Zhang Yimou quiere volver

Cuando a Zhang Yimou le da por volver al hogar, las luces se encienden. Su morada es la primera fase de su filmograf¨ªa, a la que sucedi¨® una suerte de ¨¦pica grandilocuente, de acci¨®n impresionista, hinchada hasta un barroquismo churrigueresco de narrativa imposible, la de pel¨ªculas como Hero (2002), La casa de las dagas voladoras (2004) y La maldici¨®n de la flor dorada (2006). Quiz¨¢ a¨²n est¨¦ en el umbral, sin lograr entrar en la excelencia de sus primeras pel¨ªculas, pero con Amor bajo el espino blanco (2010) y esta Regreso a casa (2014) que hoy se estrena en Espa?a, retorna a sus esencias, al retrato sutil e ¨ªntimo de la historia de China. Aqu¨ª, los ecos, la descomposici¨®n y los desmanes de la Revoluci¨®n Cultural de Mao.

?ltimos tiempos de la purga de altos cargos del partido, de intelectuales de la Rep¨²blica Popular. Alrededores del a?o 1973. Ah¨ª se ambienta el excelente primer acto de Regreso a casa, con un padre represaliado y fuera de foco, entre la c¨¢rcel y la huida, una madre paciente y doliente, cargada de fuerza pero ausente de br¨ªo, y un interesant¨ªsimo tercer v¨¦rtice del tri¨¢ngulo: una hija adolescente absolutamente convencida de los ideales del partido, en las ant¨ªpodas de cualquier cuestionamiento, y muy ambiciosa en su vertiente art¨ªstica, aqu¨ª el baile por la Revoluci¨®n, por Mao, por su pa¨ªs, danzas por el pueblo con el fusil en las manos. ?poca de advertencias, de amenazas, de interrogatorios. Y Yimou confecciona su relato a trav¨¦s de un melodrama de sentimientos y sensaciones de gran apoyo musical, mejor cuando es el erhu, tradicional instrumento chino de cuerda, el que lanza sus notas desgarradas, y algo m¨¢s melifluo cuando son las blanditas notas de piano las que dominan.

Pel¨ªcula de miradas perdidas, de vidas extraviadas por culpa de la dictadura, Regreso a casa se adentra entonces, en su segunda mitad, en una met¨¢fora acaso demasiado subrayada sobre la memoria hist¨®rica, con la que Yimou incide m¨¢s en la intimidad de la familia que en la macropol¨ªtica del pa¨ªs, ya a finales de los a?os 70. Y con Gong Li, actriz fetiche de su primera ¨¦poca, como imagen de ese retorno a sus mejores pel¨ªculas de tem¨¢tica, tono y estilo semejantes a ¨¦sta: Qiu Ju, una mujer china (1992), ?Vivir! (1994), El camino a casa (1999). Zhang Yimou ha encontrado las llaves de su hogar. Ya solo le falta instalarse.