Sonia Braga: ¡°La mujer no ha alcanzado el estatus de ser humano¡±
La actriz, protagonista estrella de 'Aquarius', la nueva pel¨ªcula de Kleber Mendon?a, habla de su carrera, de mujeres y de ni?os
Sonia Braga (Maring¨¢, 1950) tiene dos pasaportes, el brasile?o y el estadounidense, pero un solo coraz¨®n que, seg¨²n ella, est¨¢ en Brasil. Actuar en Aquarius, el nuevo y pol¨¦mico filme de Kleber Mendon?a ha sido una vuelta a la adolescencia. ¡°Me ha inyectado energ¨ªa nuevamente, me ha hecho rejuvenecer¡±, declar¨® la estrella de las telenovelas brasile?as, ahora artista internacional y residente en Nueva York.
En la cinta, Sonia es Clara, una escritora que lucha para permanecer en su apartamento, el ¨²nico habitado en un edificio a punto de ser demolido en el paseo mar¨ªtimo de Recife. Clara tiene v¨ªnculos claros con otros personajes memorables de la actriz. El nexo es f¨¢cil de identificar e incluye su gran melena. Sonia habla sin falsa modestia y tambi¨¦n sin zapatos en la entrevista concedida a EL PA?S en un hotel tradicional de S?o Paulo, que dur¨® siete minutos de reloj.?
Pregunta. Clara se parece a ti en muchos aspectos. ?Cu¨¢nto hay de Sonia en Clara y viceversa?
Respuesta.?Somos el mismo elemento, uno muy fuerte. Si yo no fuera un elemento fuerte, como persona, en mi forma de vivir y observar la vida, no habr¨ªa hecho Gabriela, do?a Flor, Dancin' Days ni otros trabajos. Tener ¨¦xito es un voto de confianza, es como ganar unas elecciones. La gente te mira y conf¨ªa en ti. Creo, de verdad, que lo que determina ese di¨¢logo es una verdad profunda, es tener la certeza absoluta de lo que uno est¨¢ diciendo.?
P.?Vives en Estados Unidos.??Qu¨¦ te llev¨® a hacer esta pel¨ªcula en Brasil?
R. Cuando me encontr¨¦ con Clara ¡ªy venimos de sitios diferentes¡ª sent¨ª como si fuese un encuentro de aguas, de esos que se convierten en un tsunami. Necesitaba esa voz, una corriente que me arrastrara adonde nunca quise ir. Me preguntan donde vivo. Vivo donde trabajo. Si mi trabajo est¨¢ en otro pa¨ªs en ese momento, vivo all¨ª. La invitaci¨®n de Kleber fue un regalo. Alg¨²n medio lleg¨® a decir que ese guion lleg¨® en una bandeja de plata. Es una imagen un poco burguesa, pero en todo caso es simb¨®licamente bonito. Y es verdad. Me lleg¨® en el momento que m¨¢s lo necesitaba. No ten¨ªa voz ni ten¨ªa medios.?
P. Hay algo que llama la atenci¨®n en Clara. Tuvo un c¨¢ncer de mama y nunca se reconstruy¨® el seno. ?Qu¨¦ dice eso sobre la personalidad de esa mujer?
R. No estudio los personajes. Lo que me parece importante es entender el universo de esa persona. La escena en la que se quita la ropa y entra en la ducha, en el cine, es una met¨¢fora. Clara es muy sincera, muy firme. No va a reconstruir nada... ?Por qu¨¦ lo har¨ªa? ?No? Siento una gran admiraci¨®n por las mujeres que superaron un c¨¢ncer. Por las mujeres siento un gran respeto. A veces veo en la calle a una mujer con un beb¨¦ en brazos, con otro hijo m¨¢s mayor a su lado... Y le digo: ¡°Eres mi ¨ªdolo¡±. Nunca tuve hijos, pero veo que la carga de las mujeres es muy fuerte. No creo que decir eso minimice, de ninguna forma, a los hombres. Lo que pasa es que nosotras somos mujeres y discutimos m¨¢s la mujer, porque estamos mucho tiempo en el mundo sin un sitio. Fuimos reinas sin derechos. Las mujeres, en una determinada ¨¦poca de la historia de la humanidad, fueron poderos¨ªsimas, pero ese poder no ha permanecido en la sociedad.
P. Aquarius?habla de un Brasil en el que hay que luchar por los derechos elementales. ?Qu¨¦ papel tienen las mujeres en ese contexto?
R.?Los derechos de las mujeres tienen que revisarse. Me parece incre¨ªble que estemos viviendo en el siglo XXI, porque para m¨ª todo eso es un disparate. Es interesante ver c¨®mo durante los ¨²ltimos a?os las mujeres han progresado bastante, pero a¨²n no ha alcanzado el estatus de ser humano y ser tratadas?con todos los derechos. Nosotras merecemos m¨¢s cuidados y derechos, como la Comisar¨ªa de la Mujer, que fue creada por el hecho de que las mujeres nos sentimos m¨¢s d¨¦biles ante el otro sexo. Ahora deber¨ªan hacer la cl¨ªnica de las mujeres, por ejemplo.
Hasta que lleguemos a un punto de igualdad con el otro ser, que es humano y tiene todos los problemas tambi¨¦n. Es triste decirlo porque nos separamos del hombre cuando deber¨ªamos unirnos en esta discusi¨®n. La humanidad est¨¢ sufriendo mucho los problemas incre¨ªbles de este siglo y vamos a tener que convivir con ellos. Desgraciadamente, Brasil empieza un proceso que quiz¨¢s nos lleve a un camino muy dif¨ªcil. A todos nosotros, hombres y mujeres.
P.??Qu¨¦ no te han preguntado en las entrevistas?
R.?Me preguntan poco sobre los ni?os. Somos un pa¨ªs que no se ocupa de los m¨¢s peque?os, que no se ocupa de educar desde la cuna. Y todo viene de la misma cuna. De nada sirve querer que un ni?o empiece a leer a los 15 a?os si no tiene disciplina para ello. La gran preocupaci¨®n de mi vida son los ni?os.
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