Ilusiones quemadas
Los toros de Victorino Mart¨ªn decepcionaron por su falta de casta en un mano a mano donde naufragaron Curro D¨ªaz y Paco Ure?a
La tarde fue un castigo desde mucho antes de que empezara. Los m¨¢s de cuarenta grados que tostaron a los espectadores camino de la plaza de toros fue un desfile hacia un crematorio donde se fueron sacrificando las ilusiones toro a toro hasta acabar quemados en la frustraci¨®n absoluta.
Victorino / D¨ªaz y Ure?a
Seis toros de Victorino Mart¨ªn, justitos de presentaci¨®n, descastados y nobles.
Curro D¨ªaz: estocada delantera ca¨ªda (saludos). Tres pinchazos y tres descabellos (algunos pitos). Estocada desprendida (divisi¨®n de opiniones).
Paco Ure?a: Estocada atravesada y dos descabellos (saludos). Casi media y seis descabellos (silencio). Pinchazo y estocada baja (silencio).
Plaza de Bilbao. 25 de agosto. Sexta de las Corridas Generales. Media plaza.
El espect¨¢culo estuvo vac¨ªo de contenido. Ni los toros sacaron su presumible bravura ni los toreros mostraron venir al tan deseado convite de Bilbao dispuestos a dar un vuelco a sus carreras.
No es que los astados de Victorino fueran imposibles, pero tampoco hicieron honor a su hierro, con una conducta descastada, ausente de emoci¨®n y transmisi¨®n, que es lo m¨ªnimo que se puede pedir a un victorino. Se movieron como cualquier otra ganader¨ªa, humillaron casi siempre y acabaron distra¨ªdos, pero ni cuando tomaron la muleta con largura llegaron a transmitir nada a los tendidos. Por si fuera poco, tuvieron un trap¨ªo tan justito que el p¨²blico acab¨® por no darles importancia.
Pero no fueron los ¨²nicos protagonistas desgraciados de la tarde, porque los dos espadas anunciados se olvidaron de muchas cosas y estuvieron m¨¢s desdibujados cuanto m¨¢s avanzaba la corrida.
Primero no respetaron que se trataba de un mano a mano, un duelo donde deben transmitir ese deseo de salir victoriosos. Despu¨¦s, no supieron poner lo que les faltaba a sus enemigos en el ruedo, esa chispa que nunca tuvieron los animales y que tampoco estuvieron dispuestos a encender los que llevaban el vestido de luces con una apat¨ªa desesperante.
Curro D¨ªaz se estren¨® con elegantes naturales en el que abri¨® plaza y dej¨® su sello profundo ante un ejemplar con poca clase. En su segundo, dio un paso atr¨¢s y su muleteo se convirti¨® en un quehacer anodino y despegado, en el que nunca apost¨® por cruzarse y querer ponerse de verdad. En el tercero no fren¨® su desd¨¦n y cuando demostr¨® que el de Victorino pod¨ªa tomar la muleta por ambos pitones decidi¨® abreviar ante el disgusto del p¨²blico. Era el ¨²nico sorbo de esperanza que restaba para superar la tarde y se convirti¨® en un jarro de agua fr¨ªa para el aficionado que opt¨® por hacer sonar sus pitos con fuerza.
Paco Ure?a, que al igual que el de Linares brind¨® su primer toro a Manuel Escribano, el ausente en el ruedo, tuvo una tarde desacertada. A su primero le quiso torear sin tener en cuenta la condici¨®n del animal y los muletazos, algunos con buen porte, quedaron perdidos en una faena sin principio ni final. Con el cuarto no lleg¨® a entenderse y se puso pesado en el tramo final mientras que en el que cerr¨® plaza estuvo superado por el sopor del ambiente sin la capacidad para dar la vuelta a la tarde y tambi¨¦n escuch¨® algunos pitos.
Un tost¨®n y no s¨®lo por el calor, sino por la incapacidad de los toreros Curro D¨ªaz y Paco Ure?a para solventar la poca calidad de los toros de Victorino.
Roca Rey tampoco actuar¨¢ en Bilbao
El peruano Roca Rey tampoco podr¨¢ estar en el cartel del d¨ªa grande de la Aste Nagusia al seguir convaleciente de la cogida sufrida en M¨¢laga la pasada semana y que ya le impidi¨® presentarse en Bilbao el mi¨¦rcoles. El cartel lo configuran L¨®pez Sim¨®n y Jos¨¦ Garrido con reses de Torrestrella en un mano a mano sin sentido que no responde a ning¨²n inter¨¦s de la afici¨®n y que provocar¨¢ un buen n¨²mero de devoluciones en la taquilla.
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