¡®Aquarius¡¯ no te dejar¨¢ indiferente
El largometraje de Kleber Mendon?a estrenado el jueves en Brasil, despierta una avalancha de sensaciones
Jam¨¢s piense en Aquarius, de Kleber Mendon?a Filho, como una feel-good movie ¡ªt¨¦rmino que designa a las comedias rom¨¢nticas y otros g¨¦neros que proporcionan al espectador una sensaci¨®n de bienestar. Lo que despierta la cinta del cineasta pernambucano estrenada el jueves en Brasil, es una avalancha de sensaciones contradictorias. Eso caus¨® a los espectadores desde su lanzamiento en el Festival de Cannes en mayo. Algunas sensaciones alegran. Otras, crudas y duras, entristecen. Todas hacen reflexionar a los brasile?os sobre el camino que est¨¢ tomando el pa¨ªs. ?Puede haber una ventaja mejor para una pel¨ªcula?
Sonia Braga, la estrella brasile?a internacional, extrapolando las telenovelas por las que se hizo famosa, interpreta a Clara, una excr¨ªtica de m¨²sica de m¨¢s de 60 a?os que lucha para quedarse en el apartamento de su familia, donde cri¨® a sus tres hijos. El peque?o bloque de viviendas donde vive, en el paseo mar¨ªtimo de Recife, corre el riesgo de ser demolido por una constructora que convenci¨® a todos sus propietarios (excepto a Clara) a desalojarlo para levantar un moderno edificio de muchas plantas, como tantos otros que infestan la playa de Boa Viagem. Esta disputa le es familiar al Brasil real, y un icono de ella en Recife es Ocupe Estelita, movimiento contrario a la especulaci¨®n inmobiliaria en la capital pernambucana.
Esa es la parte dura de la historia. Pr¨¢cticamente sola, Clara resiste a una empresa que representa mucho m¨¢s que sus propios intereses, encarnando las ambiciones de una clase media conservadora y alienada. La vida fue quien le ense?¨® eso: al haber resistido a un c¨¢ncer de mama en su juventud, se reconoce mortal, pero no teme la lucha. Es una mujer tan firme como vulnerable, que sabe ¡ªverdadera, emp¨¢tica, rodeada de libros, discos de vinilo y otros objetos de afecto, que le proporcionan buenos momentos y le inspiran recuerdos¡ª que defender su espacio significa defender algo a¨²n m¨¢s grande, que es el tiempo.
La especulaci¨®n inmobiliaria no lo es todo en Aquarius.?La pel¨ªcula se nutre tambi¨¦n de inyecciones de energ¨ªa. Su historia traduce con naturalidad la felicidad asociada al pueblo brasile?o. Son leves, e incluso inspiradoras, escenas como la del cumplea?os en familia de 70 a?os de la t¨ªa Luc¨ªa, donde el legado de personalidades femeninas fuertes se transmite simb¨®licamente: el baile donde Clara se divierte con sus amigas y coquetea con uno de los hombres de la fiesta, los momentos de cari?o con su sobrino y su nueva novia y los juegos con su nieto.
Una pel¨ªcula para o¨ªr
Kleber Mendon?a, que se dio a conocer con su primer largometraje de ficci¨®n, el elogiado Sonidos vecinos (2012), demuestra una vez m¨¢s que sabe por d¨®nde anda. Sus pel¨ªculas hablan entre s¨ª y crecen con peque?as y grandes elecciones que componen el estilo del director, uno de los m¨¢s aclamados del cine brasile?o actual.?
En el caso de Aquarius, la marca de Kleber que m¨¢s sobresale es la m¨²sica. Como ya sucedi¨® en su pel¨ªcula anterior, cuenta su historia al o¨ªdo destacando la banda sonora. Desde la introducci¨®n, una secuencia de im¨¢genes antiguas del paseo mar¨ªtimo de Recife editadas al son de Hoje, de Taiguara, la historia se construye con ayuda de las canciones y las voces de Maria Beth?nia, Gilberto Gil, Roberto Carlos, Paulinho da Viola e incluso Freddie Mercury. El canto comunica junto a los di¨¢logos lo que los personajes realmente quieren decir.
Melenas, sexo y censura
La elecci¨®n de Sonia Braga es otro acierto de Kleber Mendon?a.?Con su larga melena, la actriz aporta a la historia una fuerte carga de sensualidad. Esta vez, no obstante, funciona al rev¨¦s. La musa brasile?a que tuvo que irse a trabajar fuera del pa¨ªs para librarse de la eterna imagen de s¨ªmbolo sexual representa aqu¨ª el personaje que desea. Sonia, con 66 a?os de edad, brinda una actuaci¨®n espectacular y encara escenas de desnudo y sexo con fluidez como lo hizo a los 18 cuando particip¨® en un montaje de Hair, que caus¨® un revuelo por aparecer desnuda.
Las escenas con referencias sexuales expl¨ªcitas sirvieron para que el Gobierno brasile?o no recomendara la cinta a menores de 18 a?os.La decisi¨®n fue revolcada el jueves por una queja de la distribuidora Vitrine Filmes. La justificaci¨®n fue que las escenas de sexo son "cortas, poco relevantes para la obra, poco frecuentes y empleadas en un contexto que las ameniza".
La censura sorprendi¨® a la producci¨®n, que sospecha que lo que molest¨® al Gobierno no est¨¢ en la pantalla y que fueron las protestas contra el impeachment de Dilma Rouseff que orquestaron en la alfombra roja de Cannes. El caso tambi¨¦n le proporcion¨® ventajas: Aquarius se convirti¨® en una de las pel¨ªculas m¨¢s comentadas en Brasil y la ha convertido en una posible candidata para disputar el Oscar a la mejor pel¨ªcula extranjera en 2017. Si la nominaci¨®n se produce, expondr¨¢ al mundo las penurias y alegr¨ªas del Brasil de hoy. Dif¨ªcil pensar en una protesta m¨¢s efectiva que esa.
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