Guillermo del Toro abre su ba¨²l de monstruos en Los ?ngeles
El Museo de Arte dedica una exposici¨®n al cineasta mexicano con 500 piezas de su universo fant¨¢stico
Si como dec¨ªa Goya, el sue?o de la raz¨®n produce monstruos, Guillermo del Toro vive en un perpetuo estado de sonambulismo, a juzgar por las muchas pesadillas que tiene. Las criaturas salidas de la mente de este prol¨ªfico cineasta mexicano son tantas que hasta tienen casa propia. Dos a falta de una. Las casas desoladas, como las llama en honor al libro de Dickens. Dos mansiones contiguas donde el autor de Cronos, El laberinto del fauno y?La cumbre escarlata crea, escribe, piensa, juega y, en ocasiones, hasta duerme. Mansiones reservadas a unos pocos elegidos como James Cameron, Idris Elba, J.J. Abrams, Cornelia Funke o Jon Favreau, invitados de uno en uno, casi de puntillas, a este templo del horror. Donde, si quiere, va su familia, aunque viven en una casa aparte. Y donde no entra ni la se?ora de la limpieza, para que no le rompa nada, ni el electricista, porque le da miedo. Pero que ahora han abierto sus puertas a cualquier mortal interesado en conocer lo que se esconde en la sinraz¨®n de ese al que sus amigos llaman "el gordo".
Se trata de la exposici¨®n Guillermo del Toro: En casa con monstruos, que hasta el 27 de noviembre llena las galer¨ªas del Museo de Arte del Condado de Los ?ngeles (m¨¢s conocido como LACMA) y que incluye unas 500 piezas del universo de este autor. ¡°Comenc¨¦ de ni?o y tengo todo lo que he ido coleccionando desde entonces. Soy un tipo monstruoso al que le gusta leer, ver cine, jugar con sus juguetes y que pasados los 50 puede vivir la vida de un ni?o rico de 12 a?os¡±, confes¨® el tambi¨¦n guionista y productor a EL PA?S mientras preparaba la exposici¨®n. El LACMA cuenta entre los objetos expuestos el que llama "el paciente cero", ese peque?o hombre lobo de peluche que un Del Toro con siete a?os, amante de revistas como Famosos Monsters del cine, se fabric¨® con un retazo del abrigo de piel de su madre. Un comienzo prometedor que ahora ocupa un lugar de honor junto a sus galardones conseguidos.
El peluche es una m¨ªnima muestra de las monstruosidades que saltan a la vista en esta exposici¨®n donde las criaturas nacidas de la mente de Del Toro para pel¨ªculas como El laberinto del fauno (tanto el fauno del t¨ªtulo como el hombre p¨¢lido con los ojos en las palmas de sus manos) est¨¢n reproducidas a tama?o real y conviven con esas otras esculturas gigantescas que decoran sus casas, como ese Boris Karloff transformado en Frankenstein, un Edgar Allan Poe sentado a su mesa o diversas criaturas salidas de la pel¨ªcula Freaks.
Trece bibliotecas
En su "guarida de hombre", como tambi¨¦n llama a las casas desoladas, Del Toro asegura que tiene su gran colecci¨®n ordenada en diferentes bibliotecas. 13 en total. "Una dedicada a los libros de horror, otra a los de arte, otra a la historia", detalla de un conjunto que supera los "9.000 libros, 50.000 c¨®mics y miles de juguetes", distribuidos por corredores secretos, librer¨ªas que se mueven y habitaciones en las que llueve perennemente incluso en la soleada California donde est¨¢n sus casas. Bibliotecas que utiliza como fuente de inspiraci¨®n. Ah¨ª est¨¢n sus originales de dibujantes e ilustradores como Giger, Moebius, Arthur Rackham, Gorey o Eyvind Earle, entre otros, que decoran sus paredes y ahora la exposici¨®n.
La muestra recoge solo el 10% de todo lo que alberga el realizador en sus casas
La muestra no quiere ser cronol¨®gica, sino que est¨¢ organizada por secciones: Infancia e inocencia; Periodo victoriano; Magia, alquimia y ocultismo; Cine, c¨®mic y cultura popular; Frankenstein y el horror; Aberraciones y monstruos, y Muerte y el m¨¢s all¨¢.
El m¨¢s all¨¢ de Del Toro no tiene l¨ªmites. Uno de los creadores m¨¢s prol¨ªficos de la cultura popular actual rueda estos d¨ªas en Toronto su pr¨®xima pel¨ªcula, The Shape of Water, una historia de amor entre un hombre sirena y una mujer; produce la secuela de Pacific Rim y en diciembre estrena en Netflix la serie de animaci¨®n Trollhunters. Adem¨¢s, est¨¢ la serie de horror The Strain, basada en la novela que ¨¦l mismo coescribi¨®; o ese otro libro que prepara junto a Funke sobre el universo de El laberinto del fauno, pel¨ªcula en la que tambi¨¦n se inspira un futuro musical de Broadway.
Aunque los planes iniciales hablaban de pasear su colecci¨®n por M¨¦xico, Par¨ªs, Londres y Barcelona, la muestra no ir¨¢ m¨¢s all¨¢ del Instituto de Arte de Minneapolis y de la Galer¨ªa de Arte de Ontario, en Toronto, ambas instituciones que, como el LACMA, han participado en su organizaci¨®n. El realizador reconoce que la exposici¨®n no es ni el 10% de todo lo que alberga en sus casas de Westlake Village. Del Toro afirma que no puede vivir sin sus preciadas posesiones: "Me paso el 90% de mi tiempo con ellas. Son yo", asevera. "Soy de los que piensa que el lugar en que vives es una extensi¨®n de ti mismo. Dice algo de qui¨¦n eres. Y cada vez que estoy en mi casa me transformo", remata con orgullo hablando de ese lugar que so?¨® en Guadalajara (M¨¦xico) cuando ten¨ªa 7 a?os y que ahora es un museo.
El fauno y el hombre p¨¢lido, unas criaturas especiales
Los seres de El laberinto del fauno ¡ªpresentes en la exposici¨®n de Guillermo del Toro en el LACMA¡ª ocupan un lugar especial en la casa de los monstruos del director mexicano.
El amante de extra?as criaturas, que a mediados de julio declar¨® en Montreal que cree que ¡°los monstruos salvar¨¢n su alma, al igual que los cristianos creen que Jes¨²s salvar¨¢ sus vidas¡±, utiliz¨® al fauno y al hombre p¨¢lido para representar elementos que ¨¦l considera ¡°m¨¢s espeluznantes¡± como el fascismo y la Iglesia cat¨®lica.
El director declar¨® en 2006 ¡ªa?o en el que se estren¨® la pel¨ªcula¡ª que fueron las pinturas negras del espa?ol Francisco de Goya, en especial Saturno devorando a un hijo, las que lo inspiraron para crear el hombre p¨¢lido. Este y el fauno son actualmente referentes cinematogr¨¢ficos y siempre figuran entre las mejores creaciones de Del Toro.
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