Bombino, el n¨®mada internacional
El guitarrista de N¨ªger, uno de los grandes representantes de la m¨²sica tuareg, resume en Azel el sentimiento de abandono que tiene su pueblo
"En Europa siempre vais con prisa, cuando la vida deber¨ªa ser, no improvisada, pero s¨ª natural¡±, explica risue?o Omara Moctar (N¨ªger, 1980), guitarrista destacado en la actual invasi¨®n de m¨²sicos tuaregs. ¡°En ?frica programamos el d¨ªa seg¨²n lo vamos viendo, no seg¨²n lo que no vemos. Decimos: ¡®Ma?ana¡ si es posible¡ debo ir a tocar a Agadez¡¯. La precisi¨®n del ¡®si es posible¡¯ es importante. Aqu¨ª no solo program¨¢is el d¨ªa siguiente, sino el otro y el otro. Es muy estresante. El mundo sigue su curso, t¨² solo debes despertar y decirle buenos d¨ªas a tu vecino, tu amigo. Y, en un piso de una gran ciudad, tu vecino no es tu amigo¡±.
Los m¨²sicos tuaregs extrajeron su electrizante originalidad de la escasez habitual en los pa¨ªses del S¨¢hara
Otra importante precisi¨®n. El t¨¦rmino tamakesh recurrente en las m¨²sicas tuaregs es imidiwan, amistad, fraternidad, t¨ªtulo asimismo del m¨¢s popular ¨¢lbum de los patriarcas Tinariwen, originarios de Mali. ¡°Todo aquel que se convierte en tu amigo es ya de la familia, alguien importante¡±, explica Bombino (por el italiano bambino, alias de los tiempos en que era alumno del guitarrista Haja Bebe). ¡°Se establece un intercambio, aprendes de ¨¦l y ¨¦l aprende de ti. La m¨²sica tuareg se basa en ese principio, ese aprendizaje com¨²n enriquece a la comunidad. As¨ª es el mundo; esto es ser humano¡±.
Los m¨²sicos tuaregs extrajeron su electrizante originalidad de la escasez habitual en los pa¨ªses del S¨¢hara; esos ritmos hipn¨®ticos y guitarras cimbreantes, una dulce persistencia ondulante como dunas acariciadas por t¨®rridas brisas. ¡°Basta conectar la guitarra al amplificador, no hace falta subir el volumen, es el desierto mismo el que da relieve al sonido¡±, afirma con expresi¨®n entre afable e incr¨¦dula. ¡°Partimos de estilos tradicionales, como hicieron Tinariwen, a quienes considero mis abuelos. Fueron los primeros tuaregs que giraron por el mundo. Les respeto mucho¡±.
Bombino vivi¨® la rebeli¨®n tribal de 1990 y su brutal represi¨®n; y siendo ni?o tuvo que exiliarse a Argelia. Aprendi¨® a tocar cuando un primo se olvid¨® una guitarra en el hogar familiar. Luego se traslad¨® a Libia, donde fue pastor de ovejas, pero no olvid¨® su devoci¨®n por las seis cuerdas, ni el estudio de las cintas de Jimi Hendrix y Dire Straits que llegaban a sus manos. Diez a?os m¨¢s tarde era descubierto profesionalmente, tocando en una boda, pero en 2007 una nueva revuelta, en la que dos colegas m¨²sicos fueron ejecutados, le obliga a escapar a Burkina Faso. Se proh¨ªben las guitarras el¨¦ctricas, s¨ªmbolo de la insurrecci¨®n. ¡°Yo no veo mi guitarra como un arma¡±, declar¨®, ¡°sino como un martillo con el que construir una casa para mi gente¡±.
¡°Hay gente que me critica por sonar occidental. Si a los norteamericanos y a los europeos les gusto, ?por qu¨¦ refrenar esa influencia?¡±
¡°El desierto es el para¨ªso, hace un poco de calor, es normal para nosotros, pero a primera hora de la ma?ana y al atardecer se est¨¢ maravillosamente bien¡±, dice embelesado, recordando aquello de que un desierto no es m¨¢s que un bosque sin ¨¢rboles. ¡°Nuestra m¨²sica, desde Ali Farka Tour¨¦ y Tinariwen, refleja esa realidad. Si tocas con el coraz¨®n, llegas al mundo entero. La gente se interesa por la cultura tuareg, por la belleza del desierto. Se nos conoce por nuestros problemas, la rebeli¨®n y la guerra, pero hay otras opciones no violentas, como en N¨ªger, donde nos hemos integrado. El primer ministro, ya en su segundo mandato, es tuareg. En Argelia, Mal¨ª o Libia, los tuaregs tambi¨¦n deber¨ªan enviar a los ni?os a la escuela, contribuir a la sociedad para hacerla avanzar¡±.
No le molesta que se le venda como producto ex¨®tico, pero habla de las dudas de su familia, que asociaba ser artista con alcohol y drogas. ¡°Hay gente que me critica en N¨ªger por sonar occidental¡±, dice. ¡°Es normal que un artista tenga sus cr¨ªticos. Para m¨ª lo que cuenta es la experiencia y, si a los norteamericanos y a los europeos les gusta lo que toco, no s¨¦ por qu¨¦ deber¨ªa refrenar esa influencia¡±. Aunque esta m¨²sica sea esencialmente festiva, insiste, tambi¨¦n expresa inquietudes pol¨ªticas y promueve la liberaci¨®n de la mujer africana. ¡°Para los tuaregs, una mujer es quien toma las decisiones¡±, explica. ¡°Si hay un problema conyugal, es el hombre quien se va de casa, por respeto a los ni?os¡±.
Tras grabar Agadez (2011) en la ciudad que le da nombre, Bombino viaj¨® a Nashville invitado por Dan Auerbach de los Black Keys, quien produjo Nomad (2013). El tema final de su nuevo ¨¢lbum, Azel ¡ªproducido cerca de Woodstock por Dave Longstreth, con novedosos apuntes de tuareggae¡ª, resume el sentimiento de abandono que siente su pueblo. N¨ªger es el tercer pa¨ªs del mundo en uranio y cuenta con yacimientos de petr¨®leo y oro, pero sigue padeciendo la sequ¨ªa del subdesarrollo.
¡°Las empresas extranjeras explotan estos recursos, pero no ayudan a la poblaci¨®n¡±, se lamenta. ¡°Deber¨ªan facilitarnos agua para poder cultivar nuestros propios alimentos. Es un pa¨ªs independiente, pero subyace el colonialismo. Los tuaregs somos muy abiertos. Cuando llega un desconocido, se mata un cordero, se organiza una fiesta; si un tuareg te invita a su tienda, todo lo suyo es tuyo. Me parece bien compartir mi regi¨®n, pero se aprovechan de la hospitalidad para hacerse con la tierra. Deber¨ªan respetar nuestro hogar¡¯¡¯.
Como emisario musical de esta realidad, Bombino cuela entre sus contagiosas tonadas y d¨²ctiles punteos valiosa informaci¨®n sobre una cultura n¨®mada que apenas conocemos. En nuestro mundo globalizado, la proyecci¨®n medi¨¢tica que da ser n¨²mero uno en la lista de World Music de iTunes podr¨ªa ayudar a cambiar las cosas. No todo ha de ser baile tribal.
Azel, editado por Partisan Records-PIAS
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