¡°?Para qu¨¦ haces un pel¨ªcula sino para estar vivo?¡±

?Qu¨¦ es un artista? No creo en palabras tan importantes. Alguien que tiene el oficio predeterminado de pintar, de escribir, de filmar, con un talento especial para hacerlo. Lo tienes o no lo tienes y eso s¨ª es misterioso.

Usted lo ha desarrollado en todas esas facetas. No exageremos: lo intento. Veo el arte de Goya o Picasso, de sumergirse en lo que hacen como una obsesi¨®n. Los ¡°grandes artistas¡± son gente muy obsesiva por algo concreto: pintar, escribir, bailar. Si tienes facultades lo disfrutas.

?C¨®mo lo ha hecho el oficio? Empec¨¦ a estudiar ingenier¨ªa; siempre quise saber c¨®mo funcionan las m¨¢quinas, los objetivos. Y con el cine me pas¨® lo mismo: me gusta jugar, improvisar. Me aburren los guiones que llaman ¡°de hierro¡±. Es por estar vivo: ?para qu¨¦ haces una pel¨ªcula sino para estar vivo?

?Y qu¨¦ ocupa la imaginaci¨®n??Fundamental. Se pueden hacer historias muy reales, como de chico conoce chica. Pero me interesa mucho m¨¢s un mundo imaginativo que muestre pasado, presente.

Y las met¨¢foras. Como la violencia en este pa¨ªs. No siempre. A veces la realidad es tan brutal que la convierte en una realidad distinta, como en La caza, que es tan realista que no es realista. Es una met¨¢fora de la guerra, puede serlo, de la dificultad de la convivencia en Espa?a.

Ah¨ª est¨¢ siempre su propia mirada personal hecha cine...?Est¨¢s en todo lo que haces, aunque nunca he querido hacer una autobiograf¨ªa. Para La prima Ang¨¦lica pens¨¦ mucho en c¨®mo hacer que un adulto pensara como un ni?o. Tengo una fotograf¨ªa de cuando era ni?o y s¨¦ que soy yo porque lo dicen, pero en el fondo no me reconozco. Los recuerdos de ni?o los recreamos luego. Y en esa pel¨ªcula el adulto se comporta como un ni?o porque lo que quiere es recordar lo que fue de ni?o.

El alem¨¢n Michael Kr¨¹ger tiene este verso: ¡°A veces la infancia me manda una postal¡±. ?Cu¨¢l es la suya? La guerra de Espa?a. Est¨¢bamos en Madrid. La angustia que se viv¨ªa en casa, lo que pasaba, qui¨¦n era Franco, los milicianos, los rusos. Nos fuimos a Valencia, mi padre era secretario de un ministro. En Valencia estuvimos en un pueblecito precioso, y empezaron a bombardear. Y nos fuimos a Barcelona, una paz maravillosa y bombardearon de nuevo. Y luego Huesca, con mi familia de all¨ª, que nos obligaba a ir a misa y a comulgar los viernes. Yo era como un marciano, porque estaba educado en otra sinton¨ªa.

Esos son los recuerdos fuertes... Los imaginativos est¨¢n en mis pel¨ªculas. En muchas la guerra aparece de alguna manera. No me gustar¨ªa olvidarla. En Tango est¨¢. Lo que me contaban de Argentina desgraciadamente me recordaba a nuestra guerra: los militares llev¨¢ndose gente, tir¨¢ndolos desde un avi¨®n...

Dec¨ªa De Gaulle que de las guerras la peor es la civil: dura siempre. No, no es eso. Lo que ocurre es que en una guerra as¨ª se crea un odio que va aumentando. Ha pasado en la de Espa?a y en mi familia. Es dram¨¢tico, porque est¨¢s en contra de tu hermano, de un amigo de la infancia..., que de repente te quieren matar. Eso es lo terrible.

?Pervive? No. Pervive la posibilidad de que eso pueda suceder. No ocurrir¨¢. Pero visto c¨®mo est¨¢ el panorama mundial, la inmigraci¨®n, el terrorismo, ese problema religioso mezclado con un problema pol¨ªtico... As¨ª empezaron las guerras mundiales del siglo XX. Da un poco de miedo.

Siempre hace algo. Estoy vivo. Lo hago porque lo necesito. Y hago muchas cosas con las manos. Siempre tengo algo entre manos. Y, si no, me lo invento.