. Comienza as¨ª a cantar en colegios mayores y facultades, siendo su voz ¡°la primera en hacer retumbar las paredes y conciencias universitarias¡±, seg¨²n afirma Jos¨¦ Manuel Gamboa. Una voz, pues, contestataria desde el principio y hasta el final, que el compromiso de Menese, militante comunista, nunca fue de diluirse con el tiempo.
Pero tambi¨¦n una voz flamenca de afici¨®n y pasi¨®n. En 1963, a poco de un a?o de su llegada a la capital, Menese entra a trabajar en el prestigioso tablao Zambra, aut¨¦ntica universidad del cante, donde se encontrar¨¢ con maestros de la talla de Perico el del Lunar, Juan Varea, Rafael Romero, Fernanda y Bernarda de Utrera, y los gaditanos Peric¨®n, Manolo Vargas y La Perla. Y en 1965, mientras hac¨ªa el servicio militar, en un permiso, se presenta al Concurso Nacional de Arte Flamenco de C¨®rdoba y obtiene el Premio de Honor Tom¨¢s El Nitri. Dos a?os m¨¢s tarde, ser¨ªa tambi¨¦n premiado en el Festival de Cante Jondo de Mairena del Alcor, que hab¨ªa nacido unos a?os antes de la mano de Antonio Mairena. Precisamente, la 55? edici¨®n de esta cita, que se celebra a principios del mes de septiembre, estar¨¢ dedicada, desgraciadamente ya sin su presencia, al reconocimiento de su carrera art¨ªstica.
Estamos, pues, ante un artista sobradamente acreditado como figura desde muy joven, y tambi¨¦n con destacada notoriedad social ¡ªPopular del diario Pueblo, Premio Ondas de la SER en 1968 o Famoso de Sevilla en 1969¡ª desde esos mediados de los sesenta en los que comienza tambi¨¦n a publicar sus discos, que son esperados por la afici¨®n y que se editan en esos primeros tiempos con una cadencia casi fren¨¦tica, al ritmo de dos y hasta tres por a?o. Llegar¨ªa as¨ª a registrar m¨¢s de una treintena de grabaciones cultivando lo que ¨¦l denominaba el flamenco puro. Y siempre con una dignidad insobornable, como era su personalidad. Cante puro y antiguo, s¨ª, pero tambi¨¦n actual en sus letras y con una cierta querencia por lo culto.
La voz de Jos¨¦ Menese es de las que no se olvidan una vez escuchada. Una voz jonda ¡ª¨¦l dec¨ªa que raj¨¢¡ª, escalofriante y estremecedora, a la que no permanecieron ajenos muchos escritores. Jos¨¦ Mar¨ªa Moreno Galv¨¢n la calific¨®, seg¨²n recoge el maestro ?lvarez Caballero, de ¡°sombr¨ªa y terrible¡±. Tambi¨¦n le escribi¨® Jos¨¦ Luis Cano (¡°Se oye una herida en el aire/ una queja de agua honda/ un reguero de alta sangre¡¡±) o Rafael Alberti, quien en los a?os de su exilio romano, junto a an¨ªs y vino, recibir¨ªa de Francisco Moreno Galv¨¢n el cante de Menese para escribir: ¡°Tan solo penando/ sin saber que un d¨ªa/ una voz que me vino de lejos/ me consolar¨ªa (¡) El arranque ciego/ la sangre valiente,/ ese toro metido en las venas/ que tiene mi gente¡±).
Escuchar a Menese por ton¨¢s y seguiriyas antiguas o por la cabal de Silverio met¨ªa ¡°escalofr¨ªo en el alma¡±, seg¨²n dej¨® escrito Fernando Qui?ones. Pero ¨¦l fue, adem¨¢s, un cantaor largo que incluso recat¨® estilos que no eran muy frecuentados. Hizo as¨ª suya la mariana, cante que dio nombre a una de sus grabaciones.
El flamenco est¨¢ de nuevo de luto por un artista que marc¨® la segunda mitad del siglo XX y se adentr¨® en el actual: su ¨²ltima grabaci¨®n, titulada con versos de Lope, A mis soledades voy, de mis soledades vengo, es de 2005. Y de luto est¨¢ tambi¨¦n su tierra morisca, La Puebla de Cazalla. All¨ª, con el padrinazgo est¨¦tico, y tambi¨¦n ¨¦tico, de Moreno Galv¨¢n fund¨® en 1967 la Reuni¨®n del Cante Jondo. En su cartel no falt¨® ning¨²n a?o. Tan solo el pasado 9 de julio tuvo que suspender su actuaci¨®n.
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