¡°Los estados pueden ser laicos, pero la religi¨®n crea diferencias¡±

El historiador especialista en la Espa?a de la modernidad Joseph P¨¦rez ha impartido un curso esta semana en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo en Santander en el que da su visi¨®n particular sobre Carlos V y ¡°la cat¨¢strofe que supuso para Espa?a la llegada de los Austrias¡±. Nacido en Laroque d¡¯Olmes, Francia, pero de padres espa?oles, P¨¦rez critica el actual sistema pol¨ªtico de su pa¨ªs, las diferencias que crea la religi¨®n desde la escuela y a la Europa en la que solo importan el poder y el dinero y no los servicios p¨²blicos ni el bien com¨²n.

Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2014 y miembro de la Real Academia de la Historia, P¨¦rez defiende la idea de jacobinismo y ensalza la figura del cardenal Cisneros, del que public¨® una biograf¨ªa en 2014. ¡°Fue un pol¨ªtico much¨ªsimo m¨¢s importante que Richelieu, que muriese en 1517 fue una desgracia para Espa?a. Es muy posible que si no hubiese muerto el futuro del pa¨ªs se habr¨ªa dibujado distinto¡±, asegura el historiador.

Pregunta. ?C¨®mo valora la situaci¨®n actual de Europa?

Respuesta. Lo resumir¨ªa como victoria p¨®stuma del sacro imperio romano germ¨¢nico. Tenemos una Europa alemana, y no tengo nada en contra de los alemanes, pero sinti¨¦ndolo mucho los franceses, los espa?oles y los italianos pertenecen a una vieja civilizaci¨®n, la romana mediterr¨¢nea, en la que predomina la idea de res p¨²blica, de bien com¨²n, de un conjunto de valores que se consideran por encima de los intereses particulares. Desgraciadamente, la concepci¨®n que tenemos en Europa es la de privatizarlo todo. ?nicamente cuenta el dinero, y los intereses privados no se pueden oponer al inter¨¦s general de una naci¨®n.

P. ?De qu¨¦ manera le preocupa la aparici¨®n de movimientos de extrema derecha en el continente europeo?

R. Es un problema social, pero tambi¨¦n religioso. Yo soy hijo de espa?oles, nacido en Francia, y en los a?os 30, la escuela asimilaba a los extranjeros. Entraba un peque?o espa?ol, un peque?o portugu¨¦s o un peque?o italiano y despu¨¦s de cuatro a?os sal¨ªa un franc¨¦s. Esto ha desaparecido. Supongo que por fallos de la escuela y tambi¨¦n porque estos inmigrantes eran cat¨®licos, a diferencia de ahora que son islamistas. A pesar de la laicidad de los estados la religi¨®n crea diferencias, y habr¨ªa que tratar este problema de otra manera.

P. ?Qu¨¦ opini¨®n le merece el actual gobierno franc¨¦s?

R. Estamos en un sistema pol¨ªtico sin ninguna salida, el personal pol¨ªtico no merece respeto en Francia. Solo les interesa estar en el poder, que est¨¢ en manos de una oligarqu¨ªa, y no de una ¨¦lite. Son un grupo de privilegiados que lo ocupa todo, de izquierdas o de derechas, la divisi¨®n es profundamente artificial. No puedo opinar con la misma libertad sobre Espa?a, pero creo que nos parecemos bastante.

P. Hablando de Espa?a, ?qu¨¦ piensa sobre la cuesti¨®n catalana como ejemplo de los nacionalismos que tambi¨¦n est¨¢n surgiendo en Europa?

R. Creo que en Espa?a se ha complicado de una manera exagerada. Sobre la cuesti¨®n catalana, considero que una naci¨®n puede leg¨ªtimamente hacer uso de su derecho de autodeterminaci¨®n cuando se justifique. Y eso ocurre cuando un pueblo se siente discriminado, cuando en un territorio dado se les proh¨ªbe llevar a cabo sus tradiciones con libertad. Los catalanes pueden hablar su lengua, bailar la sardana, ir a Montserrat de peregrinaci¨®n¡­nadie les proh¨ªbe nada.

P. ?Por qu¨¦ cree que en Espa?a se ha hecho una mala interpretaci¨®n del papel de Carlos V?

R. La historia se ha fijado muchas veces en las glorias del imperio, en el momento en el que Espa?a parec¨ªa dominar el mundo y hasta cierto punto era verdad. El real de a ocho, que era la moneda espa?ola, era el d¨®lar de la ¨¦poca y esto dur¨® hasta el siglo XIX. Se comprende entonces que al fijarse en este periodo la gente tenga una buena concepci¨®n de los Austrias, pero no lo hicieron a favor de Espa?a, lo hicieron por su dinast¨ªa. Se metieron en guerras que no afectaban a Espa?a en Alemania o Flandes, y al final el pa¨ªs sali¨® perjudicado.