Apocalipsis

Puesto que vamos a hablar de T¨², yo y el Apocalipsis (Canal + Series), lo primero que conviene aclarar es que no tiene nada que ver con Ana Pastor, Mariano Rajoy y unas posibles terceras elecciones. Se trata de una potente serie coproducida por brit¨¢nicos y estadounidenses (Sky y NBC) sobre los 34 ¨²ltimos d¨ªas de la humanidad por culpa de un cometa que inevitablemente nos convertir¨¢ a todos en dinosaurios.

La trama sigue a un selecto grupo de personajes disparatados de distintos pa¨ªses, incluso continentes, que confluir¨¢ en un pueblo de las afueras de Londres. Es un puzle tragic¨®mico con ese toque extravagante y divertido que hace tiempo reivindican los de la p¨¦rfida Albi¨®n, desde Evelyn Waugh a los Monty Python, o en series como Black Mirror: un sacerdote que de pura coherencia alcanza la heterodoxia, una atractiva monja, la madre de un hacker adolescente que decide inculparse de los delitos del hijo, un general norteamericano homosexual, una militante norteamericana de la supremac¨ªa blanca, un discreto funcionario de banca que lleva siete a?os buscando a la mujer que le abandon¨® en la luna de miel, madres biol¨®gicas que se reencuentran con sus hijos... en resumen, un grupo de frikis en situaciones extremas que el guionista de la serie, Iain Hollands, aprovecha para re¨ªrse de todo lo divino y de casi todo lo humano sin olvidarse de ese subg¨¦nero cinematogr¨¢fico de las grandes cat¨¢strofes que se avecinan y en las que el presidente de EE UU se dirige a la naci¨®n con emoci¨®n contenida.

Es evidente que el humor ayuda a superar la depresi¨®n. El problema, o uno de ellos, de que se acabe el mundo es que en la serie los ¨²nicos e hipot¨¦ticos supervivientes, los que est¨¢n escondidos en un refugio nuclear en Slough (Inglaterra) para resistir el armaged¨®n, son ese selecto grupo de estrafalarios personajes, con lo que el futuro de la humanidad resulta a¨²n m¨¢s inquietante que el catastr¨®fico y desolador presente.