B¨¢rbara Jacobs: ¡°Escribir es mi mejor manera de estar en el mundo¡±
La escritora vuelve con 'La due?a del hotel Poe', obra experimental sobre la construcci¨®n de una novela, poblada de trasuntos de la propia autora
B¨¢rbara Jacobs est¨¢ sentada en una esquina de su inacabable biblioteca, junto a una ventana. Afuera, el cielo se ha oscurecido y amenaza con tormenta. La escritora viste de negro. Nada riguroso, s¨®lo ropa c¨®moda y ligera que contrasta con la blancura de su rostro. Se la ve relajada, contenta, con el optimismo de quien ha llevado la piedra a la cima de la monta?a. No es para menos. En La due?a del hotel Poe (Ediciones Era, en M¨¦xico, y Navona, en Espa?a), la autora mexicana ha escrito un libro que se escribe a s¨ª mismo. Un laberinto de habitaciones que se abren a otras habitaciones hasta llegar justo ah¨ª donde, ahora mismo, junto a la ventana, est¨¢ sentada B¨¢rbara Jacobs a la espera de la primera pregunta.
PREGUNTA.??Qui¨¦n ha escrito La due?a del hotel Poe?
RESPUESTA.?Como hay varios estilos se puede decir que hay varios yoes. Pero al final soy s¨®lo yo.
P.??Y qui¨¦n es ese yo?
¡°Tengo problemas
con la gente, dificultad para socializar. Creo personajes que satisfacen mi frustraci¨®n¡±
R.?En el libro hay una novela dentro de la novela. Esa autora no s¨¦ de d¨®nde me sali¨®, porque es rar¨ªsima. Y la otra, la mujer capaz de llevar un hotel tampoco soy yo. Pero lo que hace me satisface. Soy una persona con muchos problemas con la gente, tengo dificultad para socializar. Me encantar¨ªa ser una mujer con capacidad para acoger hu¨¦spedes, dirigirlos y hasta celebrar una fiesta, pero no soy as¨ª.
P.?Todo se bifurca, ?no?
R.?Sale as¨ª. En el libro cuento que un d¨ªa vi una fotograf¨ªa de m¨ª y me pregunt¨¦: ¡°?Qui¨¦n es?¡±. Es otra. Es yo, pero es otra.
P.?O sea, en el libro hay muchas B¨¢rbaras Jacobs.
R.?S¨ª.
P.?Pero ninguna es la ¨²ltima. Es derridiano
R.?No la hay. Pero las que hay cumplieron con varios sue?os m¨ªos. Entre ellos, el de atender a muchos amigos con los que me siento en deuda porque no supe estar a la altura. Por eso se me crea un personaje que satisface mi frustraci¨®n.
P.?Su obra causa perplejidad. Por ejemplo, el punto final del libro lo pone un personaje que se queja de ser el personaje que es. Responde a la due?a del hotel, pero tambi¨¦n a la autora.
R.?Ese personaje es el ¨²nico inventado. Todos los dem¨¢s son reales. Algunos con su nombre. Pero ¨¦l, Bridge, es imaginario.
P.??Y por eso se rebela?
R.?Incluso a m¨ª se me rebel¨®.
P.?Si fuera una lectora de su libro, ?qu¨¦ pensar¨ªa?
R.?Me despertar¨ªa mucha curiosidad. Uno de los libros que m¨¢s me zarandearon de joven fue Tristram Shandy, una obra del siglo XVIII de Laurence Sterne. Es un texto que alberga tanta locura que te tiene inquieto, te preguntas c¨®mo ha podido hacerlo. Pero hay ejemplos m¨¢s cercanos muy atractivos, como Rayuela, de Julio Cort¨¢zar. Un juego literario de principio a fin. Te atrae y confunde.
P.??Puede resumir su libro?
R.?Es la construcci¨®n de una novela, m¨¢s que una novela. Es la construcci¨®n de una mujer que finalmente se me escap¨®. Pero eso no se lo digas a nadie.
P.??Cu¨¢nto tard¨® en escribirla?
R.?Seis o siete a?os.
P.??Fue doloroso?
R.?Fue muy tardado.
P.??C¨®mo supo que hab¨ªa terminado?
R.?En general, dejas de o¨ªr voces.
¡°Casi nunca hablo por tel¨¦fono y si me das a elegir entre escribirte una carta o tomar un caf¨¦, escojo lo primero¡±
P.??Se muere?
R.?No, m¨¢s bien el cuerpo avisa. Te das cuenta de que ya, de que ah¨ª queda. Es intuitivo.
P.??Por qu¨¦ un libro experimental?
R.?Los libros lineales ya se escribieron todos y los hay insuperables, de todos los estilos, ¨¦pocas e idiomas.
P.??Por qu¨¦ escribe? ?Por qu¨¦ dedica siete a?os a una obra experimental?
R.?Es mi mejor manera de estar en el mundo. Casi nunca hablo por tel¨¦fono y si me das a elegir entre escribirte una carta o tomar un caf¨¦, escojo lo primero. Ya de ni?a sent¨ªa una profunda necesidad de comunicaci¨®n verdadera. Empec¨¦ escribiendo mi diario. No sab¨ªa ni lo que era. Estaba internada en un convento de Montreal. Ten¨ªa s¨®lo 12 a?os. Ahora voy por 68 y sigo. En un mueble enorme, bajo llave, est¨¢n todos mis diarios.
P.??Quiere que se publiquen?
R.?Esa es una pregunta sin respuesta. He jugado a las dos cosas. Si escribes un diario, es porque quieres que alguien lo lea, pero muchas veces me digo, no quiero que nadie lea esto. Muchos escritores quemaron su obra.
Al terminar la entrevista, las palabras de la autora se entremezclan con el rumor de la tormenta. Amable, la viuda de Augusto Monterroso y actual compa?era del pintor y escultor Vicente Rojo acompa?a al periodista hasta la puerta e insiste en darle un paraguas, largo y azul, para que no se moje al subir al taxi. Ya una vez en el coche, los cristales se empa?an y el agua inmensa que cae sobre la Ciudad de M¨¦xico borra los perfiles de la calle, de los ¨¢rboles y de la propia casa de B¨¢rbara Jacobs.?
La due?a del Hotel Poe.?B¨¢rbara Jacobs. Navona. Barcelona, 2016. 410 p¨¢ginas. 22,50 euros.
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