Buenas noticias desde el subsuelo
El detective Yeruldelgger es uno de esos personajes tan cargados de heridas propias que debe asumir las ajenas para redimirse
Hay buenas razones para leer Yeruldelgger, muertos en la estepa, y la primera es que no estamos hablando de bajos fondos en Los ?ngeles, de las prader¨ªas de ?Devon?shire, de desiertos mexicanos ni de barrios suecos zarandeados por la prostituci¨®n o el espionaje, sino de Mongolia. El universo creado por Ian Manook con gran verosimilitud transcurre entre yurtas y caminos poblados por n¨®madas incansables fieles a muy pocas cosas, pero cosas importantes: y cuidar para siempre el alma de una ni?a muerta es una de ellas.
El detective Yeruldelgger es uno de esos personajes tan cargados de heridas propias que debe asumir las ajenas para redimirse, para seguir dando saltos hacia delante mientras la mecha avanza en realidad hacia ¨¦l. Ajeno a las ¨®rdenes y la autoridad, el lector no tiene m¨¢s remedio que cerrar los ojos y fiarlo todo a su instinto, sus tiros, su desobediencia, su riesgo, su rebeld¨ªa incondicional. Dejarse llevar sin decidir.
Hay m¨¢s razones, y son la buena pluma, el oficio correcto y el pulso firme para dibujar el car¨¢cter de este personaje y de las dos mujeres que le acompa?an con eficacia y tes¨®n: una compa?era polic¨ªa y una especie de forense free lance con las que es posible el sentimiento. Y de su hija.
Las mujeres son importantes en Yeruldelgger¡, un libro de hoy donde las compa?eras no son solo curvas, sino territorios de eficacia y lealtad, de valores y amistad, tambi¨¦n locura.
Patrick Manoukian (Meudon, 1949), el franc¨¦s experto en viajes que se esconde tras el seud¨®nimo de Ian Manook, ha dibujado un mundo que sin conocer el Holocausto sabe de ultranacionalismo y que sin saber de derechos y modernidad se enfrenta al estilo invasivo y el pisoteo de la inversi¨®n china de la zona.
La corrupci¨®n y el capitalismo sin normas se hacen hueco en ese universo que, sin embargo, tambi¨¦n perpet¨²a la belleza en la inmensidad de la estepa y en los principios de humanidad y lealtad que albergan los n¨®madas.
No hab¨ªa noticias de novelas negras en los subsuelos de una Ul¨¢n Bator que devora a sus hijos excluidos, pero una vez que Manook los ha descrito, ya nunca se esfumar¨¢n.
Yeruldelgger, muertos en la estepa Ian Manook Traducci¨®n de Jos¨¦ Fajardo Gonz¨¢lez Barcelona, 2016 480 p¨¢ginas, 22 euros (13,99 e-book)
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