Miedo y asco en Yemen
Historia de una cr¨ªa que lo ¨²nico que quiere es jugar con su mu?eca, pero que puede ser entregada en matrimonio a cambio de un par de vacas
La pionera Khadija Al-Salami, primera mujer productora de la historia del cine yemen¨ª, sabe de lo que habla: a los 11 a?os fue forzada por su familia a contraer matrimonio y fue violada por su marido. Su vida posterior, que dar¨ªa para otra pel¨ªcula, acab¨® llev¨¢ndola a Estados Unidos y Francia, donde reside ahora. Aunque ha vuelto a Yemen para filmar en Diez a?os y divorciada parte de lo que experiment¨® en el pasado. La historia de una cr¨ªa, como tantas otras de su pa¨ªs, que lo ¨²nico que quiere es jugar con su mu?eca (una, no hay m¨¢s), pero que puede ser entregada en matrimonio a cambio de un par de vacas, que vive d¨ªas impensables, casi irreproducibles: "Madre, me hace da?o, me obliga a hacerle cosas asquerosas". Situaciones que, con buen criterio, quedan fuera de campo en la pel¨ªcula.
DIEZ A?OS Y DIVORCIADA
Direcci¨®n: Khadija Al-Salami.
Int¨¦rpretes: Reham Mohammed, Adnan Alkhader, Sawadi Alkainai, Ibahim Alashmori.
G¨¦nero: drama. Yemen, 2014.
Duraci¨®n: 96 minutos.
A trav¨¦s de tres actos que bien podr¨ªan conformar una obra teatral, aunque con una estructura alejada de lo lineal, Al-Salami ha compuesto uno de esos proyectos irreprochables en su esencia, aut¨¦nticamente locales, muy lejos de las habituales visiones de turista sentimental o de oeneg¨¦ cinematogr¨¢fica que tanto se llevan, que sin embargo no acaba de articular un discurso narrativo comparable a sus intenciones. A pesar de la pureza de sus secuencias de exterior, con un rodaje de verdadero peligro tanto en lo f¨ªsico como en lo emocional, que impacta por los parajes donde se desarrolla y unas tomas con teleobjetivo de barrancos y pueblos que dejan boquiabierto, le perjudica una puesta en escena m¨¢s bien tosca, algo desde luego perdonable, incluso secundario en este caso, pero sobre todo un relato que hubiese necesitado una cierta did¨¢ctica en su parte m¨¢s legal, la del juicio por su divorcio, que provoca que el espectador (al menos el occidental) se sienta absorbido por el dramatismo evidente de la situaci¨®n aunque un tanto perdido con la tesitura jur¨ªdica.
Babelia
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