Las fotos pagan impuestos

Las autoridades aduaneras suizas bloquearon recientemente unas fotograf¨ªas destinadas al museo de la hist¨®rica ciudad relojera de Le Locle, en la frontera franco suiza. A esta mercanc¨ªa art¨ªstica se le aplicaron impuestos que no existen para la pintura, la escultura, el dibujo o instalaciones. Los aduaneros no aceptaron como v¨¢lida la declaraci¨®n como obra de arte de unas im¨¢genes de gran formato tomadas por Mishka Henner (Bruselas, 1976).

La cuesti¨®n, que public¨® el diario Le Temps, es chocante, dado que en Suiza las obras de arte no pagan tasa de importaci¨®n. La ley suiza establece que una foto solo puede ser considerada como una obra de arte si ha sido tomada por el propio fot¨®grafo, quien ha realizado personalmente (o supervisado) las copias y dichas fotos deben estar numeradas en tiradas no superiores a 30 ejemplares. Esta exenci¨®n no incluye fotos de prensa, de moda ni publicitarias.

A ra¨ªz del incidente, en los debates surgidos en Suiza se preguntaban si una foto ¡°tomada por un don nadie¡± con su tel¨¦fono m¨®vil debe ser considerada una obra de arte o en qu¨¦ momento una foto adquiere la condici¨®n de ¡°arte¡±, sobre todo teniendo en cuenta que menos del 1% de todas las fotos realizadas en el mundo aspiran a tal condici¨®n. Pero los especialistas reflexionan igualmente sobre el absurdo que representa que cualquier horror pintado por un aficionado dominguero sea considerado ¡°arte¡± a efectos fiscales, mientras que una obra de Sebasti?o Salgado o Cartier Bresson, pueda ser tratada de forma no muy diferente de una tuerca o una carga de mandarinas. La comparaci¨®n no es balad¨ª porque mientras que una pintura no tiene IVA, el impuesto de una foto ser¨¢, de este modo, del 8%. Si se piensa que la imagen del Rin (Rhein II), del alem¨¢n Andreas Gursky, se ha vendido por 3,9 millones de euros, esta cuesti¨®n de las tasas puede llegar a dar v¨¦rtigo. Pero la mayor paradoja de esta historia es que Suiza puede considerarse como un para¨ªso de la fotograf¨ªa.

Este pa¨ªs cuenta con fot¨®grafos de renombre internacional como Werner Bischof, Michel Comte o Ren¨¦ Burri, a lo que se suman escuelas de primer nivel o instituciones como el imponente Museo del El¨ªseo de Lausana, dedicado en exclusiva a la foto. Tambi¨¦n existen eventos como el Festival Images, en Vevey, la feria Photobasel, o las Jornadas Fotogr¨¢ficas de Biel. Pero a pesar de esta evidente pasi¨®n por la imagen, parece que las autoridades siguen sin tener muy claro si la fotograf¨ªa es o no una verdadera forma de arte.