Litera-Cuba

En Cuba le llamamos Bl¨²mer a las bragas.

Recuerdo la tendedera suspendida en el cielo del albergue.

Nuestros bl¨²mer expuestos sobre las literas. Intervenci¨®n p¨²blica sobre nuestros pocos, breves asuntos privados.

?Tenemos vida privada los cubanos? No. Lo privado aqu¨ª sigue siendo sospechoso.

Cada uno de esos bl¨²mer cuenta una historia, narra un estatus. Se dec¨ªa que en Cuba nunca hubo clases sociales, pero las bragas cuentan lo contrario.

Crecimos en un pa¨ªs donde pod¨ªas comprar un solo juego de ropa interior al a?o, se hac¨ªa mediante la libreta de abastecimiento por los cupones (O-22) o (E-13) ¨® (A-12). Dichos cupones tambi¨¦n serv¨ªan para adquirir telas, agujas e hilo y s¨¢banas de algod¨®n; as¨ª que deb¨ªas elegir entre ropa interior o s¨¢bana para taparte. ?Cu¨¢ntos amigos se casaban para poder comprar una plancha, una caja de cerveza, un pastel de bodas (Cake), frazadas, sobrecamas y ropa interior? El palacio de los matrimonios te otorgaba esa concesi¨®n especial.

Muchos me pidieron matrimonio solo para adquirir algunos de estos art¨ªculos de primera necesidad. Yo siempre me negaba.

Bl¨²mer rotos, gastados, remendados ¡°tos tenemos¡±: Piezas de nylon con el¨¢sticos vencidos, calurosos, descoloridos y amorfos. Pieza perteneciente con certeza a quien nunca tuvo familia en el extranjero. Los padres de esta chica viv¨ªan ¨²nicamente de su sueldo, obreros, campesinos, revolucionarios convencidos, seres austeros que muy poco ten¨ªan para dar a sus hijos.

Bl¨²mer ¡°mata pasiones socialistas¡±: Lencer¨ªa de algod¨®n, siempre enorme, muy poco sexi, repletos de ositos Misha con florecitas azules o moradas y fondo blanco, caprichosos copos de nieve y Matryoska sonriente. En esta familia hay un estudiante en la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica o un diplom¨¢tico en el otrora Campo Socialista, tal vez una hermana casada con un alem¨¢n democr¨¢tico ¡°t¨¦cnico extranjero¡±.

Bl¨²mer de encaje nuevo y colores brillantes ¡°de afuera¡±: De esta compa?era hab¨ªa que irse despidiendo pues seguramente se ir¨ªa, ten¨ªa a su abuela, t¨ªa o hermana en Miami o Madrid, alguien que seleccionaba prendas sexys a distancia para ¡°salvar¡± a esa adolescente de la cruda est¨¦tica socialista.

Ella siempre prest¨® sus prendas para que el resto saliera con el novio de turno.

?D¨®nde vivir¨¢ hoy esta ¡°compa?erita¡±?

?Cu¨¢ntas perdieron la virginidad con ese bl¨²mer prestado?

Existe una filosof¨ªa de la escasez escrita desde las literas de nuestros albergues. Narrativa que desecha el pudor y asume el gregarismo como herramienta de resistencia. Varias de nuestras novelas parten de este canon, es evidente.

Hija de una humilde intelectual de izquierda transit¨¦ mi adolescencia sin ropa interior.

Litera-cuba es: Autoficci¨®n al desnudo.