Ciudad Ju¨¢rez despide a su Divo
La ciudad fronteriza vive un duelo colectivo tras la muerte de Juan Gabriel
El Noa Noa ya no existe. El bar donde Alberto Aguilera debut¨® a los 16 a?os cantando Adoro, de Armando Manzanero, fue consumido por un incendio en 2004. En este espacio en el centro de Ciudad Ju¨¢rez (Chihuahua, norte) hay un estacionamiento. Desde el domingo, el sitio se ha convertido en una de las ofrendas espont¨¢neas que han brotado en esta ciudad fronteriza desde que se anunci¨® la muerte de Juan Gabriel. La urbe, que debe buena parte de su proyecci¨®n nacional al cantante que inici¨® su trayectoria aqu¨ª bajo el seud¨®nimo Ad¨¢n Luna, vive un duelo colectivo sonoro.
Alberto Aguilera (Juan Gabriel) fue el d¨¦cimo y ¨²ltimo hijo del matrimonio de Gabriel Aguilera, un arriero de Jacona, Michoac¨¢n, y Victoria Valadez, ama de casa. El padre ten¨ªa problemas mentales y muri¨® cuando Alberto ten¨ªa tres meses. La madre decidi¨® mudar la familia. Llev¨® a seis de sus hijos a esta regi¨®n vecina de Texas por el ofrecimiento de un cuarto de tres metros por cuatro que le hizo una amiga suya, Mar¨ªa Romero. Virginia, la hija mayor, cuid¨® de sus hermanos mientras la madre limpiaba casas. Cuando Victoria volv¨ªa al hogar encontraba los ca¨®ticos restos de una batalla campal. Sus seis ni?os peleaban todos los d¨ªas con los cinco v¨¢stagos de Mar¨ªa.
Victoria decidi¨® enviar al menor de los hijos a un internado. Carlos Monsiv¨¢is llam¨® a Juan Gabriel el Oliver Twist mexicano porque su infancia est¨¢ llena de an¨¦cdotas dickensianas: escapadas del albergue, vida en la calle y trabajo infantil que pas¨® por lavar coches a ayudar a se?oras en los supermercados. Sin embargo, el internado fue fundamental para su educaci¨®n musical. All¨ª conoci¨® a Juan Contreras, un hombre que ese estaba quedando sordo pero que hab¨ªa aprendido a tocar el piano y el viol¨ªn en Zacatecas.
Juan Gabriel llen¨® buena parte de su obra de rasgos biogr¨¢ficos. El lunes, una amiga suya de juventud, Mercedes ?lvarez ¡ªque inspir¨® el empalagoso tema Meche¡ª apareci¨® donde estaba el Noa Noa para llevar una corona de flores y recordar las imitaciones que el artista hac¨ªa de Mar¨ªa F¨¦lix y de Sandro de Am¨¦rica.
EN DIRECTO en #Periscope: La casa de #JuanGabriel en Ciudad Ju¨¢rez https://t.co/QLAdL0UHCB
— EL PA?S Am¨¦rica (@elpais_america) August 31, 2016
Ciudad Ju¨¢rez quiere despedir a su trovador. ¡°No hay nadie que lo quiera m¨¢s que nosotros los juarences¡±, dec¨ªa Alma Rodr¨ªguez a la prensa local parada frente a la casa que limpiaba la madre de su ¨ªdolo y que Juan Gabriel termin¨® comprando. La mansi¨®n de la avenida 16 de Septiembre es el epicentro del dolor por la partida del Divo. All¨ª se han reunido los fan¨¢ticos con ofrendas y pancartas.
La ciudad est¨¢ a la espera de que las autoridades confirmen la despedida del artista, que podr¨ªa llevarse a cabo este s¨¢bado. El gobernador de Chihuahua, C¨¦sar Duarte, hab¨ªa pedido permiso a los hijos del cantante para organizar el evento. ¡°Tengo una gran deuda con ¨¦l porque fue extremadamente solidario en los momentos m¨¢s dif¨ªciles de la seguridad de Ju¨¢rez. ?l vino a caminar sus calles, a plantear m¨²sica y a romper ese temor colectivo que exist¨ªa¡±, afirm¨® el gobernante local.
La alcald¨ªa de Ju¨¢rez estudia realizar el adi¨®s en el mismo punto donde el Papa Francisco ofreci¨® una misa para 250.000 personas en febrero. Mientras los habitantes de Ju¨¢rez esperan las cenizas, los comerciantes locales convocaron una velada la noche del martes con mariachis y m¨²sicos. El homenaje, sin embargo, fue pospuesto por el mal clima.
En los a?os ochenta, el Divo de Ju¨¢rez fue entrevistado en la televisi¨®n nacional en su casa de la frontera que hoy ha sido transformada en altar por las muestras de cari?o de la gente. En la pantalla del Canal 2, montado en un coche deportivo, el ¨ªdolo local presumi¨® una camiseta que dec¨ªa Te quiero mucho, Ju¨¢rez. La muerte de Juan Gabriel confirma que ese amor fue correspondido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.