La fiesta de Chick Corea

Septiembre de hace 48 a?os: Miles Davis recurre a Chick Corea para terminar las sesiones de Filles de Kilimanjaro. Lo llama para que toque el piano el¨¦ctrico en sustituci¨®n de Herbie Hancock. Corea, que acaba de publicar Now he sings, now he sobs, disco de improvisaciones en compa?¨ªa de Miroslav Vitous y Roy Haynes, con el que marca definitivamente su presencia en el mundo del jazz, se adue?a del Fender Rhodes y, m¨¢s tarde, de los sintetizadores ARP y Minimoog.

Desde el 19 de octubre y hasta el 11 de diciembre, de mi¨¦rcoles a domingo, el pianista va a instalarse en el club Blue Note de Nueva York para celebrar sus 75 a?os. Durante cuarenta d¨ªas, y en sesiones dobles, estar¨¢ al frente de grupos que ha ido organizando en los setenta, ochenta y noventa: Return to Forever ¨Ccon m¨²sicos que pasaron por sus filas como el baterista Lenny White-, The Elektric Band ¨Ccon Marienthal, Gambale, Patitucci y Weckl- y Origin ¨Cintegrado para esta fiesta, entre otros, por Ravi Coltrane-. Se le podr¨¢ ver y escuchar con la Trondheim Jazz Orchestra y con Gary Burton & The Harlem String Quartet. Y en un homenaje a Miles Davis ¨Ccon Kenny Garrett, Wallace Roney, Marcus Miller, Mike Stern y Brian Blade-; lecturas de su disco Three Quartets ¨Ccon Steve Gadd, Eddie G¨®mez y Ben Solomon- y de los conceptuales The Leprechaun, My Spanish Heart y The Mad Hatter; experimentos electr¨®nicos con el baterista Marcus Gilmore y en una cita con John McLaughlin, Victor Wooten y Lenny White. Sin olvidar el flamenco ¨Csu composici¨®n m¨¢s popular se titula Spain- que le hizo amar a¨²n m¨¢s su larga amistad con Paco de Luc¨ªa: contar¨¢ dos noches con Jorge Pardo, Ni?o Josele y Carles Benavent, que fueron miembros de la banda del guitarrista.

M¨¢s de medio siglo de numerosos encuentros musicales y caminos sonoros diversos. Armando Anthony Corea (Chelsea, Massachussets, 1941), adepto de la cienciolog¨ªa, se inici¨® en los combos afrocubanos de Mongo Santamar¨ªa y Willie Bobo, y particip¨® en grabaciones de Donald Byrd o Stan Getz, antes de afrontar su primer disco a finales de 1966.

En 1970, tras su paso por el quinteto de Davis, volvi¨® al piano ac¨²stico en la aventura radical de Circle -con Dave Holland, Barry Altschul y Anthony Braxton- y para grabar al lado de Gary Burton: su primer trabajo juntos, Crystal silence, data de 1972, el a?o en que Corea fund¨® Return to Forever, uno de los grupos de referencia del jazz-rock, con la electricidad incorporada pero sin renunciar al piano ac¨²stico. Instrumento con el que este admirador de Bud Powell y Bill Evans, que tambi¨¦n toca la bater¨ªa ¨Clo hizo incluso con Miles-, nos ha dejado discos en solitario, diferentes tr¨ªos ac¨²sticos y duetos con los tambi¨¦n pianistas Herbie Hancock, Friedrich Gulda y Stefano Bollani; grabaciones a d¨²o con la voz de Bobby McFerrin o el banjo de B¨¦la Fleck, y esas deliciosas miniaturas para ni?os, entre Chopin y Satie, que son sus Children?s songs. Hay muchos Coreas. A m¨ª me gustan (casi) todos.